El misterio de Silver Lake – Crítica

Es genuinamente entretenido ver cómo El misterio de Silver Lake se va arruinando a sí misma poco a poco. Su director y escritor, David Robert Mitchell, hizo Está detrás de ti, una cinta de suspenso estilizada con un mensaje muy directo. Silver Lake hace lo contrario. Mientras más avanza más va perdiendo la cabeza en el peor sentido posible… hasta llegar a la incoherencia.

Su primer acto es realmente intrigante porque establece piezas interesantes con mucho estilo. Mitchell hace un gran trabajo pintando el ambiente y construye una película totalmente de Los Ángeles. Captura a la perfección parte de la esencia de la ciudad: colorida y encantadora, pero al mismo tiempo extraña y llena de secretos.

La música de Disasterpiece, al igual que en Está detrás de ti, es una joya. De hecho, parece la banda sonora de una película mucho más interesante que la que estamos viendo. Evocar a Bernard Herrmann no sólo es difícil, sino que además requiere a una cinta que esté a la altura. Desafortunadamente Silver Lake se va cayendo con cada minuto que pasa.

Conforme la película avanza vamos descubriendo nuevos detalles sobre el misterio, así como detalles que no tienen absolutamente nada que ver con lo que la trama principal plantea. La película falla en uno de los elementos más fundamentales de una buena historia de misterio: las conexiones entre las pistas. El guion avanza porque tiene que avanzar, con poca justificación o lógica que fortalezca su intriga.

Nada de lo anterior importaría si la resolución fuera satisfactoria, si la verdad detrás de lo que está pasando justificara –aunque sea un poco– la incoherencia que ha tenido la película hasta ese momento. Pero no, la realidad es muy estúpida. Y podría ser suficiente si la cinta se vendiera como la sátira que a veces intenta ser o si la solución poco satisfactoria fuera de alguna forma a propósito. Pero ése tampoco es el caso.

El misterio de Silver Lake se queda en un limbo. Quiere ser una buena historia de misterio, homenajear a los grandes y al mismo tiempo burlarse de la búsqueda obsesiva de detalles en este tipo de historias; y no hace ninguna de las tres particularmente bien. Desperdicia una música fantástica, una actuación de Andrew Garfield apropiada y una ambientación cautivadora.

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Sebastián Valencia Apasionado de la animación y el cine de romance. Mi director favorito es David Fincher. Y me gusta el rap.