La maestra de kinder – Crítica

La maestra de kinder no es una historia romántica en la que la maestra Miel rescata a la tierna y dulce Matilda de unos padres que no se despegan de la pantalla del televisor y no aprecian el talento de la niña. Aunque la premisa es la misma, esta película dirigida por Sara Colangelo, tiene personajes mucho más complejos y una crítica mucho más profunda a una sociedad distraída .

La maestra de kinder es una adaptación de una película israelí dirigida por Navad Lapid estrenada hace cuatro años. Ambas películas cuentan la historia de una maestra de preescolar que no ha terminado sus estudios de literatura y se inscribe a un círculo de poesía en el que componen y discuten sus obras en clase. No obstante, se siente frustrada por sentir que no tiene el talento suficiente después de que el profesor que modera la discusión, Simón (Gael García Bernal), califica su trabajo como forzado y pretencioso. Su vida da un gran giro cuando uno de sus alumnos, con tan sólo 5 años de edad, empieza a componer poemas y son muy aclamados entre sus compañeros y el profesor.

La principal diferencia entre ambas historias es que esta nueva adaptación es contada desde la perspectiva de la maestra Lisa Spinelli, mientras que la original es narrada desde la visión del niño. Por eso uno de los elementos más relevantes de la película de Colangelo es la extraordinara construcción de la profesora y la interpretación magistral de Maggie Gyllenhaal.

Hay solo una escena en la que este personaje no está presente y es porque en ella está la esencia de la película. Es un personaje al cual difícilmente se le puede emitir un juicio, ya que si bien la locura y la sensatez son conceptos sumamente vagos, Spinelli comete una serie de acciones ilegales y que muchos podrían considerar de una persona insana. No obstante, Gyllenhaal transmite la frustración personal que surge al no lograr componer obras que el círculo intelectual considere destacables.

Así como la maestra Spinelli, Simón, el pequeño genio Jimmy y la familia de la profesora fueron pensados para representar elementos esenciales en la historia de un artista que busca cualquier camino para exponer su trabajo. Por un lado, Simón es un intelectual de mente cuadrada que cree tener el juicio final sobre el valor de una obra, Jimmy el artista poco experimentado que no se ha enfrentado al mundo comercial y los hijos como el sector de la sociedad desinteresada por cualquier expresión artística. Sin embargo, son estos los personajes más descuidados de la película, sobre todo por la interpretación, que se llega a sentir exagerada y poco creíble por parte de los hijos.

Por otro lado, los diálogos –mayormente compuestos por poemas de Jimmy– son sumamente ingeniosos que podrán disfrutar aquellos que no son grandes lectores de poesía así como aquellos que son expertos en la materia. Los poemas, tal y como Simón lo describe en alguna parte de la película, son sencillos, sin palabras rebuscadas pero que logran transmitir sentimientos y situaciones muy específicas. Son poemas muy coherentes para el personaje de Jimmy, un genio que no conoce demasiadas palabras porque apenas está por descubrir la lectura pero con un talento de composición innato.

Por último, el color azul constante de las escenas a la par de la historia triste y trágica de Spinelli mantienen al espectador en una constante empatía por los personajes. Además, las acciones tan inesperadas de la profesora provocan que se convierta en una historia sumamente impredecible y que inevitablemente provocará incomodidad al enfrentarse a un personaje que toma decisiones y tiene actitudes de un artista incomprendido y muy difícil de juzgar.

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Susana Guzmán De la O Escribir y el cine son mis más grandes amores. Admiro a Tarkovski, pero lloro cada que veo Up.