Los Caballeros del Zodiaco: Saint Seiya – El inicio – Crítica de la película

La producción de Los Caballeros del Zodiaco: Saint Seiya – El Inicio despertó la furia de los dioses. ¡De prisa Tomasz Bagiński! Reúne a los santos de Athena para ofrecer un producto memorable en la primera iteración de la franquicia con actores de carne y hueso. ¿Consiguió entonces este live-action despertar el “séptimo sentido” de los fans? Tal vez los productores debieron solicitar el apoyo de los demás guerreros de bronce para brindarnos una adaptación verdaderamente digna.

Fue en 1985 cuando Masami Kurumada dio vida a lo que se convertiría en su obra más grande: Saint Seiya. Un año después, Toei Animation adaptó el manga a un legendario anime bajo la dirección de Kōzō Morishita y Kazuhito Kikuchi. En países latinoamericanos se le bautizó como Los Caballeros del Zodiaco. La serie capturó al público mexicano desde su primera transmisión y se convirtió rápidamente en uno de los títulos consentidos del público. El cosmos de Saint Seiya se expandió a secuelas, precuelas, remakes, películas, videojuegos, codiciadas figuras y coleccionables. No obstante, el mangaka mantuvo la esperanza durante décadas de ver hecha realidad una adaptación en acción real.

Propuestas vinieron y fueron hasta que finalmente una fue digna de su bendición. En Comic-Con 2016, Toei dio a conocer que este sueño de Kurumada y los fans estaba en desarrollo. Encomendando a Athena y sus guerreros sagrados a Sony Pictures, la película arrancó su rodaje en otoño del 2021, con la dirección de Tomasz Bagiński (Katedra), siendo ésta en su ópera prima. La responsabilidad del guion quedó en manos de la dupla de Josh Campbell y Matt Stuecken (Avenida Cloverfield 10), en compañía de Kiel Murray (Suerte). Y los papeles principales recayeron en Mackenyu (Rurouni Kenshi), Madison Iseman (Jumanji: En la selva), Sean Bean (El señor de los anillos), Diego Tinoco (On My Block), Famke Janssen (X-Men), Nick Stahl (Terminator 3: La rebelión de las máquinas) y Mark Dacascos (John Wick: Capítulo 3).

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La historia de Los Caballeros del Zodiaco: Saint Seiya – El Inicio se enfoca en Seiya y Sienna. Al igual que en el material de origen, nuestro héroe está en búsqueda de su hermana, Patricia. Alman Kido lo ve despertar su “cosmos” en un combate contra Cassios y le ofrece su apoyo. Al mismo tiempo, Guraad, una mujer cuya organización se encarga de cazar a los poseedores del cosmos, detecta su poder y manda a sus hombres. Kido lleva a Seiya a su mansión secreta. Ahí le presenta a Sienna, explicando que ella es la reencarnación de Athena, pero aún lucha por contener el gran cosmos de una diosa en su cuerpo humano. A cambio de ayudarlo a encontrar a su hermana, Kido le pide a Seiya que entrene para aprender a utilizar su poder y proteger a Sienna. Su destino es ser su guardián como el Caballero de Pegaso.

Inmediatamente los fans de Los Caballeros del Zodiaco podrán percibir una premisa un poco diferente a la ya conocemos. Si estabas esperando que “El Inicio” significara ver los elementos que tanto te emocionan de Saint Seiya, esta no es la película para ti. Comencemos por mencionar que fue un gran error conservar los nombres que se le da a los personajes en la versión estadounidense. Tomemos este como punto de partida para un par del analogías a La guerra de las galaxias: pensemos que los personajes aquí son el “Jake Skywalker” y no “Luke Skywalker” de Los Caballeros del Zodiaco que amamos. La pregunta es: ¿funciona si le permitimos licencia para crear una buena historia que se aparte del canon?

La respuesta, tristemente, es un rotundo no. El argumento que nos ofrece el live-action es innecesariamente enredado y complejo. Excluye múltiples elementos que le arrebatan la esencia de la franquicia a esta cinta. Los guionistas traducen además el concepto del “cosmos” de una manera comparable a los “midiclorianos” en Star Wars. Haciendo que aquellos “elegidos” sean los únicos que poseen este poder, que recorre en su sangre para poder servir a la trama. Uno no puede evitar pensar en Han Solo diciendo: “así no es cómo funciona la fuerza”.

Una traición a los elementos emblemáticos de la mitología de Los Caballeros del Zodiaco

Al ser una primera entrega de lo que pretende ser una serie de películas, esperaríamos que se hiciera, como mínimo, una pequeña introducción a los templos del Santuario. Hay una locación en la que se hace una ligera alusión a este lugar, pero es tan solo un espacio reducido. Escombros, un par de columnas semi destrozadas y el rostro de la estatua de Athena despedazándose. Es un escenario que se ve impactante, pero carece de sentido en este mundo. La falta de exploración en el Santuario nos arrebata la riqueza mitológica del mundo de Saint Seiya, y es que no es relevante en la dirección que toma la historia.

La película también reduce la idea del Torneo Galáctico, aquel emocionante combate donde se nos presenta a Seiya por primera vez en el manga y el anime. Una difícil pelea contra Cassios por la armadura de Pegaso, aquí se convierte en una pequeña pelea callejera en un cuadrilátero sin importancia. Los Caballeros de Bronce y sus trágicos pasados que tantos nos enamoraron brillan por su ausencia. Descartando la idea de poder ver a Shiryu, Shun y Hyoga formar una hermandad que los impulsa a unir sus fuerzas para combatir el mal. No hay ni una pequeña referencia de su existencia. Además, se excluye hablar de los demás Caballeros, ya sea Dorados, Plateados, de Bronce, ni siquiera los Negros. En el olvido también queda el patriarca y su complot en contra de Athena, opacado por una trama que trata de modernizar el concepto pero termina siendo demasiado confusa.

Como es de esperarse, lo mejor de la película son las apariciones que tienen los Caballeros. El enfrentamiento entre Sagitario y Capricornio por la bebé Athena. Aunque fuera de encomendar a Athena a Kido, la historia les da muy poca importancia. Otro momento sensacional es ver la vestimenta de entrenamiento de Seiya. En el anime también la usa durante el enfrentamiento con Cassios. Brevemente, disfrutamos el ver a Mackenyu portando estos ropajes clásicos.

Si hay algo que podemos señalar como la representación más fiel al material original, es el personaje de Marin de Águila (Caitlin Hutson). ¡Ella luce increíble! Penosamente, hasta ahí llega lo mejor que encontramos en esta cinta. Cuando se nos introduce a la maestra del Caballero de Pegaso, es en un punto de inflexión para la enredada trama. Y tampoco es atinana la decisión que tomaron con los efectos de sus ataques, aunque al menos es disfrutable esta parte por sí sola.

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Asimismo, los Caballeros del Santuario no son los antagonistas. La cinta no se enfoca en recuperar la armadura dorada de Sagitario. ¿Entonces quién es el villano y qué quiere? Famke Janssen interpreta a Guraad, que como mencionamos, está cazando a aquellos que poseen el poder del cosmos. Fuera de este personaje, los demás antagonistas carecen de dimensión y son literalmente robóticos. La explicación para estos secuaces de Guraad trastocan aún más las reglas del universo creado por Kurumada.

También está Nero de Fénix, a quien conocemos como Ikki. Lamentablemente, este se convierte en un personaje tieso y sin motivaciones. Introducido como soldado de plomo con un rostro amenazador y con funciones inverosímiles para un joven adolescente. Diego Tinoco es una buena elección para este papel físicamente, pero no hace nada para infundirle vida a su personaje. Eso sí, es emocionante escuchar en el doblaje latino la voz de Marcos Patiño, que interpreta a Ikki en el anime. El único momento en el que brilla es cuando lo vemos portar la armadura de Fénix y hacer sus ataques característicos. Los efectos visuales no lucen tan mal en comparación con el resto.

En cuanto a Mackenyu como Seiya, él hace lo mejor que puede con el papel que le dieron. La cinta pierde mucho tiempo reviviendo el momento en el que es separado de su hermana. El recurso tiene dos funciones, pero una de ellas es parte del enredo que hicieron con las libertadas que se toma la historia. Madison Iseman y Sean Bean como Sienna y Alman Kido, respectivamente, también hacen una interpretación que es ligeramente rescatable dentro de una historia desastrosa. Quién destaca del resto del reparto es Mark Dacascos, que interpreta a Mylock, o Tatsumi en la serie. Él hace una gran interpretación, opacando a Seiya, de un héroe de acción que se equivocó de película.

Los Caballeros del Zodiaco: Saint Seiya – El Inicio es una gran decepción. No solo omite mucho de lo que quisiéramos ver traducido del material original a la gran pantalla, sino que falla gravemente en entregar una reinterpretación que funcione como una alternativa legítima. Y los fans, no sentimos el poder del cosmos dentro de la película.

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Victor Recinos "El Collecto" El cine me ha acompañado toda mi vida en un viaje de emociones, a través del tiempo, la imaginación y mundos mágicos de colores; desde galaxias muy lejanas hasta la realidad. Gracias al cine soy: creativo, otaku, Jedi, replicant, Batman y parte Cine PREMIERE.