La incansable lucha por un futuro mejor. Entrevista con Adriana Otero, directora de ¿Qué les pasó a las abejas?

Reconocido y galardonado en diferentes festivales de cine (tanto nacionales como internacionales), ¿Qué les pasó a las abejas? es un documental mexicano dirigido por Adriana Otero y Robin Canul, que surge a partir de la incógnita de la desaparición de millones de abejas en el estado de Campeche. Antes de su corrida comercial, la película obtuvo Mención Honorífica por parte del Jurado del Premio José Rovirosa 2020 en la categoría de Mejor documental mexicano y logró una destacada participación en el Festival MAFICI, en Argentina, y Pantalla de Cristal, en la Ciudad de México.

El documental toma como hilo conductor a las comunidades mayas apicultoras –representadas por Gustavo Huchín y Leydy Pech–, quienes toman la decisión de organizarse con el fin de encontrar la causa de la desaparición de los insectos. La investigación les lleva a un enfrentamiento con las autoridades y con la compañía transnacional Monsanto, la cual ha puesto en peligro la subsistencia de dichas comunidades, gracias a la siembra de soya transgénica.

El documental hace hincapié en las consecuencias sociales, económicas y ambientales derivadas de la aplicación de venenos agrícolas. Su intención es iniciar un diálogo en la población alrededor esta enorme problemática y se trata de una invitación para llevar a cabo una conversación sobre los derechos humanos. En particular, sobre los derechos colectivos de los pueblos originarios, quienes de manera activa, expresan el deseo de participar en la toma de decisiones de todos aquellos proyectos que son llevados a cabo en sus tierras.

Platicamos con Adriana Otero, quien dirigió junto a Robin Canul ¿Qué les pasó a las abejas? la cual ya se encuentra en cines.

¿Cuál fue la principal razón por la que Robin Canul y tú decidieron abordar este tema y de qué manera llevaron a cabo su preparación y investigación?

La decisión de hacer esta película realmente surge a partir de nuestra necesidad como realizadores de aportar a la causa. Robin, en su trabajo como periodista, ya se había visto involucrado con las comunidades mayas. Por mi parte, fue gracias a las redes sociales que me enteré de la lucha de estas comunidades del sureste del país contra una transnacional tan conocida y tan grande como lo es Monsanto. Me pareció un tema muy relevante, pues no sólo aborda la cuestión del medio ambiente, que a todos debería interesarnos, sino que también tiene como personaje a las abejas, que, como bien sabemos, son seres vitales para la vida.

Nos interesaba mucho apoyar este suceso histórico, siendo así como inició la investigación. Fue ahí cuando decidimos entrar de lleno con el fin de ayudarlos a alzar aún más la voz, pues ellos ya habían logrado llamar la atención de las autoridades. Me pareció una buena idea apoyarlos desde lo que hago, que es el cine.

¿Cómo lograron ese primer acercamiento con Gustavo Huchín y Leydy Pech (representantes de las comunidades mayas) y de qué forma consiguieron ganarse su confianza con el fin de contar con su participación en ¿Qué les pasó a las abejas??

Debido a que Robin ya llevaba dos años trabajando en el equipo de comunicación del colectivo, él ya conocía a Don Gustavo y a Doña Leydy, así que, por ese lado, ya existía cierta confianza. Él les platicó sobre la intención que teníamos de documentar su caso, por lo que, cuando finalmente llegué, fue sencillo el proceso de adaptación y surgió con facilidad la confianza, pues hubo una conexión muy rápida entre nosotros. Don Gustavo y Doña Leydy son unas personas sumamente abiertas y muy amables, así que eso ayudó mucho.

Al platicarles sobre el propósito que teníamos con este documental, y al contarles un poco acerca de mi trayectoria profesional, ellos accedieron. Comprendieron las intenciones que teníamos de sumarnos a su causa y aportar herramientas a su lucha, pues necesitaban que su caso fuera escuchado por muchas más personas y que se hiciera más fuerte el eco de esta conversación.

En conferencia de prensa afirmaron que una de las dificultades para la realización de ¿Qué les pasó a las abejas? fue resumir, en 67 minutos, todas las problemáticas de la comunidad maya de Campeche. Teniendo esto en cuenta, ¿cómo hicieron la selección de temas que querían abordar y qué tanto material terminó quedando fuera del documental?

Desde que comenzamos el rodaje decidimos que la línea de la cual partiríamos sería el proceso de la consulta indígena. Sin embargo, cuando estábamos ya en la tercera o cuarta sesión, veíamos que no pasaba nada, por lo que el tema no avanzaba en lo absoluto. Además, también llegó un punto en el que la consulta se detuvo por completo, debido a irregularidades.

Fue entonces cuando tomamos la decisión de abordar la película a partir de la muerte de las abejas, ampliando un poco el panorama, hablando desde la cosmovisión de la cultura maya, de la manera en que nuestros protagonistas interactúan con su entorno, con la apicultura y con las abejas.

La decisión final fue abordar todos estos temas dentro del contexto de la agroindustria, de la soya transgénica y del uso de agrotóxicos. No pudimos profundizar en algunos datos duros, pero finalmente escogimos no mencionarlos porque pensamos que sería información que se podría saber de otra manera. Si la gente, después de ver la película, se interesa más en el tema, podría encontrar fácilmente estos datos a la hora de investigar.

Además, también queríamos mantener al documental dentro de un lenguaje cinematográfico y no puramente periodístico. Grabamos algunas entrevistas a científicos, sin embargo, éstas quedaron fuera tanto por cuestión de tiempo, como por el hecho de que buscábamos que el público conectara con los protagonistas y comprendiera plenamente su amor por las abejas.

¿Cuáles fueron las más grandes adversidades que se les presentaron durante la realización de ¿Qué les pasó a las abejas? y cómo fue que lidiaron con ellas?

En el caso de la consulta indígena, afortunadamente era un evento público, por lo que pudimos acceder con cierta facilidad. En cuanto a las grabaciones que hicimos en la Ciudad de México, en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, no nos permitieron entrar, y a pesar de que nos hubiera encantado estar ahí, comprendimos los protocolos que se tienen que seguir.

La manera en que solucionamos este problema fue esperando afuera del inmueble. Una vez que salieron los representantes de las comunidades, les pedimos que nos resumieran todos los temas que habían abordado, con el fin de poderlos documentar en video.

En la cuestión de los viajes que tuvimos que realizar, en un principio fue bastante complicado, pues no contábamos con los recursos. Desde que comenzamos el proyecto, sabíamos que queríamos ir a hacer filmaciones en Argentina, con el propósito de mostrar el reflejo de un posible futuro al que podría estarse encaminando México.

Sentíamos que era fundamental incluir esta serie de secuencias en el documental. Logramos conseguir apoyos económicos como el Estímulo Gabriel García Márquez y el FOPROCINE, ambos extintos actualmente, pero que en su momento fueron los que nos ayudaron a conseguir los viajes que buscábamos hacer.

Podríamos decir que esta película es incluso colectiva, pues hubo una gran cantidad de colaboraciones por parte de personas propias y ajenas a la producción.

Como realizadores de ¿Qué les pasó a las abejas?, ¿qué es lo que quisieran conseguir, a corto, mediano y largo plazo, después de presentar este documental a la audiencia?

A un corto plazo, llegar a la mayor cantidad de gente posible. En estos cuatro o cinco meses de exhibición, esa es nuestra principal meta.

A un mediano plazo, quisiéramos empezar a tener una mayor cercanía con las autoridades que pueden hacer algo al respecto por el tema: dándole seguimiento tanto a las comunidades, como al tema de la apicultura y las abejas en México. En este periodo, esperamos que la gente pueda cambiar su mentalidad y sus actitudes, llevando a cabo pequeños cambios que todos podemos hacer.

A un largo plazo, nos encantaría que la película logre ser parteaguas para un cambio, consiguiendo así una regulación de tierras para la agroindustria. [Esto permitiría también] apoyar a otras comunidades en su proceso de lucha, incluso aunque no estén relacionadas con la agroindustria o la apicultura.

En estos tres plazos que nos planteamos quisiéramos que la película sea vista, dando pie a conversaciones entre las personas. Esas son nuestras principales metas, no sólo como realizadores, sino también como integrantes de una sociedad.

¿Existe hoy alguna manera en que la gente pueda involucrarse más en esta situación y apoyar la causa de Gustavo Huchín y Leydy Pech?

Claro. Hay muchas maneras. Una de ellas, es siguiendo las redes sociales del Colectivo Maya de los Chenes, en donde frecuentemente se está actualizando todo tipo de información y se le está dando un constante seguimiento al proceso. Además de que hay veces en las que también se llevan a cabo peticiones para que la gente pueda firmar y participar.

Por otra parte, en cuanto al tema de la apicultura y las abejas, las personas pueden apoyar a los pequeños productores y apicultores de sus comunidades, incluso desde dejando de consumir productos que contengan soya transgénica o productos transgénicos como tal, en general. A final de cuentas, no es sólo la soya la antagonista, sino los monocultivos transgénicos que utilizan agrotóxicos y que han formado parte de esta industria destructiva.

De igual manera, las personas pueden sumarse a la causa por medio del arte, enviando dibujos, reflexiones, fotografías, o cualquier otra expresión artística, a las redes sociales de nuestra película, ya sea en Facebook, Twitter o Instagram, utilizando los hashtags #SomosAbejas, #AbejasPorElFuturo y #GlifosatoNuncaMás.

A partir del viernes 7 de mayo, ¿Qué les pasó a las abejas? comenzó su proyección comercial ante el público mexicano en las siguientes salas y estados:

• Campeche: Vochocinema
• Ciudad de México: Cineteca Nacional y Cine Tonalá
• Guadalajara: Cineteca Guadalajara FICG
• Morelos: Cine Morelos
• Mérida: Cinema Salón Gallos

Del 14 al 20 de mayo se exhibirá en:

• Chiapas: Foro Cultural Kinoki
• Estado de México: Film Club Café

Del 21 al 27 de mayo será mostrada en:

• Mérida: Cinema Salón Gallos
• Quintana Roo: El Cine Club
• Veracruz: Cinema 21

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Aldo Javier Martínez He sido amante del cine desde que tengo memoria, por lo que convertí esa pasión en mi profesión. Deseo dejar mi huella en el guionismo de terror. Baterista por hobbie. Fan de los 49ers de nacimiento.