El DC Extended Universe , también conocido por algunos como Worlds of DC , tuvo un inicio turbulento al incorporarse de manera tardía en la carrera de los superhéroes cinematográficos y batallar por encontrar la fórmula adecuada para conquistar a las audiencias. Sus primeras apuestas fueron las más lógicas , aunque no por ello las más exitosas, pero el destino empezó a cambiar cuando se decantó por superhéroes menos explotados que ofrecían tramas cada vez más innovadoras.
A continuación, el ranking con todas las películas del DC Extended Universe, ¿cuál es su favorita?
Liga de la Justicia (Dir. Zack Snyder, 2017)
El DCEU pasó por varias dificultades durante su primera etapa, que fueron de la tibia recepción de sus primeros proyectos a la incapacidad por encontrar la fórmula adecuada para la realización de su magno crossover. Estas complicaciones, aunadas a la abrupta partida de Zack Snyder por problemas personales, pueden evidenciarse en una Liga de la Justicia completamente alejada de las parábolas sociales que caracterizaron títulos previos como El Hombre de Acero y Mujer Maravilla, y que prefirió un entretenimiento tan vacío como su deslucido Steppenwolf. A esto sumemos la infamia en algunos de sus VFX, destacando el propio villano, así como el bigote de Henry Cavill que fuera pobremente removido con técnicas digitales. Contrario a lo que algunos dicen, no es necesariamente mala, sino demasiado banal en una era donde el cine de superhéroes ha sido capaz de aprovechar sus cualidades para construcción de tramas más elaboradas y la transmisión de mensajes socialmente relevantes. Hay quienes piensan que estas sensaciones agridulces podrían cambiar radicalmente con el Snyder Cut que, según rumores, ofrecería una historia profunda y oscura.
Escuadrón Suicida (Dir. David Ayer, 2016)
Hubo un tiempo en que Escuadrón Suicida parecía destinada a convertirse en la mayor revolución del cine de superhéroes mediante su alianza de peligrosos villanos. La premisa nunca pudo concretarse con un primer acto completamente desfasado del resto de la historia y con una buena cantidad de personajes que nunca conectaron emocionalmente con el público, como fue el caso del líder Rick Flag, la atormentada Enchantress y el antiheroico Deadshot interpretado por el siempre popular Will Smith. Mención aparte para el Joker de Jared Leto, cuya pobre construcción y mínimo desarrollo le convirtieron en la peor encarnación del payaso hasta ahora. Se dice que esto fue una consecuencia directa de Batman vs Superman, cuyos tibios resultados hicieron que Warner y DC dudaran del proyecto, realizaran toda clase de cambios de último minuto y entregaran un corte final muy alejado de las expectativas iniciales. No todo fue negativo, pues el crossover también marcó el debut de Margot Robbie como Harley Quinn, quien terminaría convirtiéndose en uno de los mayores baluartes de toda la franquicia.
Batman vs Superman: El origen de la justicia (Dir. Zack Snyder, 2016)
El primer crossover del DCEU no surgió de una alianza, sino de un enfrentamiento entre sus principales superhéroes. Una decisión arriesgada que se apoyó en una poderosa simbología para mostrar a los metahumanos como objetos de adoración, pero también de respeto ante sus capacidades destructivas, convirtiéndolos así en auténticos dioses de la nueva generación. Esta construcción generó sensaciones encontradas, pues mientras algunos sectores del público le dieron el estatus de culto, otros se mostraron decepcionados por su naturaleza reflexiva, la tibieza de la batalla anunciada y la paz surgida del nombre común de las madres de los personajes titulares. No fueron los únicos elementos controvertidos, pues los castings Ben Affleck y Jesse Eisenberg en los papeles de Batman y Lex Luthor generaron grandes dudas entre el público, así como la precipitada inclusión de Doomsday que parecía tener potencial para más, al grado que algunos lo veían como el primer rival a vencer para la Liga de la Justicia. A pesar de las opiniones encontradas, casi todos coinciden en que lo mejor del proyecto fue el trabajo como Gal Gadot como Mujer Maravilla, quien desde entonces empezó a perfilarse como el mayor referente de la heroica franquicia.
Aves de presa (Dir. Cathy Yan, 2020)
Si hay un personaje que siempre logra sorprendernos es Harley Quinn: fue concebida para la serie animada de Batman y terminó convirtiéndose en una de las villanas más aclamadas del impreso. Más recientemente fue el elemento más destacado de Escuadrón Suicida (2016), lo que convenció al DCEU de seguir explorándola en Aves de Presa, un auténtico espectáculo visual que, relatado desde la perspectiva de la arlequina, resulta en una alocada y retorcida exploración del universo gótico. Más interesante aún es su poderío femenino con mujeres completamente liberadas del yugo masculino, algo que puede apreciarse en la construcción del equipo titular, pero también en la omisión de Batman y Joker, quienes han dejado de ser imprescindibles para la urbe. Una cinta importante en la evolución de la franquicia, pues aunque su excentricidad le ha hecho batallar con algunos sectores de la audiencia, demuestra que la franquicia ha encontrado el rumbo con la realización de proyectos ideados conforme a las distintas necesidades narrativas sus héroes y villanos.
Mujer Maravilla 1984 (Dir. Patty Jenkins, 2020)
Generó altas expectativas por el éxito de su antecesora, por el desarrollo de sus acciones en la popular década de los 80, así como por su estreno en un 2020 sin grandes estrenos por la pandemia, pero al final tuvo que conformarse con opiniones encontradas. Es un hecho que la película carece de la originalidad y frescura que caracterizaron a la primera entrega, pero también que la historia tiene un alto nivel de calidad narrativa y simbólica. Su pecado: la nostalgia que le caracterizó. Patty Jenkins siempre ha reconocido que se inspiró en el kryptoniano de Richard Donner para la concepción de su amazona, pero estas similitudes se evidencian aún más en una secuela que replica muchas de las incógnitas plasmadas por la propia Superman II: héroes que deben decidirse entre el sueño de una vida normal al lado de las personas que aman y los poderes con los que luchan por un mundo mejor. Todo esto enaltecido por las secuencias que muestran a la guerrera surcando los aires con la confianza de que el mañana será mejor. Una fórmula regida por el idealismo extremo y que no goza de gran aceptación entre las audiencias contemporáneas, lo que le hizo tan injustamente incomprendida como Superman regresa (2006). Eso sí, con la gran diferencia de que la popularidad de Gal Gadot y el respaldo del DCEU garantizarán el regreso de la fémina para una nueva batalla.
El Hombre de Acero (Dir. Zack Snyder, 2013)
El éxito de la trilogía gótica de Christopher Nolan hizo que Warner y DC intentaran replicar sus bases en una franquicia asentada en el realismo y la reflexión. Una tendencia evidente en El hombre de acero, con Henry Cavill como un kryptoniano dudoso de su identidad, hasta que decide revelarse al mundo para ayudar a una humanidad en franca decadencia. O como él mismo dijera sobre su escudo, “en mi mundo significa esperanza”. Esta construcción fue determinante para alejarle de la mítica encarnación de Christopher Reeve, pero no fue suficiente para consolidarle como el máximo héroe de las audiencias contemporáneas, pues el grueso del público no abrazó plenamente su mensaje al dejarse llevar por debates banales sobre la brutalidad del tercer acto y su mortífero ataque final que sería determinante para el futuro de la franquicia. Una cinta incomprendida que merecía considerablemente más aprecio del que recibió.
¡Shazam! (Dir. David F. Sandberg, 2019)
Quizá no sea el personaje más popular de DC Comics, pero el reciente auge del terror y de la nostalgia ochentera hizo que la adaptación de ¡Shazam! se tornara inminente e incluso necesaria. David F. Sandberg lo entendió perfectamente al capturar la esencia de clásicos como Los Goonies (1985), Laberinto (1986) y Quisiera ser grande (1988) para abordar una historia plagada de elementos fantásticos que conducen a toda clase de peligros, pero también a grandes enseñanzas que son determinantes rumbo a la edad adulta. La cinta no habría sido la misma sin el estupendo trabajo de Zachary Levi como un chico plagado de miedos e inseguridades y que súbitamente se ve atrapado en el cuerpo de un superhéroe tan poderoso que rivalizaría con el mismísimo Superman. Emocionante y divertida, así como enternecedora, original y dotada de importantes mensajes de unión familiar, una mezcla que convirtió al improbable ¡Shazam! en una de las cartas más fuertes en la reciente reestructuración del DCEU.
Aquaman (Dir. James Wan, 2018)
Aquaman fue objeto de burla por años y muchos dudaban que una adaptación individual fuera siquiera una buena idea. Sin embargo, James Wan y Jason Momoa demostraron el verdadero potencial del héroe acuático con una cinta imperfecta en algunos elementos técnicos, pero tan divertida y emocionante que llegó a ser comparada con clásicos de aventuras como Indiana Jones. Una hazaña que pudo concretarse con brillantes secuencias de acción, varios cambios de escenario que resultaron en una misión de carácter global y un estupendo trabajo de todo el elenco, destacando además la buena química entre el propio Momoa y su coprotagonista Amber Heard, pero también con toques de humor que recordaban continuamente la naturaleza fantástica de la historia, como fue el cameo de Topo, mejor conocido como el pulpo baterista. Estas decisiones desafiaron el realismo buscado en títulos previos como El hombre de acero y Batman vs Superman, pero al final resultaron clave para convertir a Aquaman en la película más taquillera de la saga y su personaje titular en uno de los héroes más ovacionados de los últimos tiempos.
Mujer Maravilla (Dir. Patty Jenkins, 2017)
La cinta individual de Mujer Maravilla ya estaba destinada a hacer historia al ser la primera película del subgénero comandada por una directora. Pero la dupla integrada por Patty Jenkins y Gal Gadot no se conformó con esto, sino que rebasó todas las expectativas al combinar características opuestas por generaciones en el imaginario colectivo para introducirnos con una guerrera cuyo enorme poderío no atenta contra su femineidad ni su capacidad de amar. Una construcción incomprensible para algunos, aun cuando la cineasta explicó que “las mujeres pueden y deben ser TODO tal y como deben ser los protagonistas masculinos. No existe una buena o mala versión de mujer poderosa”. Aplaudida por el público sin distinción de género, Mujer Maravilla terminó convirtiéndose en el pilar más sólido del DCEU y en el mayor referente rumbo al prometedor futuro de la franquicia que sólo pareció encontrar el rumbo con la incorporación de este importante personaje.
La Liga de la Justicia de Zack Snyder (Dir. Zack Snyder, 2021)
Si Liga de la Justicia (2017) parecía ser el último clavo en el ataúd de un DCEU marcado por los altibajos, el llamado Snyder Cut bien puede ser visto como la redención de una franquicia que se ha ganado todo el derecho a continuar con el plan original. O mejor dicho, que DEBE continuar, pues dejarla en punto muerto sería injusto para todos los involucrados en el proyecto, así como para los miles de aficionados que presionaron para su liberación fuera posible. Una cinta redonda en narrativa que hace justicia a cada uno de los integrantes del equipo con una difícil mezcla de elementos tan diversos como son los antiguos mitos, las fuerzas alienígenas y las posibilidades tecnológicas. Esto a su vez es determinante para afianzar el mensaje concebido desde el lejano arranque de la saga con El hombre de acero y que pretendía plasmar a estos héroes como los nuevos dioses del mundo contemporáneo. Por sus orígenes, su fuerza y sus distintas cualidades, pero más importante aún, por su capacidad para representar lo mejor de un planeta unido más allá de cualquier diferencia histórica. La mejor película del DCEU y que –si Warner así lo decide– deja las puertas abiertas para un sinfín de posibilidades.
Luis Miguel Cruz Algún día me uniré a los X-Men, la Alianza Rebelde o la Guardia de la Noche. Orgulloso integrante de Cine PREMIERE desde el 2008.