Guatdefoc

Logan es un virginal polluelo «americano» con un solo problema: ha perdido el lujoso reloj de su padre. Lo ha perdido en Puerto Vallarta y está ahí porque se ha escapado sin permiso, persiguiendo una Barbie, mientras debería estar castigado por robar el único otro lujo de su sacrificado clasemediero progenitor… el Porsche. El reloj fue robado por esta engañosa morena desnudista mexicana (quien se lo entregó al criminal para quien trabaja), que lo único que realmente quiere es enamorarse y poder estudiar en la Facultad de Derecho. Y no sólo eso, Logan es hijo de una esposa desesperada (Teri Hatcher).

Para encontrar el valiosísimo reloj, el cual Logan lleva consigo porque su papá lo confió a sus cuidados, cuenta con la falsa ayuda del estorbo de su mejor peor amigo, Blake, otro virgencito calenturiento aspirante a entrepreneur de chichis online y con la delincuencial colaboración de Chuy, un taxista estafador/extorsionador que se gana la confianza de los muchachos, a pesar de los engaños y robos.

Esta es la simpatiquísima aventura principal de Guatdefoc, una película que comienza como una simplona comedia adolescente vacacional ligera, pero que para la segunda mitad adquiere unos toques románticos y trágicos que diluyen el chiste. Lo que comienza como una linda postal de la costa de Jalisco, inmediatamente se nutre de la peor clase de mexicanos: los que se aprovechan de los turistas para poder sobrevivir. Además, claro, de los violentos, malhablados y vengativos policías estatales y federales. Mejores películas han conseguido ser más simpáticas e igual de altisonantes que ésta. Sin embagro, esta vez, no estamos ante uno de esos ejemplos que nos matan a carcajadas escena tras escena. Desafortunadamente, ésta no es otra tonta película.

Como Logan quiere ser DJ, la película cuenta con apariciones especiales de músicos de moda como Paul Oakenfold o Steve Aoki (aventando un pastel a sus eufóricos bailarines fans, en pleno toquín), que no restan ni un ápice de preocupación por la verdadera única víctima protagonista: el lujoso reloj de papá. También sale una canción de Maná. Si les gustan dichos intérpretes, probablemente esta película también.

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Alejandro Murillo Alejandro estudió en el CUEC; escribe sobre cine desde antes de querer dirigir películas. Sus pasiones son grabarlo todo sin límites, programar películas en cineclubes y los títulos “jamás estrenadas en México”.