Descuida, yo te cuido – Crítica de la película

Es rara la cinta cuyas alianzas no quedan establecidas desde temprano. Más allá de «buenos» y «malos», ¿con quién quiere el filme que nos aliemos? La película Descuida, yo te cuido (I Care A Lot) está constantemente en peligro de salirse de control, de quedar atrapada en su propia red de engaños y hartar a un espectador que de repente quiere que a todos les vaya mal. No obstante, el director J. Blake (La quinta ola, The Disappearance of Alice Creed) logra mantener el control haciendo uso adecuado de todas las lecciones que sin duda aprendió en la «Escuela para personajes perturbados» de David Fincher. Si alguna vez ha habido un buen ejemplo de un exitoso balance entre inspiración y copia, es éste.

Las referencias a Fincher no son muy sutiles, pero hay suficiente originalidad para que sobreviva por sí misma. Desde la fotografía fría y calculadora, al soundtrack que marca el ritmo y, por supuesto, el atinadísimo casting de Rosamund Pike quien no repite a su personaje de Perdida, sin completamente deshacerse de ella. Así, el cineasta toma un atajo para aquellos que estamos familiarizados con Amy Dunne… y los que no lo estén, no tardarán en ponerse al corriente cuando conozcan el plan de la protagonista de la película Descuida, yo te cuido. 

Marla («ésa cortada en el paladar que sanaría si tan sólo pudieras dejar de tocarla…«) Grayson es una mujer que se dedica a hacerse cargo de gente de la tercera edad. Su negocio consiste en entregar reportes médicos exagerados (por supuesto, la doctora interpretada por Alicia Witt recibe su generosa porción) a la corte, quienes entonces le entregan la custodia legal a ella. Partiendo de la «bondad de su corazón», Marla se encarga de exprimir todo lo que tienen para darles un cuidado en un asilo de primera… y evitar que vuelvan a salir. Es un engaño enfurecedor y suficientemente plausible para preguntarnos si este tipo de cosas sucederán. ¿Es de verdad tan fácil que un adulto mayor pierda control de su vida y su poder de consentimiento? La respuesta es sí y es devastador. Aunque la película Descuida, yo te cuido no está basada en ningún hecho real, sí está inspirada en diversos casos verdaderos.

Las cosas se le complican a nuestra despreciable protagonista y a su pareja y socia Fran (Eiza González) cuando encuentra a Jennifer Peterson –Dianne Wiest, igualmente fantástica–: una mujer adinerada que no parece tener conexiones de familia ni de amigos. Excepto que sí las tiene. Y es aquí donde la trama verdaderamente despega con la imponente llegada de un Peter Dinklage despiadado. Él parece ser la única persona con el mismo nivel de crueldad e inmoralidad que la protagonista.

De ahí en adelante, la película es igualmente frustrante y emocionante. Las alianzas del espectador están en constante movimiento y las acciones (a veces ejecutadas con la precisión de un reloj suizo, a veces sin sentido, y a veces de plano casi superhumanas) de los personajes hacen muy difícil mantener ese estado de suspensión de la credibilidad que es fundamental para cualquier película.

Esto dicho, sería imposible decir que Descuida, yo te cuido no es una película que funciona. Sí tiene sus fallas y sí tiene sus huecos, pero logra llegar triunfante a un clímax que se las arregla para darle a la audiencia lo que pide. Es difícil discernir si al cineasta le salieron bien las cosas por habilidad o por pura suerte… pero supongo que no hace diferencia.

Descuida, yo te cuido ya está disponible en Netflix.

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J. Ivan Morales Escritor, director de cine y director editorial en ésta, su amigable vecina publicación de cine, Cine PREMIERE. Nunca perderá la esperanza de una segunda temporada de Studio 60 on the Sunset Strip y Firefly.