John Wick 3 – Crítica

La década pasada tuvimos una trilogía de acción que redefinió el género. Protagonizada por Matt Damon y dirigida por Paul Greengrass, el agente sin memoria Jason Bourne fue mostrando conforme avanzaban sus películas que las secuencias de acción cada vez se volvían más complejas, pero no por ello perdían la lógica. El punto máximo de la franquicia llegó con la tercera parte, Bourne: El ultimátum, la cual se llevó tres premios Oscar (Mejor mezcla de sonido, Mejor edición de sonido y Mejor edición). Todo ello bajo un enfoque mucho más realista que dejaba atrás a los héroes tipo John McClane o cualquier estereotipo realizado por Sylvester Stallone o Arnold Schwarzenegger.

Ahora una nueva trilogía vuelve a marcar estándares en el cine de acción. Encarnado por Keanu Reeves y bajo la dirección de Chad Stahelski, John Wick es este matón a sueldo con entrenamiento militar quien tras la muerte de su esposa recibe un último regalo por parte de su mujer: un cachorrito. Cuando le matan al pequeño can (John Wick, 2014), él decide tomar venganza contra todos aquellos que le quitaron aquello que lo mantenía conectado con su esposa. Es entonces que descubre que las personas a quienes mató formaban parte de una gran red de mafiosos y matones. Todos ellos bajo el orden de la Mesa Superior (John Wick 2, 2016), un consejo supremo al que John Wick pertenece y que ahora lo busca a él. Y es justo ahí donde comienza la tercera parte.

John Wick 3: Parabellum ofrece la dosis perfectamente balanceada de lo que es una película de verano del género de acción. Por un lado tiene a una gran estrella de Hollywood, Keanu Reeves, sin la necesidad de hacer chistes o frases hechas cada cierto tiempo para hacer más sencillo el pasar de los minutos. Simplemente es Keanu Reeves, su “encanto” y la química que existe en pantalla. Por otro lado, y como sucede en la franquicia de Misión Imposible, es palpable el compromiso y seriedad que existe con los responsables delante y detrás de cámaras. Estamos frente a un servicio de stunts extremadamente profesional dispuesto a poner todo de sí en la pantalla para que el público pueda disfrutar algo y que no se note falso.

Naturalmente, toda la historia es consecuencia del asesinato del perrito de John Wick, y usa este recurso (“¿Y todo por un perrito?”, le dice el personaje de Angelica Houston) para sacarnos una que otra risa sin parecer forzado. Asimismo la presencia de dos pastores alemán letales al servicio de Halle Berry, sirve para recordarnos que, antes que nada, John Wick vendría a ser la opción para quienes les gustaría ver a sus perros como héroes de acción. (Y no, ningún animal sufre en esta película, así sean caballos, perros, palomas o hasta camellos).

A diferencia de otras películas de acción exitosas que posteriormente se dedican a llenar la cuota de secuelas con el único afán de recaudar dinero sin proponer nada nuevo (ahí está Taken, Olimpo bajo fuego o si nos vamos todavía más debajo del radar, 12 Rounds), John Wick Parabellum crece en escenarios, secuencias de acción y desarrollo sobre lo que significa el organigrama de la Mesa Superior. Aunque esto se agradece, el desarrollo de la trama es más explorado en el segundo acto de la película, por lo que el ritmo que lleva hasta ese momento disminuye. Es entonces que entendemos puntos en la trama y decisiones que toma Wick, los cuales son meramente acciones que sirven para repercutir en el futuro de la historia, pero tarda algún tiempo para llegar a eso.

El elenco que acompaña a Reeves está balanceado: desde reconocidos y galardonados actores como Laurence Fishburne o Halle Berry, hasta en el terreno de la acción, representados por un irreconocible Mark Dacascos y sus dos ayudantes. Quienes hayan visto las obras de The Raid, conocerán sus rostros y (especialmente) sus movimientos de pelea, los cuales realizan al 100% sin uso de dobles.

Parabellum cierra como lo hizo la película pasada: dejando abierta la posibilidad para el regreso de John Wick al mundo de la venganza y los golpes a diestra y siniestra. Keanu Reeves señaló que seguiría haciendo estas películas hasta que el público lo pida, por lo que mientras la calidad siga estando al tope de lo mejor en coregorafías y secuencias de acción, nosotros vamos a querer que John Wick siga vengando la muerte del pobre cachorrito hasta que no quede un alma viva.

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Sergio López Aguirre Stanley Kubrick alguna vez dijo "Para tener una visión más amplia, no sólo vean cine bueno, también el malo" obvio le hice caso en lo segundo y es muy divertido.