JJ Abrams es uno de los creativos más fructíferos de la industria contemporánea: debutó en 1990 como guionista y desde entonces no ha dejado de aportar su ingenio a todo tipo de proyectos; un año después se incorporó al campo de la producción, convirtiéndolo en otro de sus cargos más recurrentes; no conforme con ello, ha creado algunas de las series de televisión más populares del siglo XXI.
En el área de la dirección cinematográfica, su filmografía es breve, pero envidiable. Su carrera e ha centrado en el desarrollo de algunas de las grandes franquicias de todos los tiempos y le ha permitido trabajar de cerca con las mentes más creativas del celuloide.
Enlistamos las películas de JJ Abrams de la peor a la mejor.
Misión: Imposible 3 (Dir. JJ Abrams, 2006)
Los listados de Misión: Imposible suelen ubicar la tercera entrega en los últimos sitios, una posición engañosa ante la enorme calidad que siempre ha caracterizado a la franquicia, especialmente en estos últimos años. De hecho, Misión: Imposible 3 fue fundamental para este reciente ascenso, pues la ópera prima de JJ Abrams comenzó una nueva tendencia que elevó la espectacularidad visual, pero sin descuidar la calidad de la trama con toda clase de enigmas por develar. A esto sumemos que fue la primera película de toda la saga que humanizó a Ethan Hunt al abordar su relación con Julia, un aspecto que sigue impactando en el desarrollo de nuestro héroe. Mención aparte para Owen Davian, uno de los villanos más importantes en este universo y que fuera brillantemente interpretado por el ganador del Oscar, Philip Seymour Hoffman. Abrams no ha soltado al IMF desde entonces, no desde la realización, sino desde la producción, lo que ha resultado en una de las alianzas más exitosas en toda la historia del cine de acción.
En la oscuridad Star Trek (Dir. JJ Abrams, 2013)
La buena recepción de Star Trek (2009) fue fundamental para la confirmación de la secuela, cuya producción fue incapaz de evitar la propagación de un secreto a voces: el retorno de Khan como villano central. Divertida y visualmente espectacular, conquistó por su buena combinación de drama, acción y comedia, así como por sus vueltas de tuerca, pero el tiempo mermó su trascendencia por sus mínimas aportaciones a la franquicia. Su mayor legado al cine fue el salto definitivo de Benedict Cumberbatch, protagonista de Sherlock (2010), al mundo del blockbuster luego de buenas pero breves participaciones en dramas como Expiación, deseo y pecado (2007) y Caballo de guerra (2011), y un destacado trabajo de voz en la trilogía El hobbit (2012).
Super 8 (Dir. JJ Abrams, 2011)
JJ Abrams nunca ocultó su admiración por Steven Spielberg, lo que aunado a su talento le llevó a ser catalogado por muchos como el heredero de sus glorias. Estas etiquetas alcanzaron su punto más alto previo al estreno de Súper 8, inspirada directamente en las joyas ochenteras de Amblin, al contar la historia de un grupo de niños que enfrentan una peligrosa conspiración gubernamental. Las expectativas se vieron beneficiadas por una campaña viral plagada de misterio, una práctica frecuente del creativo en sus proyectos televisivos, que ya había trasladado al cine con la producción de Cloverfield (2008) y que se convertiría en uno de los sellos más característicos de su carrera. La cinta quedó lejos de cumplir con las expectativas creativas y económicas, pero el tiempo le ha hecho justicia, pues hoy se le considera pieza clave en la transición de la afición ochentera sucedida alrededor del 2010, que pasó de las aventuras banales a exploraciones sociales cada vez más profundas. De momento, su influencia puede sentirse en proyectos como Stranger Things y es muy probable que el futuro selle su ascenso con el estatus de culto.
Star Trek (Dir. JJ Abrams, 2009)
Star Trek es una de las franquicias más queridas en toda la historia del cine y la televisión, por lo que millones de aficionados temblaron ante el anuncio de un reboot que exploraría las primeras misiones de Kirk y Spock. La destreza creativa de JJ Abrams encontró la solución perfecta para todos, con una alteración temporal que nos adentró en un universo completamente nuevo, dando como resultado una historia fascinante que conquistó a seguidores y ayudó a la concepción de una nueva generación trekkie. Sus más de $385 mdd a nivel mundial marcaron el inicio de una exitosa trilogía, pusieron a Chris Pine y Chris Hemsworth en el competido mapa histriónico del blockbuster hollywoodense y afianzaron a JJ Abrams como uno de los mayores expertos de la cultura pop en la industria contemporánea.
Star Wars: El despertar de la Fuerza (Dir. JJ Abrams, 2015)
Los estudios Disney batallaron por convencer a JJ Abrams de tomar las riendas de El despertar de la Fuerza, pero el cineasta finalmente aceptó convencido de que era una oportunidad única. No decepcionó. Fiel a su costumbre, el realizador envolvió el proyecto en un aura de misterio, por lo que absolutamente nadie sabía qué esperar de la historia. Fue así como conocimos a Rey, una joven chatarrera cuyos orígenes siguen siendo motivo de debate y cuyo encuentro con un simpático droidito termina adentrándola en medio de un nuevo conflicto galáctico. Aunque las similitudes con Una nueva esperanza son evidentes, el filme conquistó a los siempre exigentes warsies, así como a los nuevos aficionados con una trama que combinó héroes de dos generaciones y que se vio enriquecida por el retorno de los efectos prácticos por encima del excesivo CGI que caracterizó a las precuelas. El American Film Institute la reconoció entre los grandes filmes del 2015 e incluso se especuló sobre una potencial nominación al Oscar en la categoría de Mejor película, algo que finalmente no se concretó.
Star Wars: El ascenso de Skywalker (Dir. JJ Abrams, 2019)
JJ Abrams regresó a una galaxia muy distinta a la que tomó por primera vez: no tanto por las decisiones previas de Rian Johnson en Los últimos Jedi, sino por una audiencia que nunca abrazó del todo la saga bajo las órdenes del ratón. Esto desembocó en un filme que nunca explicó completamente los orígenes de Rey, pero que cumplió al llevar al máximo los eternos valores Jedi en la batalla definitiva contra los Sith. Asimismo, implicó el rescate de elementos de la Trilogía Original y las precuelas, que fueron de la incursión de Lando Calrissian a la capacidad del Lado Oscuro para manipular la vida; del suprimido Universo Expandido con Leia convertida en Jedi y Palpatine usando la clonación; y finalmente los spinoffs con Exogol como la contraparte oscura de Jedha vista en Rogue One. Tuvo errores, pero también muchos aciertos, convirtiéndose así en un muy emotivo cierre para la saga Skywalker comenzada hace más de 40 años.
Luis Miguel Cruz Algún día me uniré a los X-Men, la Alianza Rebelde o la Guardia de la Noche. Orgulloso integrante de Cine PREMIERE desde el 2008.