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Cine

Lady Bird – Crítica

12-02-2018, 1:28:04 PM Por:
Lady Bird – Crítica

Nominada a cinco premios Oscar, la ópera prima de Greta Gerwig logra transformarse en una muestra entrañable de una relación tan profunda y verdadera entre una madre y su hija, guiada únicamente por un amor genuino.

Cine PREMIERE: 4.5
Usuarios: 4.5
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Pocas veces se ha retratado con tanta precisión en la pantalla grande la típica relación entre madre e hija; una en la que una conversación relajada puede llegar a los gritos y terminar con un abrazo lleno de ternura. Lady Bird, la primera película que Greta Gerwig dirige en solitario –en 2008 codirigió Nights and Weekends con Joe Swanberg– logra convertirse en un retrato íntimo y profundamente honesto, no nada más del momento en el que los seres humanos quieren escapar de su realidad y comenzar a construir su propio futuro, sino también de lo importante que es la familia en la vida de sus integrantes.

La historia gira en torno a Christine McPherson en la etapa más difícil de su vida; una en la que prefiere que se le comience a llamar “Lady Bird”, en donde vive sus primeras y fallidas experiencias amorosas y una en la que su madre es, más que nunca, el punto clave del camino que tomará por el resto de su vida.

Para lograrlo, la novel cineasta se apoyó en dos grandes actrices para construir los dos pilares que sostienen a su ópera prima. Saoirse Ronan y Laurie Metcalf  (ambas nominadas al Oscar) logran llevar a la pantalla personajes muy bien definidos, con muchos matices y capaces de traducir una pequeña historia ubicada en Sacramento, California, al lenguaje universal del amor.

Es gracias a su enorme química en pantalla, a la cámara del cinefotógrafo Sam Levy, a la música de Jon Brion –a ratos alegre y aventurera; luego emotiva y dolorosa–, y especialmente al guion escrito por Gerwig que los espectadores somos parte de esta historia desde su primera escena. Una en donde Lady Bird platica amorosamente con su madre y, segundos después, abre la puerta de un auto en movimiento y se lanza al pavimento.

La grandeza con la que Gerwig se inicia en la dirección cinematográfica radica en la forma en la que logró crear un camino emotivo, a ratos doloroso pero lleno de inspiración. También es evidente en la manera en la que le da posibilidad a cada miembro de su elenco de convertir a su personaje en un retrato de etapas distintas de nuestra vida. Y es que todos hemos sido los rebeldes, los inadaptados, los fracasados, los soñadores, los que, en los momentos de mayor temor, recurrimos siempre a nuestra familia.

Sin importar la edad, el género y la nacionalidad de quien la vea, el mayor logro de Lady Bird –y por lo que quizá será recordada para siempre– es que logra transformarse en una muestra entrañable de una relación tan profunda y verdadera entre una madre y su hija, guiada únicamente por un amor genuino, acompañada de una dosis moderada de odio intermitente. Porque, en esencia, así es como se construye y se mantiene vivo el amor de una madre hacia sus hijos.

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autor Apasionado de ver, escribir, leer, investigar y hablar sobre cine en todas sus formas. Soy fan de Star Wars, me sé de memoria todos los capítulos de Friends y si me preguntan de cine mexicano, no hay quien me calle. Editor en Cine PREMIERE.
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