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Crítica: Obra de teatro Harry Potter and the Cursed Child

03-08-2016, 5:06:34 PM Por:
Crítica: Obra de teatro Harry Potter and the Cursed Child

Nuestra review de la puesta en escena en Londres de Harry Potter and the Cursed Child - Parte uno y dos.

Londres, Inglaterra.

Es el cielo acostumbrado nublado en Londres. Uno donde las nubes, incluso en verano, amenazan una lluvia que no llegará; pero sí una tarde de teatro en la mejor tradición de la zona de West End. El lugar es el Palace Theatre y los colores amarillo y dorado adornan la marquesina. Al centro, un nido gigante hecho de ramas y hojas, tiene clavadas dos alas de ave gigante en su techo. Dentro, la figura de un infante mal vestido y enlodado, yace escondido de las filas de aficionados que rodean la esquina con la avenida Shaftesbury.

La ocasión es el recién estreno de la obra Harry Potter and the Cursed Child – Parte uno y dos, octava aventura del personaje creado por J.K. Rowling y cuyas siete novelas y ocho películas, la volvieron la escritora más famosa del planeta.

Fue la misma Rowling, después de entregar su escrito de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte en 2007, quien dijo que ya no habría más aventuras de su niño hechicero. Incluso los aficionados se hicieron la ilusión de que la única manera de estar cerca de Harry sería asistiendo a los parques de Universal Studios para caminar los pasillos ahí construidos de la escuela de magia Hogwarts.

Pero este 2016 las cosas cambiaron para los Potter, quienes ahora son una familia. Harry ya tiene 36 años y, tal como lo leímos (o vimos en el cine al concluirse Harry Potter y las Reliquias de la Muerte), él está casado con Ginny Weasley y es padre de tres hijos. Rowling concibió una manera distinta para traer de vuelta a estos personajes y ésa fue… a través del escenario teatral.

Escrita por Rowling y Jack Thorne –quien adaptó la historia de Déjame entrar al teatro– y dirigida por John Tiffany, ganador del Tony por su adaptación de la película Once al teatro, Harry Potter and the Cursed Child es todo un suceso en la cartelera. La primera y segunda parte se estrenaron con horas de diferencia y cada una tiene una duración de dos horas y media.

Los productores de esta octava aventura de Harry, planean cerrar temporada alrededor de mayo 2017. Mientras, ya se escuchan las voces de la escena de Broadway pidiendo la obra en el continente americano. 


La obra

La obra inicia justo donde acaba Las Reliquias de la Muerte, cuando Harry y Ginny llevan a sus tres hijos a la estación King Cross para despedir a James Sirius y Albus Severus, mientras que la pequeña Lily Luna debe quedarse en casa.

Albus Severus tiene su primer año en Hogwarts y desde el principio comienzan los temores sobre a qué casa pertenecerá: ¿será Gryffindor como Harry o Slytherin, de donde sus enemigos provenían? Más allá de esto, existe la preocupación del niño de estar siempre bajo la sombra de la leyenda de su padre.

La historia gira en torno a cómo Albus se vuelve amigo de Scorpius Malfoy, hijo del oscuro Draco Malfoy. Cuando los padres de los niños se enteran de que se han vuelto muy cercanos, cual “uña y mugre”, ambos deben consentir por tratarse de Hogwarts, un sitio donde todos son bienvenidos.

Mas el mal acecha a las familias y Harry comienza a tener pesadillas, sospechando que su enemigo y asesino de sus padres, Voldemort, podría querer volver a manifestarse. Es así que los miedos de los adultos se mezclan con la ingenuidad y rebeldía de los hijos. Un nuevo futuro se debe de gestar, pero el pasado podría cambiarse para siempre cuando los protagonistas se encuentran con un objeto mágico llamado giratiempo (usado ya en aventuras previas de Potter) y que podría ayudar a reencontrarnos con distintos episodios de la vida de “el niño que vivió” para redimensionar su importancia.

Los temas de la relación padre e hijo, el saber pedir perdón, el aceptar los errores que no podrán borrarse, el aceptar que la vida es un riesgo y el no ser aprehensivo por los hijos, se dan una y otra vez en la nueva trama de Harry Potter.

El humor, la magia y el entretenimiento suceden mientras que Rowling y su coescritor están preocupados por subrayar el peligro de abrazar actitudes de intolerancia que traigan de nuevo al mal, tal como sucedió en la serie original de Potter.

El espectáculo en el escenario se da a través de impresionantes efectos especiales, con actores que en un pestañeo cambian sus vestuarios, flotan sobre el escenario y hasta son arrojados de una pared a otra. Rayos de fuego surgen de las varitas mágicas y se llega a recrear lo mismo el interior del tren de Hogwarts, que las escalinatas y cuadros mágicos del interior de la escuela. Teniendo entre lo más impresionante la presencia oscura y flotante de los dementores.

Dentro del reparto, no hay duda de que quien roba la escena de inicio a fin es el joven Anthony Boyle (Scorpius Malfoy), quien retrata a un joven en búsqueda de su identidad, temeroso de su linaje y arrojado para ser el mejor amigo de Severus. Valores muy cercanos a Rowling, como la bondad, el sacrificio, la amistad y la osadía de rebelarse se manifiestan en esta actuación del británico.

No hay duda que para el aficionado a Harry Potter, The Cursed Child es la historia perfecta para regresar, no solamente a un lugar conocido, sino a convivir con un grupo de niños ahora adultos, que deben de ver por el bien de sus hijos y por ende de la nueva generación.

Londres era el mejor sitio para ello. El público sabe disfrutar de una tradición milenaria en el teatro y Rowling le hace honor a ello, invitando a los lectores a sentarse en las butacas, abrir su imaginación nuevamente y recibir a Harry… por última ocasión.

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autor Crítico de cine y periodista desde 1992. Ha escrito para el Reforma, El Universal, Esquire, Newsweek y GQ. Crítico de cabecera de Televisa Radio. Co-escribió los remakes de Hasta el viento tiene miedo (2007) y El libro de Piedra (2009). Vive en LA, California y se encarga del desarrollo de proyectos en Pig Newton para el actor Louis C.K.
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