Talentos ocultos (Hidden Figures) – Crítica
Hidden Figures es una historia conmovedora y entrañable de tres mujeres que lograron demostrar que el talento y la inteligencia va más allá de géneros y razas.
En ese oscuro periodo de segregación de Estados Unidos de los años 50 en adelante, el cine ha encontrado el lugar idóneo para realizar filmes emocionantes y conmovedoras. Justo en esta etapa, pero enfocándos enteramente en la llamada “carrera espacial” –en la que EE.UU. y la URSS compitieron por demostrar su supremacía en términos de exploración espacial– se ubica la película Talentos ocultos, cinta que nos presenta la historia de tres destacadas mujeres que, gracias a sus habilidades en las matemáticas, programación e ingeniería, serán clave para las primeras misiones espaciales de la NASA.
Esta cinta dirigida por Theodore Melfi (Sn. Vincent) es protagonizada por Taraji P. Henson (Katherine), Octavia Spencer (Dorothy) y Janelle Monáe (Mary), quienes conforman un trío entrañable de mujeres brillantes y valientes, cuya increíble química crea una conexión instantánea con el público.
Estos tres personajes, con sus batallas internas, con sus conflictos personales, tienen una lucha en común: el romper barreras; el superar obstáculos. Katherine busca ganar su lugar entre hombres; hombres blancos y hombres blancos racistas. Entre todos ellos, Dorothy debe demostrar que es igual o más capaz que cualquier persona caucásica y Mary tiene el propósito de crear oportunidades para ella en donde no existan. Vaya mensajes que aporta esta película…
Además, el talento de estas actrices destaca en todo momento. Taraji P. Henson logra desprenderse de su aplaudida labor en la serie de televisión Empire y Octavia Spencer vuelve a presentar el carisma y la fortaleza de su personaje en Historias cruzadas –el cual le dio su primer Óscar–. Ambas impulsan a Janelle Monáe, quien debuta en el cine con esta historia (y con una pequeña participación en la aclamada Luz de luna) y lo hace entregando una actuación a la altura de sus compañeras. Vale la pena, sin duda alguna, seguir la trayectoria de las tres.
El resto del elenco lo conforman Kevin Costner, Kirsten Dunst, Mahershala Ali y Jim Parsons, quien, lamentablemente, nunca se desprendede la imagen y la actitud de Sheldon Cooper, protagonista de The Big Bang Theory. (Al verlo en esta cinta, recordé a Simon Helberg y el gran desempeño que tuvo en Florence: La mejor peor de todas, que ningún momento me hizo recordar a su entrañable Howard Wolowitz. Ojalá algún día se reconozca su gran talento).
La película Talentos ocultos presenta un diseño de producción increíble que realmente evoca a los Estados Unidos de los años 60. Desde los vehículos hasta las instalaciones de la NASA; desde el vestuario hasta la tecnología de la época, todo mezclado con un soundtrack y un score (a cargo de Pharrell Williams, Hans Zimmer y Benjamin Wallfisch) que la convierten en un deleite visual que te transporta a una época tan colorida y emocionante pero al mismo tiempo profundamente aterradora y vergonzosa.
Basada en el libro Hidden Figures de Margot Lee Shetterly, la película Talentos ocultos es obligada –por el contexto que la rodea– a seguir al pie de la letra una fórmula de clichés obligatorios presentada en otras películas ambientadas en la misma época. Aquí vemos, por ejemplo, la típica escena donde el marginado explota y encara a sus enemigos; o el momento en el que un personaje caucásico rompe los estereotipos y trata de unificar a todos. Sin embargo, el filme funciona y cumple su objetivo de divertirnos, conmovernos y, sobre todo, de dejarnos un mensaje importantísimo de esperanza y solidaridad.
Ejemplos como Duelo de titanes (2000) e Historias cruzadas (2011), por mencionar sólo algunos títulos, se han ubicado en esta etapa de Estados Unidos llena de ese estúpido racismo y discriminación que tanto ha avergonzado a aquel país… y que, irónicamente, hoy, más que nunca, se respira en el aire de la nación gobernada por Donald Trump.
Por ello, hoy, más que nunca, historias como la de la película Talentos ocultos son tan necesarias para no hacernos caer en los mismos errores del pasado. Aquí se habla de un grupo de mujeres tratando de demostrar que son igual o más capaces que los hombres; de personas con rasgos distintos a la mayoría que son discriminados; de división entre las personas; de odio; de segregación… de una larga lista de cosas que presenta una cinta ambientada en los años 60 pero que son el común denominador en la actualidad.
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Arturo Magaña Arce Apasionado de ver, escribir, leer, investigar y hablar sobre cine en todas sus formas. Soy fan de Star Wars, me sé de memoria todos los capítulos de Friends y si me preguntan de cine mexicano, no hay quien me calle. Editor en Cine PREMIERE.
