Dí­a 7: La Fiesta (Un Dí­a Después)

Símbolo de Berlín y la Berlinale.

Ya vamos para el séptimo día pero si ni siquiera Dios se ha sentado a descansar cómo demonios va a poder hacerlo uno. Una pausa no me vendría mal, mucho menos luego de haber atendido a la fiesta con que el equipo de Revolución festejó su presentación en el festival. La cita fue en un edificio abandonado del barrio de Prenzlauer Berg desde donde se tenía una vista de la ciudad exquisita. La música y los tragos corrieron a discreción y todo mundo pareció pasársela bien. Ya amanecía cuando la mayor parte de nosotros decidió retirarse, unos para brindar entrevistas y otro para hacerlas, cubiertos por el frío cruel con que Berlín recibe la mañana.

Sobre la acción de dar
Después de dormir un par de horas y recibir una refrescante ducha fría, cuerpo y mente se activan de nuevo para lo que venga, anestesiados por la ilusión de continuar aspirando la atmósfera que la Berlinale genera. En mi caso fue atender a la película Please Give, de Nicole Holofcener (Amigos con dinero), quien en su película reúne el talento de Amanda Peet, Rebecca Hall y la siempre excelente Catherine Keener. El filme, que gira en torno a la vida de estas tres mujeres –más la adolescente Sarah Steele-, en sus obsesiones, miedos y manías, fue recibida entre aplausos por la prensa presente en el Berlinale Palast. En lo personal, yo estoy cada vez cansado de las fórmulas que creo percibir en el cine independiente norteamericano, o al menos en aquel que es construido a partir de retratos intimistas de la clase media estadounidense. La cinta de Holofcener no es distinta, pero al menos posee la virtud de contar con buenos chispazos en el guión y de regalar actuaciones más que decentes por parte del elenco. Los fanáticos de Hall –me incluyo–, podremos mirarla en un registro totalmente distinto al que ha brindado en otras ocasiones, y también vale la pena mencionar la natural desenvoltura mostrada por Oliver Platt, acaso el único varón dentro de este nutrido concierto de genes XX.

Un Verano en el Fin del Mundo
Para cerrar la tarde o recibir la noche, How I Ended This Summer, de Alexie Popogrebsky es exhibida en una de las salas del Cinemaxx. Fiel a la tradición rusa, las tomas largas de la cinta van apuntalando un lenguaje que tiende a verse cada vez menos, un cine lleno de silencios y paisajes y mensajes crípticos, un cine que exige la traducción del espectador, que lo fuerza a interpretar desde una vigilia extraña, como esa que se tiene justo cuando se acaba de despertar. Buena música y diálogos de lo más extraños acompañan a este ejercicio que probablemente habría gustado a Tarkovski. Y no necesariamente por las tomas sino por las soledades expuestas. Soledades de oso polar.

Celebrando a San Valentín en la Potsdamer Platz, entre película y película.

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Clara Itzel Hernández Valladares Clara Itzel es una comunicóloga junkie de los animales, TV, cine, libros, tatuajes, pop culture, té & café. La pueden seguir en instagram (@MissClaraItzel) y leer en ElMoodRandom.com