Eternals – Crítica de la película

En agosto de 2018, Chloé Zhao se reunió con Marvel Studios para mostrarles su idea sobre una película de Eternals. En ese entonces Nomadland se encontraba en pleno rodaje. Pero tanto la directora como Kevin Feige estaban ansiosos de trabajar juntos. Después de todo, Zhao fue una de las finalistas para dirigir Black Widow. ¿Marvel buscaba una directora de prestigio en ascenso o Chloé estaba interesada en el cine de superhéroes? Probablemente ambas y al final los dos ganaron.

La película Eternals comienza miles de años en el pasado. Cuando el ser humano apenas comenzaba sus pasos en la Tierra. Es así que conocemos al grupo de los Eternals, quienes al compás de “Time” de Pink Floyd, llegan a nuestra época actual, específicamente a Londres. Ahí continúan su misión de proteger al planeta de los Deviantes: criaturas sumamente peligrosas que sólo ellos pueden derrotar.

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El caso de Zhao es uno muy particular en Hollywood. Es una directora proveniente del mundo independiente que pasó de manejar un presupuesto de $5 millones de dólares, a uno de $200. Otro ejemplo reciente es Jordan Peele, quien rechazó hacer Akira, entre otras cosas, por no querer dar un salto tan extremo de presupuestos. Él quiere que sea más gradual. Pero Chloé Zhao hace ver que la unión de un equipo capaz, con su destreza como directora, pueden resultar en una película como Eternals, la cual parece hecha por alguien con la experiencia de toda una vida haciendo blockbusters.

Lo primero que sobresale en Eternals –y cualquier trabajo previo de Zhao–, son los escenarios. Con esta película abarca no sólo Estados Unidos, sino el mundo entero. Desdea las Islas Canarias, hasta Londres e incluso el Bollywood actual con todo y un pequeño número musical. Naturalmente para retratar el pasado de la humanidad, Zhao y compañía tuvieron que hacer uso de sets especialmente construidos, entre ellos el de la Gran Tenochtitlan,

La directora se toma su momento para ir presentando a los Eternals. O al menos a los más importantes para el desarrollo de esta historia. Quizá Makkari (Lauren Ridloff), Druig (Barry Keohghan) y Gigamesh (Don Lee) quedan un tanto olvidados y sólo sirven al avance del guion sin ahondar en ellos lo suficiente. Por su parte, Salma Hayek logra sacar ese instinto y lado maternal latino como la líder del equipo, con una serenidad única capaz de tranquilizar a cualquiera. Y esto se agradece al no mostrar el típico arquetipo de líder en una persona con temple frío y gritos por doquier.

Irónicamente, el tiempo que se toma la película para mostrarnos el verdadero conflicto de la historia, termina por perjudicarla. Esto sucede al intentar encontrar un balance entre una gran superproducción y una película de autor. Es hasta el nudo del segundo acto cuando estamos totalmente inmersos en la trama con sus giros y la dirección que va a tomar a partir de ahí. Sin embargo, para quienes estén acostumbrados a una construcción más dinámica dentro del MCU, Eternals sería un retroceso.

A lo largo del Universo Cinematográfico de Marvel hemos visto varias producciones que abrazan algunos subgéneros. Vimos el espionaje político con Capitán América y el Soldado del Invierno, la comedia con Thor: Ragnarok o incluso el cine de robos con Infinity War o Ant-Man. Pero todas ellas comparten el mismo ADN. En el caso de Eternals, a no ser por unas cuantas menciones de los héroes de Marvel, la película parece ajena completamente. Incluso hasta coquetearía con DC al nombrar a Batman y Superman.

La cinta seguramente dividirá opiniones sobre su relación con el resto del MCU. Por un lado, habrá quien celebre esa frescura e independencia que demuestra al alejarse de personajes ya vistos. Pero también habrá quien considere excesivo ese ‘aislamiento’. Por momentos pareciera que Eternals no quiere tener relación alguna con sus compañeras de franquicia. Sí, es una producción que puede disfrutar alguien que no ha visto ninguna película previa de Marvel, pero… ¿qué no parte de la magia de Marvel Studios es que justo todas forman parte de un universo compartido?

Pero esa falta de conexión es compensada con la dinámica de los Eternals, especialmente al tratar de descifrar el propósito de su existencia. Al final, Chloé Zhao los presenta como seres que han vivido en la Tierra por miles de años. Ellos han abrazado a la humanidad a través de instintos básicos o temores propios del ser humano como preguntarse los motivos de su existencia, dudar sobre sus propias capacidades o hasta buscar ser felices. Es así que Zhao aborda estos personajes con las mismas dudas y sensibilidad de personajes de sus películas como The Rider o Nomadland.

Visualmente Eternals, la película de Chloé Zhao, está a la altura de sus obras anteriores. Y como producción de cine de superhéroes, cumple al entregar una historia de origen -literalmente cubre miles de años- con un conflicto central. Sin embargo, el problema se hace evidente en el intento de amalgama de estas dos propuestas. La película no termina de encajar del todo y se queda sólo en la promesa de lo que pudo ser. La visión y propuesta de Zhao se percibe contenida, como si debajo de su ejecución hubiera una película que pudo haber creado todo un nuevo esquema para Marvel y sus producciones, en su escala pero especialmente en su espíritu.

Eternals ya está disponible en Disney Plus.

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Sergio López Aguirre Stanley Kubrick alguna vez dijo "Para tener una visión más amplia, no sólo vean cine bueno, también el malo" obvio le hice caso en lo segundo y es muy divertido.