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Coberturas

Golden Globes 2018: El discurso «presidencial» de Oprah Winfrey

09-01-2018, 11:33:35 AM Por:
Golden Globes 2018: El discurso «presidencial» de Oprah Winfrey

Tras el discurso de Oprah en los Golden Globes 2018, muchos se plantean la posibilidad de ver a la actriz, conductora y productora como una candidata a la presidencia en las elecciones de 2020.

Sin duda alguna, uno de los momentos más importante de los Golden Globes 2018 fue el discurso de Oprah Winfrey. La conductora, productora y actriz fue la elegida para recibir el reconocimiento Cecil B. DeMille  –la primera mujer afroamericana en tenerlo–, el cual es entregado a los artistas que han hecho contribuciones importantes al mundo del entretenimiento. Así como el año pasado Meryl Streep dio un emotivo discurso, en esta ocasión Oprah Winfrey usó la plataforma para hablar de su experiencia como parte de la comunidad negra y de los movimientos que han surgido en semanas recientes a favor de las mujeres y que se muestran en contra del abuso sexual y las desigualdades de la industria.

En Cine PREMIERE te compartimos la transcripción de este poderoso discurso, el cual seguramente será muy comentado en los siguientes días:

En 1964, yo era una niña, sentada en el piso de linóleo de la casa de mi madre en Milwaukee, que veía a Anne Bancroft presentar el Oscar a Mejor actor en los 36 Premios de la Academia. Ella abrió el sobre y dijo las cinco palabras que literalmente hicieron historia: «El ganador es Sidney Poitier». Al escenario subió el hombre más elegante que había visto. Recuerdo que su corbata era blanca y por supuesto, su piel era negra -y yo nunca había visto a un hombre negro ser celebrado de esa manera. Y he tratado de explicar muchas, muchas, pero muchas veces lo que un momento así representa para una pequeña; una niña que veía todo desde los asientos más baratos mientras mi mamá entraba por la puerta completamente cansada de limpiar las casas de otras personas. Sin embargo, todo lo que puedo hacer es citar es la explicación en la interpretación de Sidney en Una voz en las sombras: «Amén, amén, amén, amén».

En 1982, Sidney recibió el premio Cecil B. DeMille aquí mismo en los Golden Globes y no pasa desapercibido para mí que en este momento hay algunas niñas pequeñas viendo esto mientras me convierto en la primera mujer negra en recibir este mismo reconocimiento. Es un honor, es un honor y es un privilegio compartir esta tarde con todas ellas y también con los increíbles hombres y mujeres que me han inspirado, que me han cuestionado, que me han apoyado y que han hecho de mi viaje a este escenario algo posible. Dennis Swanson, quien me dio una oportunidad en A.M. Chicago. Quincy Jones, quien me vio en ese show y le dijo a Steven Spielberg: «Sí, ella es Sophia en El color púrpura«. Gayle, quien ha sido la definición de lo que es una amiga y Stedman, quien ha sido mi roca. Sólo por nombrar algunos.

Quiero agradecer a la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood porque todos sabemos que en estos días la prensa está bajo ataque. No obstante, también sabemos que es la insaciable dedicación de descubrir la absoluta verdad lo que nos impide hacer caso omiso a la corrupción y a la injusticia. A los tiranos y víctimas, a los secretos y mentiras. Quiero decir que valoro a la prensa hoy más que nunca mientras tratamos de navegar estos tiempos tan complicados, lo cual me trae a lo siguiente: de antemano sé que hablar tu verdad es la herramienta más poderosa que todos tenemos. Y estoy especialmente orgullosa e inspirada por todas las mujeres que se han sentido suficientemente fuertes y empoderadas para hablar y compartir sus historias personales. Cada uno de nosotros en este cuarto es celebrado por las historias que contamos, y este año, nosotras nos convertimos en la historia.

Pero no es sólo una historia que afecte a la industria del entretenimiento. Es una que trasciende culturas, geografía, raza, religión, política y lugar de trabajo. Quiero expresar esta noche mi gratitud a todas las mujeres que han aguantado años de abuso y acoso porque ellas, como mi madre, tenían hijos que alimentar y deudas que pagar y sueños que perseguir. Ellas son las mujeres cuyos nombres nunca conoceremos. Ellas son las trabajadoras domésticas y las trabajadoras agrícolas. Ellas trabajan en fábricas y en restaurantes, trabajan en la academia y como ingenieras, en la medicina y en la ciencia. Ellas son parte del mundo de la tecnología, de la política y los negocios. Ellas son nuestras atletas en los Juegos Olímpicos y ellas son nuestros soldados en la milicia.

Y hay alguien más, Recy Taylor, un nombre que conozco y pienso que ustedes también deberían entender. En 1944, Recy Taylor era una joven esposa y madre. Ella estaba caminando hacia su casa de una misa a la que había asistido en Abbeville, Alabama, cuando fue secuestrada, violada y amordazada por seis hombres blancos armados que la dejaron a un lado del camino mientras se dirigía a casa después de ir a la iglesia. Ellos la amenazaron de muerte si se atrevía a decir algo a alguien, pero su historia fue reportada a la NAACP, donde una trabajadora social con el nombre de Rosa Parks se convirtió en la líder de la investigación de su caso y juntas buscaron justicia. Pero la justicia no era una opción en la era de Jim Crow. Los hombres que trataron de destruirla nunca fueron juzgados. Recy Taylor murió hace 10 días, muy cerca de su cumpleaños número 98. Ella vivió como todos hemos vivido muchos años: en una cultura averiada por hombres brutalmente poderosos. Por mucho tiempo, las mujeres no han sido escuchadas o no han tenido credibilidad si se atrevían a hablar su verdad ante el poder de esos hombres. Pero su tiempo se ha terminado. Su tiempo se terminó.

Su tiempo ha terminado. Y sólo espero, sólo espero que Recy Taylor haya muerto sabiendo que su verdad, como la verdad de muchas otras mujeres que fueron atormentadas durante esos años, y a las que siguen siendo atormentadas, sigue manteniéndose vigente. Fue en algún lugar del corazón de Rosa Park, 11 años después, cuando ella tomó la decisión de quedarse sentada en ese autobús en Montgomery, y es aquí con cada mujer que elige decir: «Yo también». Y cada hombre, cada hombre que toma la decisión de escuchar.

En mi carrera, lo que siempre he tratado de hacer mejor, ya sea en televisión o en el cine, es decir algo acerca de cómo hombres y mujeres realmente se comportan- Decir cómo experimentas culpa, cómo experimentamos amor y cómo nos enojamos, cómo somos derrotados, cómo nos retiramos, perseveramos y cómo superamos los obstáculos. Y he entrevistado y personificado gente que ha presenciado las cosas más horrendas que la vida puede lanzarte, pero la única cualidad que todos parecen compartir es la habilidad de mantener la esperanza de una mañana con más luz, incluso en nuestras noches más oscuras. ¡Entonces quiero que todas las niñas que estñan viendo esto ahora que sepan que un nuevo día está en el horizonte! Y cuando ese día por fin llegue, va a ser porque muchas mujeres magníficas, muchas de las cuales están en este cuarto esta noche, y muchos hombres fenomenales, están luchando duramente para asegurarse que se conviertan en los líderes que nos lleven a la época donde nunca nadie tenga que decir «yo también» de nuevo. Gracias.

Además del discurso de Oprah Winfrey, no te olvides de revisar toda nuestra cobertura de los Golden Globes 2018, la cual incluye los 10 mejores momentos de la ceremonia en la que Guillermo del Toro se llevó el premio al Mejor director por La forma del agua.

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autor Soy fan de los slasher y me gustaría vivir en una película de terror. De grande quiero ser como Sidney Prescott. Algún día escribiré un best seller. Me gustan los libros, las series y obviamente, el cine.
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