Goodbye Horses
Con las películas de Kevin Smith me pasa lo mismo que con el tequila: No sé si las odio o las amo pero definitivamente hay ocasiones en las que me divierto con ellas. De hecho le creo más a sus películas que a Kevin Smith, un tipo que dentro de su genialidad debe tener un […]
Con las películas de Kevin Smith me pasa lo mismo que con el tequila: No sé si las odio o las amo pero definitivamente hay ocasiones en las que me divierto con ellas. De hecho le creo más a sus películas que a Kevin Smith, un tipo que dentro de su genialidad debe tener un alma muy oscura y muy sucia, pues de otra manera no se entiende su relación amistosa, casi de piquete de ombligo, con Harvey y Bob Weinstein, los capi di capi de la industria del cine indie norteamericano.
Esta vez sin embargo no abundaré en la opinión que en general pueda tener sobre el cine de Smith, ni mucho menos en el poder absoluto de los Weinstein. Montaré, eso sí, un par de videos que ya había colgado previamente en un blog personal hará un año pero que auguro que aquí serán merecedores de un mayor número de espectadores. Y es que se trata de uno de los homenajes más divertidos que he visto en el último lustro, cortesía del Sr. Smith, gran lord of the freaks, y claro, de una de las mejores canciones de la década de los ochenta.
He aquí la secuencia original, incluida en El Silencio de los Inocentes:
Y he aquí el genial e irreverente homenaje de Smith, incluido en su Clerk 2:
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