Jugando con fuego – Crítica

La historia es la misma. Un hombre rudo y poco expresivo se ve obligado, por diversas circunstancias, a cuidar niños pequeños y convivir con ellos. Numerosas situaciones pondrán a prueba su paciencia, además de ser ridiculizado. Estas experiencias lo transformarán, y a pesar de su aparente insensibilidad, generará un vínculo afectivo con los menores.

Ya la hemos visto muchas veces. Sin duda, con mejores resultados. Pero también en abismales fracasos. La pauta posiblemente la marcó Un detective en el kinder (1990) de Ivan Reitman y protagonizada por Arnold Schwarzenegger. El éxito de la cinta y la elemental veta cómica de los contrastes grande-chico, metódico-desordenado, impasible-conmovedor, etcétera, alentó la producción de filmes similares, casi de inmediato. Como la insufrible Mr. Nanny (1993) con Hulk Hogan de Michael Gottlieb, el mismo desafortunado realizador que inexplicablemente obtuvo cierta notoriedad con otra infamia llamada Me enamoré de un maniquí (1987).

La fórmula se ha repetido, pareciera con obligatoriedad, con los aspirantes a héroes de acción fílmicos. Con Vin Diesel fue Niñera a prueba de balas (2005) de Adam Shankman y con Dwayne «The Rock» Johnson con Hada por accidente (2010) de Michael Lembeck.

Ahora es el turno de John Cena, otro egresado de la lucha libre que se abre paso en la pantalla grande. Y que al parecer debe cubrir esta desmedida cuota. Pero no sólo se trata de poner al fortachón junto a los niños. Se requiere oficio al frente del proyecto. Reitman, quien también dirigiera Los Cazafantasmas (1984), así lo demostró desde el inicio.

Quien crea que los niños se pueden ver adorables en una película solamente porque son niños, está en un grave error. Posiblemente uno de tantos de Andy Fickman, el responsable de Jugando con fuego. Un filme donde el temple de una serie de rescatistas aéreos y expertos bomberos en zonas forestales, será resquebrajado cuando tengan que lidiar con tres inquietos hermanos.

Fickman termina despilfarrando talentos de la comedia como el de Keegan-Michael Key, quien forjó su trayectoria humorística junto con Jordan Peele. Key queda aquí reducido a un mismo chiste, en el que constantemente aparece de forma repentina ante Cena. O el del sensacional y multifacético John Leguizamo, cuya principal participación en el filme también resulta repetitiva, con la manía de su personaje de citar y combinar erróneamente refranes populares. Sí, igual que el Chapulín Colorado.

Por su parte, John Cena ya había incursionado recientemente y de lleno en el género con No me las toquen (2018), donde salió bien librado. Otro grandulón que participa en Jugando con fuego es Tyler Mane, a quien apodan «Hacha», porque siempre tiene un hacha en la mano. Fin del chiste.

Un filme con contenido familiar no debería diluirse en una serie de clichés sin fin, presentados como sketches, vagamente confeccionados y poco agraciados. Eso es lo que hizo Fickman aquí, en un producto que más bien parecería destinado a un canal como Nickelodeon, que por cierto produce la cinta.

¿No prefieren una buena película con una nana verdaderamente ruda y comprometida? Se llama Halloween (1978) y es de John Carpenter con la sensacional Jamie Lee Curtis. Olvídense de la empatía con los niños. Lo importante es mantenerlos a salvo.

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Charlie Del Río Cinéfilo incorregible. Coleccionista de juguetes de películas. Fundador y conductor de @CinemaNET. Colaborador en Efekto Noticias y Filmmen. Escribe en Cine PREMIERE desde el 2002.