Buscador
Ver el sitio sin publicidad Suscríbete a la revista
Cine

La sirena: La leyenda jamás contada – Crítica

25-01-2019, 9:29:04 AM Por:
La sirena: La leyenda jamás contada – Crítica

La sirena: La leyenda jamás contada abusa de la creación de una atmósfera turbulenta y de efectos sonoros sin resonancia argumental.

Cine PREMIERE: 1.5
Usuarios: 3
Votar ahora:

La sirena como figura mítica se ha retratado desde tiempos creativos inmemoriales. Una de sus apariciones literarias más célebres se remonta a su encuentro con Ulises en La odisea homérica. En su regreso a Ítaca tras la Guerra de Troya estas criaturas intentan impedirle el regreso con su esposa Penélope. Sabedor de que con su canto enloquecían a quienes las escucharan, ordena a sus hombres taparse los oídos. Él opta por atarse a un mástil y resistir la tentación. Sin embargo, el protagonista de La sirena: La leyenda jamás contada (Rusalka: Ozero myortvykh) es menos afortunado.

Svyatoslav Podgaevskiy, director de La novia, otro filme ruso estrenado en México, vuelve a hacer pareja con Viktoriya Agalakova para narrar una historia de terror. La protagonista –convenientemente llamada Marina– por alguna inexplicable razón más que por capricho del guion, no sabe nadar. Su prometido, en cambio, es un experto que le ayuda a amedrentar su aversión al agua por medio de clases de natación.

la sirena

Viktoriya Agalakova interpreta a una chica que conoce tan bien a su pareja que sabe cuando algo marcha mal y se dispone a ayudarlo.

En su despedida de soltero, él va a una casa en un bosque con sus amigos, pero escapa para irse a nadar a un tenebroso lago. Ahí se topa con una despiadada sirena cuyo deleite es tentar a los hombres y hacerlos abandonar su vida para sumergirse con ella en las profundidades de la laguna. Alrededor hay un pasado misterioso que los protagonistas deberán clarear si quieren vencer a su obsesiva enemiga.

En el filme de Podgaevskiy la sirena vuelve a emplearse como un símbolo de la tentación, mientras que los hombres –a excepción del caballeroso protagonista– se presentan como entes débiles de voluntades blandengues. Por el contrario, las mujeres, pese a su supuesta debilidad física, hacen de su determinación una de sus mayores virtudes.

la sirena

Efim Petrunin interpreta a Roma Kitaev, el objeto del deseo de la sirena malvada.

Hasta aquí todo parece ir relativamente bien con La sirena: la leyenda jamás contada salvo por la extraña decisión de la fiesta en un sitio tenebroso y la natación nocturna y tétrica. Sin embargo, donde recaen sus mayores flaquezas es en la ejecución. Se apoya en banales trampas efectistas para destapar miedos en escenas donde en realidad no ocurre nada significativo ni atemorizante. Abusa de la creación de una atmósfera turbulenta y de efectos sonoros sin resonancia argumental.

Pese a ser un filme de horror fantástico con palmaditas de thriller tiene contados momentos horríficos e incluso cuando finalmente llegan ya es muy tarde; la trama está muy avanzada. ¿Dónde radica su mérito? En la inversión de los roles de la damisela en desgracia por la damisela en acción y la manera en que trastoca la figura de la sirena. En mundo tan acostumbrado a verlas como dulces seres marinos –cortesía de Disney, principalmente– es atractivo volver a las raíces del mito en pantalla grande. Es interesante explorar la condena a la soledad, el desprecio y la miseria; así como la maldad camuflada de belleza. Lástima que la parafernalia alrededor ni el guion están a la altura de esta “leyenda jamás contada”.

la sirena

Al inicio de la película queda claro que en la familia de Roma (Efim Petrunin) ocurrió una tragedia. ¿Entonces por qué nadie le advirtió sobre el lago?

¿Te interesa el mundo del emprendimiento?
Conoce Emprendedor.com el medio lider en contenido de Ideas de Negocio, Startups, Finanzas, Noticias para emprendedores, Franquicias, Marketing, Inspiración, síguenos y proyecta lo que eres.

autor No soy la Madre de los Dragones, pero sí de @Enlabutaca; desde ahí y en Cine PREMIERE estoy en contacto con las buenas historias. Melómana, seriéfila, cinéfila, profesora universitaria, y amante de las bellas artes. Algún día escribiré una novela de ciencia ficción. ¡Unagui!
Comentarios