Magic Camp – Crítica de la película de Disney Plus

¡Disney Plus, por fin, ha hecho su debut en territorio nacional! Y con ello, una variedad de series y películas ya están disponibles para disfrutar. Uno de aquellos títulos que puedes ver en Disney Plus es Magic Camp, una comedia infantil que de inmediato nos remite a la época dorada de Disney Channel, pero sin mucho encanto y que quizá sólo sea entretenida para los más pequeños de la casa.

Magic Camp, ya disponible en Disney Plus, es dirigida por Mark Waters (Vampire Academy, 2014) y nos cuenta la historia de Andy (Adam Devine), un joven taxista de Las Vegas, quien a instancias de su antiguo mentor y propietario del Magic Camp, Roy Preston (Jeffrey Tambor), regresa al campamento de su juventud con la esperanza de revivir su carrera como mago. Para su sorpresa se encuentra con un grupo de magos novatos que no sólo lo involucran en inesperadas aventuras, sino que le sirven de gran inspiración.

Aquellos magos novatos son Theo (Nathaniel Logan McIntyre), quien ama la magia, pero padece de un gran pánico escénico, inspirado, posiblemente, por la muerte de su amado padre; Nathan (Cole Sand) un friki hipocondríaco con grandes habilidades matemáticas; Ruth (Isabella Crovetti), quien quiere hacer magia con animales, pero por alguna extraña razón le teme a los conejitos y Judd (Josie Totah), quien se aterra por no estar a la altura  de las expectativas de su padre, quien es un gran mago, entre otros.

Para empezar, y como lo advertimos líneas arriba, Magic Camp descansa su idea argumental en otras películas del género y la casa Disney como Pesos pesados (1995), Juego de gemelas (1998) y Camp Rock (2008). Sin embargo, este aspecto, en particular, es el gran problema de la cinta porque hace sentir la historia carente de originalidad para convertirse, entonces, en una mezcla de situaciones y clichés que ya hemos visto antes.

Otro gran defecto de Magic Camp es la falta de jerarquización entre las tramas principales y las tramas secundarias. En un inicio, nos vamos con la finta de que el personaje central es Theo y en realidad el guion tarda en hacerlo notar hasta el clímax de la película, cuando verdaderamente se nos ofrece un momento de lo más entrañable protagonizado por el joven mago.

En otro punto de la cinta somos testigos de una añeja rencilla profesional protagonizada por Andy y Darkwood (Gillian Jacobs). Esta «pelea» parece que sólo sirve de relleno argumental y, afortunadamente, pasa a ser una historia secundaria que abre paso a otras historias protagonizadas por los jóvenes del campamento. Éstas son mucho más efectivas y hasta divertidas, pese a que algunos personajes resultan desangelados y estereotipados. Y cuando hablamos de estereotipos nos referimos a la chica linda, el nerd o friki, el bravucón/bulleador o la niña rica.

Si echamos un vistazo a IMDb es probable que todos aquellos vaivenes y el carácter insípido alrededor del guion tengan que ver con los diez escritores acreditados dentro de la cinta y que parece que, por desgracia, nunca se pusieron de acuerdo para llevar por la dirección correcta a Magic Camp. Como dato curioso, allá por el año 2014, Steve Martin había sido convocado (vía MovieWeb) para protagonizar la película e incluso se encontraba trabajando en los primeros borradores del guion, el resultado, por supuesto, nunca lo sabremos. Asimismo, el largometraje se filmó en 2017 y tenía un estreno programado en cines para el 2018, pero más tarde, Mickey Mouse anunció su incorporación a la plataforma streaming (vía DECIDER).

Magic Camp, que ya puedes ver en Disney Plus, no es tan desastrosa como aparenta. Se esfuerza en ofrecernos un tercer acto memorable donde somos testigos de las capacidades y el amor que han cosechado por la magia aquellos jóvenes novatos, quienes tienen su momento especial para brillar y conectar, aunque sea brevemente con la audiencia, ofreciéndoles un par de moralejas.

Al final, la cámara nos hace notar que los actores y actrices sí se divirtieron en la realización de la cinta, lo cual hace más llevadera la narrativa, pero más allá de eso, Magic Camp resulta un producto muy predecible, lleno de clichés, comedia y situaciones carentes de magia que muy probablemente sólo disfruten los espectadores menos exigentes.

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Brenda Medel Me encanta ver, hablar, escribir y soñar sobre cine. Mi serie favorita se llama 'La dimensión desconocida'. Siempre estoy cantando. Todo el día pienso en comida. Y no me quito mis gafas de sol ni para dormir.