Buscador
Ver el sitio sin publicidad Suscríbete a la revista
Cine

Ignacio Ortiz y los matices de la traición

30-08-2019, 6:23:06 PM Por:
Ignacio Ortiz y los matices de la traición

El galardonado cineasta mexicano. ganador de cuatro premios Ariel, vuelve a la pantalla grande.

Desde que dio a conocer su ópera prima, La orilla de la tierra, en 1994, Ignacio Ortiz Cruz ha sido un director que, libre de la vorágine típica de nuestros tiempos, prefiere trabajar a su ritmo. Ocho años después, volvió con Cuentos de hadas para dormir cocodrilos y la espera fue recompensada, pues llegó a festivales como el de Karlovy Vary, del que volvió con un premio, que se sumó a las tres estatuillas del Ariel que obtuvo ese año por el guion, la edición y la dirección de la cinta. Casi una década después de su último trabajo como director (El mar muerto), Ortiz vuelve a la pantalla en un panorama cambiado, como su personaje protagónico en Traición.

“En el transcurso de la vida uno va aprendiendo a usar mejor un lenguaje, a que solo sea lo que tiene que ser para contar», nos dice el director en entrevista. «Hoy creo que utilizo más una economía del lenguaje y creo que eso diferencia a mis primeros trabajos de esta película”.

Ignacio Ortiz director

En esta película, protagonizada por Juan Manuel Bernal en el papel de Félix y Diana Ávalos en el rol de su hija, Misela, los cerros de la sierra de Oaxaca vuelven a ser el escenario elegido por Ortiz para plantear una historia del amor padre-hija con un abismo de contradicciones.

“Para mí la locación o el lugar donde ocurre la historia es un gran contenedor que moldea a los personajes y sus inspiraciones», comparte sobre los paisajes característicos de su filmografía. «No se valen las metáforas en el cine, pero podría decir que, metafóricamente, estos personajes están dando vuelta continuamente sin poder salir. Para que no pudieran, necesitábamos unos barrancos y una pared en frente, que son las montañas. A partir de esa idea es que busco la locación”.

En un ir y venir de saltos en el tiempo, en Traición conocemos a una joven atormentada por el desconocimiento de su pasado. Misela busca el lugar en donde está enterrada su madre y demanda las respuestas que su padre le negó siendo niña. Poco a poco, y mediante una caminata en la que ambos personajes se reencuentran en un diálogo, iremos descubriendo los motivos de esos engaños, así como el rumbo turbio que conectó a Félix con el narcotráfico y que ahora lo tiene prófugo. A esta dupla se sumaron los ganadores del Ariel Noé Hernández como “El capitán” y Ángeles Cruz como la matriarca de un burdel, entre otros actores.

Ignacio Ortiz traición
Juan Manuel Bernal y Noé Hernández en Traición

“El primer punto por el que busco al actor es por la apariencia, porque es lo que le va a dar rostro a la película. Y, en segundo, lugar, por la capacidad interpretativa”, menciona Ignacio Ortiz. Uno de los aspectos más acertados de esta obra es, precisamente, el ensamble actoral. Entre la probada experiencia de Hernández y Bernal, la joven actriz Diana Ávalos se sostiene entera en su primera interpretación para cine. Ortiz trabajó con ella en 2014 en la obra Sonata de otoño y, en varios de los talleres que imparte, volvieron a coincidir. “Así fui conociendo su capacidad interpretativa y esa expresividad en el rostro, por lo que va transitando el personaje”, afirma el cineasta.

“Bernal fue muy generosos conmigo, porque esta es mi primera película con un coprotagónico. Recuerdo mucho una lectura que tuvimos, pues desde ese momento conectamos”, comentó Diana Ávalos en entrevista.

“Yo creo que este tipo de trabajos son de esos privilegios que, como actor, te da la vida”, afirmó Bernal. “Cuando te llaman a trabajar con un grupo de actores que realmente tienen una preparación detrás, eso se nota y entonces el trabajo se hace más llevadero y mucho más interesante y enriquecedor. En el caso de Noé es muy disciplinado, comprometido y el trabajo era muy interesante y divertido. Hacer este tipo de películas también tiene su lado divertido”, expresa el actor ganador de un premio Ariel por Obediencia perfecta en 2015.

La incertidumbre ante la ausencia de su madre y la frustración por las negativas de su padre, llevan a Misela por muchas emociones, que la actriz expresa con solvencia. El tema que a Ignacio Ortiz le interesaba tratar era el amor entre el padre y la hija en los dos sentidos, pues cree que tiene muchos matices. “Quise plantear ese matiz mediante la capacidad de traicionar en ambos lados, no es más que darle una calidad humana a ese sentimiento o a esa virtud, que sería la situación amorosa”, menciona el director.

Además, Ignacio Ortiz afirma que quería mostrar una maternidad no abnegada, diferente a la figura típica del cine mexicano, pues la protagonista es hija de una de las prostitutas del pueblo, quien la abandona, pero no la deja desamparada, sino con un padre que, entre sus frustradas aspiraciones de cineasta (con guiño a La fórmula secreta de Rubén Gámez) y su deseo de llegar a San Francisco, llega al momento decisivo de enfrentar a su hija entre rocas, árboles y ríos.

¿Te interesa el mundo del emprendimiento?
Conoce Emprendedor.com el medio lider en contenido de Ideas de Negocio, Startups, Finanzas, Noticias para emprendedores, Franquicias, Marketing, Inspiración, síguenos y proyecta lo que eres.

autor Periodista y crítica de cine. Le interesa la diversidad de miradas en películas y series. Habla y escribe sobre cine hecho por mujeres, por cineastas indígenas y latinoamericanos.
Comentarios