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Cine

Dulce familia – Crítica

10-05-2019, 9:47:54 AM Por:
Dulce familia – Crítica

Un guion original que se destaca dentro de la oleada de remakes, pero que termina siendo otra propuesta complaciente.

Cine PREMIERE: 2.5
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Dulce familia se describe a sí misma como una «historia azucarada» y una «comedia light«, un juego de palabras que tiene como objetivo resaltar el tema gastronómico de la cinta. Sin embargo, estos adjetivos que usa para autodescribirse también son las debilidades más notables de la historia, que termina siendo una propuesta ligera y complaciente.

Tami (Fernanda Castillo) está viviendo el mejor momento de su vida: su exitosa pastelería se encuentra en su apogeo y su novio Beto (Vahdir Derbez) le acaba de pedir matrimonio. Esta alegría pronto se desvanece cuando se impone una misión imposible: bajar 10 kilos en dos meses para entrar en el vestido de novia de su mamá (Florinda Meza).

La película utiliza la comedia como vehículo para transmitir un mensaje sobre nuestra relación con la comida, abordando desde trastornos alimenticios hasta la presión que la sociedad impone sobre las mujeres por cumplir con un estándar de belleza homogeneizado. Para transmitir su mensaje, el guion de Nicolás López (el director) y Guillermo Amoedo coloca a los personajes en el extremo más exagerado del arquetipo que están representando. Tami ha basado su felicidad en la comida y en los azucarados postres que han hecho de su panadería un establecimiento de renombre. En el otro lado de la balanza se encuentra su madre Verónica, una actriz de TV obsesionada con la imagen y la fama, y su hermana Bárbara (Regina Blandón) una nutrióloga que ha creado una app brutal para bajar de peso, pero que esconde un secreto oscuro sobre su relación con la comida. Ale (Paz Vascuña), la hermana mayor, está en medio de este torbellino, pero pronto nos damos cuenta de que ella tiene sus propias aflicciones sobre este tema a través de  la relación que tiene con su hija Juana (Vanessa Díaz), una adolescente orgullosa de sus curvas.

Desafortunadamente, la sustancia del mensaje se pierde en la transmisión. Los personajes viven en un mundo de oposición, donde todo parece ser o blanco o negro, o como dice el personaje de Vadhir Derbez, «la gordita feliz» o la «flaca y amargada». La película sí busca encontrar un balance en su desenlace, pero es demasiado tarde: los personajes fueron llevados a un cliché tan exagerado que es difícil regresarlos a un punto medio creíble, a una área gris.

Curiosamente, es detrás de cámaras donde la cinta logra transmitir una opinión con más «peso» sobre este tema. Tanto Fernanda Castillo como Vadhir Derbez atravesaron una transformación física donde subieron de peso (Castillo subió 12 kilos mientras que Derbez subió 10) para dar vida a sus personajes. Ambos actores han sido muy abiertos con los medios y en sus redes sociales sobre el viaje personal que atravesaron durante esta transformación y sobre cómo impactó su relación con su cuerpo y la comida y la presión que vino después por bajar esos kilos de más.

Dulce familia es una comedia con una propuesta original, que se destaca dentro de la oleada de remakes que han desfilado por las salas de cine del país. La dinámica familiar entre estas cinco mujeres y sus personalidades opuestas es el punto fuerte del filme y de donde la cinta saca su vitalidad y su factor cómico. Otro aliciente de la cinta es ver a Florinda Meza en el rol de la matriarca y villana de esta familia disfuncional, el cual representa su regreso a la pantalla grande después de 30 años. La cinta es lo que promete ser: una comedia light con un mensaje light que cumple su misión de entretener este día de las madres.

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autor Comunicóloga para quien el cine y la fotografía son las mejores maneras de ver la vida. Es fan de Sofia Coppola y la estética de Wes Anderson, añora décadas pasadas y piensa que todo el mundo debería irse en un road trip por lo menos una vez en la vida.
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