El reencuentro (Sage femme) – Crítica

Catherine Deneuve y Catherine Frot. Dos actrices francesas con un enorme talento, una con una trayectoria un poco más larga que la otra, pero ambas con un porte y potencial enormes y muy diferentes entre sí, para interpretar sus papeles y lograr conmover con tan sólo miradas. Con una nominación al Oscar por Indochina, dos premios César ganados y doce nominaciones, Deneuve ha brillado con directores como Luis Buñuel, François Truffaut y Jacques Demy. Por su parte, con dos premios César obtenidos y ocho nominaciones, Frot ha trabajado con Cédric Klapisch y Francis Veber. Es un enorme placer poder verlas actuar juntas por primera vez, y en ellas recae el encanto y fortaleza del drama dirigido por Martin Provost: El reencuentro.

Frot interpreta a Claire, una madre soltera que trabaja como partera en una pequeña clínica que está a punto de cerrar. Su vida está dedicada al trabajo, casi no socializa, y en su semblante siempre se puede notar cierta tristeza y resentimiento hacia la vida. Deneuve interpreta a Béatrice, una mujer egoísta y caprichosa que hace muchos años fue amante del difunto padre de Claire, y los dejó para perseguir una vida de apuestas y dinero. Claire vive con un rencor profundo hacia Béatrice, y ella reaparece en su vida cuando está a punto de morir.

La película acierta por no querer presentar a un personaje como bueno y a otro como malo para que el espectador premie el comportamiento del primero y deseche el del segundo. No se trata de identificar quién tiene que ofrecer el perdón y quién debe perdonar al otro, o quién debe ser castigado. Se trata de presentar comportamientos humanos y personalidades distintas de dos personas con un vacío. Tampoco se trata de idealizar su relación para que las protagonistas se vuelvan mejores amigas y se olviden de las consecuencias de sus actos y su realidad.

Afortunadamente la película nunca se estanca en un “hoyo negro” de tragedia, devastación, llanto y sollozos, pero su ritmo se llega a sentir lento cuando pasa cierto tiempo y no hay matices en las acciones y emociones que viven los personajes. Esto es todavía más notorio cuando algunas escenas con personajes secundarios -como el pretendiente de Claire- no le suman nada a la construcción de los personajes ni a la historia, y salen sobrando.

Aunque el ritmo de la película sea desigual, a veces logre retener la atención del espectador y a veces la pierda, El reencuentro tiene dos elementos más que apoyan la historia: el score compuesto por Grégoire Hetzel, que no destaca por sí solo, pero que cuando se le presta atención se pueden distinguir ciertas armonías placenteras al oído, y el acertado atrevimiento del director Martin Provost para mostrar escenas reales de partos en algunos momentos en los que la cámara muestra a Claire en su trabajo.

El reencuentro es una película que no es entrañable por su guion, su mensaje, sus encuadres, su originalidad o su atrevimiento, pero funciona por la maravillosa dupla entre Catherine Deneuve y Catherine Frot y la dicha de verlas actuar juntas.

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Diana Su Periodista, conductora y creadora de contenidos. Trabajó más de tres años en Cine Premiere y actualmente es periodista independiente y cubre temas relacionados con cine y series para sus canales personales. También es colaboradora en Spoiler Time, Cinépolis, CinemaNET y Ruido Blanco FM. Si fuera una caricatura sería Mabel de Gravity Falls.