Buscador
Ver el sitio sin publicidad Suscríbete a la revista
Columnas

Dí­a 1

06-02-2009, 1:02:33 PM Por:
Dí­a 1

Blog desde la Berlinale: La presentación de The International de Tom Tykwer.

El Territorio

Salgo de la estación Potsdame Platz, ubicada en la línea ocho del metro, y lo primero que hago es quitarme el maldito gorro -no hay uno en el planeta Tierra que me quede medianamente decente- que se aferra a mi cabeza con una tensión asfixiante, como un globo de fiesta infantil usado a manera de condón. Hace un día espléndido, tan bello, que incluso los berlineses, todos ellos tan expresivos como Buster Keaton, especialmente durante los inviernos, sonríen como Jim Carrey o como Shirley Temple o como Barnie, el único dinosaurio que en verdad merecería la extinción. Yo no sonrío porque no hay nieve y para mí las Berlinales sin su alfombra blanca y natural son ridículas: un pastel de zanahoria sin aquel betún que no sé de qué diablos sea pero que sabe tan bien.

Tilda Swinton y el Jurado de Luzbel

Amarguras aparte, yo también sonrío. Más cuando una señorita que se parece a Alexandra Maria Lara pero en rubio y algo más robusta me otorga la acreditación correspondiente (a cambio de 60 eurazos que hace un año eran todavía 50 y 40 hace tres). "Vielen Dank" digo y luego desaparezco corriendo, pues la conferencia de prensa ha empezado ya y quiero, necesito ver de cerca a Tilda Swinton. Siento la urgencia de comprobar si de verdad, como me han dicho, es una de las criaturas más extrañas que ha ofrendado la naturaleza. Y bueno, ciertamente lo es aunque en manera favorable: No sé si es por su cuello largo de cisne, su cabello de Luzbel o su elocuencia de líder sindical minero que me siento atraído por ella. Quisiera tocarla y saber si es real y pedirle uno de sus cabellos para guardarlo dentro de una lata de recuerdos que luego entregaría al más querido de mis nietos, cuando los tenga. Si los tengo.

La misma Swinton me saca de mis cavilaciones cuando declara, en su posición de presidenta del jurado en el festival, que uno de los temas presentes en los filmes que se exhibirán es la globalización y sus resultados. "No olvidemos el peso histórico, social y político que siempre ha tenido este Festival. Ninguno otro en el mundo aborda estos temas de forma tan directa", dice Swinton mientras que Isabel Coixet, otra miembro del jurado, mueve la cabeza afirmativamente. Pero todavía más aguerrido que el delicioso ángel andrógino es el director sueco Henning Mankell, quien señalándonos de un lado a otro de la sala afirma con voz potente, de fumador que le da el golpe a los puros: "Disculpen que lo diga pero la culpa de muchos de los males del mundo es de ustedes. De la mass media occidental. Son ustedes los que no dicen la verdad sobre lo que suecede en África, por ejemplo, y eso me parece intolerable", ello antes de que Swinton vuelva al ataque y remate con estilo una pregunta que se le hace sobre la importancia de la relación entre la crisis económica y el cine: "no es un tema que me importe. Prefiero que se me pregunte sobre Gaza que sobre la crisis".

La Internacional

Lástima por Tom Tykwer, tan querido en ésta, su tierra. Lástima también por Clive Owen. Y además por Naomi Watts, quien no acudió a la conferencia de prensa pero a quien con gusto apapacharía para aliviarla de desgracias. Y es que The International, aunque me duela decirlo, no cumple con las expectativas planteadas. Clive Owen cada vez es más Clive Owen actuando (casi se calcó a sí mismo en el papel de Los Niños del Hombre) y el bronceado Acapulco de dos días que portaba no le quedaba nada bien -también, a ratos, se me dan los datos frívolos-. Me gustaría, sin embargo, que no se me malinterprete: Considero a Tykwer el mejor director de su generación (aunque, cabe decirlo, la película de él que más me gusta continúa siendo Heaven, tan mal recibida por público y crítica). Es sólo que es evidente que su menjurje no salió como se esperaba, provocando que un thriller que pudo haber sido de lo más actual -¿hay alguien hoy día que no quiera aplicarle manita de puerco, como mínimo, a los banqueros?-, se convierta a ratos en casi un churrazo. Y si digo casi es porque la cinta es salvada por una contenida pero adecuada Watts, la maestría histriónica de Armin Mueller-Stahl (sin duda el mejor actor alemán vivo) y secuencias francamente excelentemente bien realizadas, como el tiroteo en el supuesto museo Guggenheim de Nueva York (los interiores fueron reproducidos en los estudios Babelsberg, en Potsdam). Ello y las tomas realizadas en Berlín en escenarios urbanos nunca filmados.

Aquí el trailer:

La duda

He hecho todo, casi todo -solamente me faltaría plantarme en el Aeropuerto con afán de encontrármelo (que por cierto, en Berlín son dos-)- por entrevistar a García Bernal, pero al parecer será una hazaña imposible. Según su publicista estoy en lista de espera. Ya veremos.

 

¿Te interesa el mundo del emprendimiento?
Conoce Emprendedor.com el medio lider en contenido de Ideas de Negocio, Startups, Finanzas, Noticias para emprendedores, Franquicias, Marketing, Inspiración, síguenos y proyecta lo que eres.

autor Clara Itzel es una comunicóloga junkie de los animales, TV, cine, libros, tatuajes, pop culture, té & café. La pueden seguir en instagram (@MissClaraItzel) y leer en ElMoodRandom.com
Comentarios