Espiral: el juego del miedo continúa – Crítica de la película

Una forma poética de ver la franquicia de Saw y a sus fans -entre quienes me incluyo- es que mientras cada película que se ha estrenado (desde Saw II hasta Espiral: el juego del miedo continúa) es una ‘trampa’ para quienes amamos esta saga, la historia que cuentan es una tortura que nos lleva de la esperanza a la decepción. Pero no en todos los casos, pues hay películas de Saw menos tortuosas que otras, e incluso los juegos con el tiempo y los giros al final salvan todo. 

Chris Rock ha dicho que Spiral: From the Book of Saw o, como se llama en México la película, Espiral: el juego del miedo continúa, nació como una inquietud de poner su aportación a la franquicia. Es así que Rock participa no sólo como protagonista, sino como productor ejecutivo en una historia que nos regresa al origen de lo que fue la primera Saw: una película de detectives tras la pista de un asesino.

A diferencia de la primera película dirigida por James Wan, en Espiral: el juego del miedo continúa seguimos únicamente el punto de vista del detective sin una carrera contra reloj y víctimas encerradas en una bodega. La historia nos presenta al Detective Zeke Marcus, quien se ha ganado la enemistad de casi todos los miembros de la fuerza pública al rechazar caer en la corrupción que hay dentro de la policía.

Todo cambia cuando la policía descubre a un posible imitador del asesino Jigsaw que deja pistas sobre sus siguientes víctimas. Para atraparlo, el detective unirá fuerzas con un compañero novato e intentará evitar que su papá (el ex jefe de la policía, interpretado por Samuel L. Jackson) le ayude.

Darren Lynn Bousman dirige su cuarta película de Saw, luego de lograr una historia sólida a lo largo de las entregas 2, 3 y 4, que también estuvieron a su cargo. Sin embargo, si no fuera por las menciones a las trampas de Jigsaw y su legado, ésta bien podría ser cualquier película genérica sobre atrapar a un asesino serial. Sólo esas menciones y la presencia de estrellas de la talla de Chris Rock y Samuel L. Jackson, evitan que la película pase con más pena que gloria.

El plato fuerte de la franquicia siempre son las trampas que deben sortear las víctimas para salir con vida y, aunque en ese apartado no falla desde sus primeros minutos, ninguna de estas pruebas de supervivencia sobresalen precisamente de alguna otra de la saga. Incluso mientras más compleja y ‘teatral’ la trampa -existen algunas que le ha de haber tomado al asesino mínimo dos horas colocar a la víctima-, se extraña más la sencillez de la primera prueba de la franquicia: dos hombres esposados y con una sierra para que se corten el brazo o pie si quieren salir.

La película recaudará lo que normalmente tienden a recaudar las cintas de esta franquicia, por lo que Espiral: el juego del miedo continúa no tendrá problema en recuperar lo que costó su producción. Aunque probablemente por efectos de la pandemia y con los cines operando con butacas limitadas, su reto será mayor. Sin embargo, los fans de Saw obtendrán la dosis necesaria de gore y sangre para mantener viva esta franquicia sobre juegos mortales. Aun así, al comenzar los créditos finales uno no puede evitar pensar hasta dónde somos capaces de aguantar la tortura sin que haya nuevas propuestas de por medio, ¿hasta cuando Jigsaw?

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Sergio López Aguirre Stanley Kubrick alguna vez dijo "Para tener una visión más amplia, no sólo vean cine bueno, también el malo" obvio le hice caso en lo segundo y es muy divertido.