Dí­a 6: 10 voces de México

Imagen del Cinemaxx de Potsdamer Platz, uno de los cines más populares durante la Berlinale

En palabras de una periodista de un distinguido diario español, Revolución fue la cinta que “levantó” el día de ayer, a su juicio “flojo” en cuanto a las películas presentadas en la sección de competición se refiere. Yo no sé si fue para tanto, pero no puedo negar que la expectación que generó fue casi tan intensa como la polémica suscitada tras la proyección. Indagando entre las opiniones de otros colegas, varios de ellos mexicanos pero también europeos y de otros países de Latinoamérica, me he percatado de que al menos nadie parece haberse quedado indiferente frente a lo visto: “El de Reygadas es una porquería, prueba de que más que director de cine es un provocateur”, decía un reportero francés a otro español, quien a su vez le replicaba: “¿Pero qué dices? Si es el mejor de todos. Lo que pasa es que tú no lo entiendes porque no has vivido en México”, mientras una italiana le explicaba a su pareja lo que ella pensaba que Amat Escalante había querido decir con su cortometraje. Si se me pregunta, yo me quedo primero con todo lo surgido de la lente de Eimbcke y también con cosas que observé en los trabajos de Reygadas, Escalante, Naranjo, Chenillo y, para mi sorpresa, destellos del de Gael García Bernal. El resto son un poco menos de mi gusto pero ello obedece a un punto de vista estrictamente personal. Lo importante, lo que nadie puede negar es que este mosaico de diez obras funciona de manera eficiente. La suya es la voz de una nueva camada de directores mexicanos. Revolución es la suma de sus ecos. El simple esfuerzo me parece loable, sobre todo tomando en cuenta que pudo haberse quedado en charla de café o en verborrea etílica, como infinitud de proyectos. Hay que verla.

Cuatro de los diez directores de Revolución

La Entrevista

La Embajada de México en Berlín es un edificio de verdad espectacular. Tan es así que incluso aparece en las guías de turistas como ejemplo de la nueva arquitectura de la ciudad. En sus entrañas, y por razones que no entiendo del todo, tiene lugar la que será la rueda de prensa de Revolución. Nada más entrando a la parte del espacio que se ha acondicionado para ello, gritos de fotógrafos cortan el aire en varios idiomas: “Here, Gael”, “Hallo, guck mal hier, Mr. Reygadas”, “Diego, aquí”. Luego de la sesión, los periodistas somos guiados en grupos de cinco a una de las mesas donde cinco directores nos esperan. Antes de iniciar con las preguntas se nos advierte que contamos únicamente con diez minutos. La carnicería, por tanto, es inminente, y la mayor parte de las preguntas son dirigidas a García Bernal y Luna, quienes asumen sin problemas su papel de voceros de cada grupo. Para fortuna de todos los que nos reunimos, los egos fueron dejados afuera, tal vez en los guardarropas, listos para vestirse una vez que hubiese que regresar a la nieve y al ojo público. Allí colgados habría, seguro, unos más largos y grandes que otros.

Scorsese-Von Trier

La noticia se difumina como pólvora o más bien como un virus contagioso. De hecho, yo la supe un par de horas antes de leerla en una de las revistas que siguen día a día lo acontecido en el festival, ello gracias a la charla que tuve con uno de los incontables trabajadores que forman parte del staff de la Berlinale: “Scorsese y Lars von Trier se encontraron aquí en Berlín hace unos días. Según me dijo un reportero holandés, al parecer von Trier quiere hacer un remake de Taxi Driver. ¿No sería lo máximo”, me preguntó en un inglés arrastrado. Para desgracia de muchos el rumor fue desmentido por la prensa danesa antes de que concluyese el día: “Sí que se reunieron”, decía el texto, “pero de ningún modo fue para hablar sobre una nueva versión del clásico de Scorsese”. Lástima. O no.

Carlos Jesús González / Corresponsal Berlín

¿Quieres ser un emprendedor o emprendedora?
Conoce Emprendedor.com el mejor contenido de Ideas de Negocio, Startups, Franquicias, e Inspiración, síguenos y proyecta lo que eres.

Staff Cine PREMIERE Este texto fue ideado, creado y desarrollado al mismo tiempo por un equipo de expertos trabajando en armonía. Todos juntos. Una letra cada uno.