Dino King: Viaje a la montaña de fuego – Crítica

Desde las lejanías de China y Corea del Sur llega una aventura más de dinosaurios animados por computadora pero retratados bajo una perspectiva oriental. Tal vez por eso, pese a ser una historia infantil, Dino King: Viaje a la montaña de fuego es dramática y fuerte en términos emocionales. Retrata con fiereza la relación de desaprobación de un padre con su hijo, pues el primero desenvaina severos juicios hacia el pequeño. Además, como dato curioso, sus protagonistas son tarbosaurus, lo cual en lenguaje coloquial –y un científicamente reduccionista– significa la versión asiática del tiranosaurio rex.

Antes de adentrarnos en la trama, es importante mencionar algunos antecedentes. Dino King: Viaje a la montaña de fuego es la tercera entrega de una trilogía que nació –al menos en la cronología de la historia– con Tarbosaurus: The Mightiest Ever (2012), la cual sigue a un Tarbosaurio llamado Patch, el padre de Speckles. Este filme documentaloide, como todos los de la trilogía, se desarrolla hace 80 millones de los en el periodo cretácico tardío.

Junior es secuestrado por un grupo de velociraptors que trabajan para una criatura aún más aterradora.

Cronológicamente, los eventos de esta familia jurásica continuaron con Speckles, el Tarbosaurus, cuyo estreno estuvo acompañado por el del título antes comentado. Aquí se narra cómo Speckles crece en la orfandad hasta que conoce a Blue Eyes, hembra con quien forma una familia. Sin embargo, la tragedia lo persigue: pierde a su pareja y abandona su cuerpo para tratar de salvar a sus dos hijos sobrevivientes –previamente había perdido a otro– de las garras de un grupo de velociraptors. Posteriormente, un nuevo enfrentamiento con su némesis One-Eye deja como saldo la muerte de otra de las crías del protagonista, mientras que Junior cae por un barranco a un río, episodio que esta tercera entrega se recuerda con frecuencia.

Los tres trabajos en animación por computadora fueron dirigidos por Han Sang-Ho, quien en Dino King: Viaje a la montaña de fuego muestra cómo Speckles y su hijo Junior son separados cuando el pequeño es secuestrado. Esta nueva odisea tempestuosa lleva al padre a entablar inesperadas y exasperantes alianzas; mientras que Junior aprende a enfrentar sus miedos para desafanarse del cautiverio en el cual se ve encapsulado.

La película también habla sobre la importancia de la amistad y el trabajo en equipo, sin importar las diferencias que imperan a primera vista.

Dino King: Viaje a la montaña de fuego no ofrece aportaciones en términos visuales, el trabajo de CGI está a años luz de lo que se consigue en la hegemónica Meca del Cine. Sin embargo, sus contrariedades no sólo recaen en su estética, la historia también es derivativa de su propio universo diegético o de otras historias en torno a dinosaurios que han dejado su impronta en el público, como es el caso de Pie pequeño en busca del valle encantado (1988), otro drama paquidérmico aunque enfocado en un “cuello largo”.

Probablemente lo más sorprendente sobre Dino King: Viaje a la montaña de fuego es el abanico de especies de dinosaurio que presenta, desde voladores hasta hervívoros y carnívoros, cada uno insertado en un contexto realista. Cuenta con algunos momentos entrañables y emocionantes para los más pequeños pero nada más. La cinta es asediada por un pobre manejo del ritmo, un guion predecible y un par de personajes enfadosos. Sí, te hablamos especialmente a ti, Speckles.

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Mabel Salinas No soy la Madre de los Dragones, pero sí de @Enlabutaca; desde ahí y en Cine PREMIERE estoy en contacto con las buenas historias. Melómana, seriéfila, cinéfila, profesora universitaria, y amante de las bellas artes. Algún día escribiré una novela de ciencia ficción. ¡Unagui!