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Cine

Mandy – Crítica

13-12-2018, 11:58:06 AM Por:
Mandy – Crítica

Mandy es una increíble odisea que vaga en la línea entre lo místico y lo psicótico.

Cine PREMIERE: 4.5
Usuarios: 5
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Cuando vimos el trailer de Mandy, la tercera película de Panos Cosmatos, nos intrigó el rostro ensangrentado de Nicolas Cage. Prometía una historia de venganza sangrienta y violenta, y lo cumple. Precisamente eso es su segunda mitad, mientras que la primera hora es un viaje contemplativo con un ritmo pausado y un guion poético. Las dos partes contrastan a la perfección para apoyar sus temas. En Mandy el sueño y la pesadilla están entrelazados.

Esto es cine de autor en toda la expresión de la palabra. Su director Panos Cosmatos no se guarda ninguna bala. Todas sus escenas desbordan imaginación y creatividad sin filtro. El grano es usado sin discreción, lo cual suma a la impresión de ensueño o de pesadilla. El color azul define los primeros momentos, más utópicos y calmados; mientras que el rojo inunda la pantalla para cerrar, cuando la locura se desata. Todos sus recursos contribuyen a una estética coherente e hipnótica. Dentro de lo perturbador e inquietante hay algo extrañamente hermoso y sofisticado.

El diálogo en Mandy suele ser usado sólo de forma poética, para agregar profundidad. La historia de la cinta es tan sencilla, y su narrativa audiovisual es tan diestra, que podríamos entender todo sin necesidad de una sola palabra. La música y las imágenes cuentan el relato por sí solas. El esqueleto de la película es un viaje del héroe muy simple, pero es el estilo de Cosmatos lo que lo eleva a otro nivel. Bien dicen que no es lo que se cuenta, sino cómo se cuenta.

El núcleo emocional funciona bien con muy poco. De Mandy y Red realmente no sabemos mucho, pero es suficiente con el par de escenas que tienen juntos para que nos enganchemos y acompañemos a la cinta por el resto de la pesadilla. El casting de Nicolas CageAndrea Riseborough es muy acertado. Cage está desatado, divirtiéndose con rostros de locura durante la acción, pero sin descuidar las escenas duras donde el dolor se adueña del tono de la cinta. La elección de Riseborough para el personaje de Mandy también es ideal, ya que comunica mucho con una simple mirada. Refleja una fragilidad única que ni siquiera necesita estar explícitamente en el guion.

A pesar de que temáticamente la primera y la segunda mitad se complementan adecuadamente, no se puede decir lo mismo en cuestión de ritmo y tono. Su inicio es tan lento y apacible que el cambio a la desenfrenada acción se siente un poco brusco. La cinta incluso lo sabe y marca la transición de una parte a otra con una cortinilla. Este recurso simplemente no logra esconder lo rápido que cambia la película de un momento a otro.

Mandy es un viaje intenso e inquietante contado con mucha imaginación. Su simple anécdota no demerita la experiencia. El realizador sabe exactamente qué tipo de película está haciendo y entrega una versión prácticamente impecable. Sangrienta, brutal y por momentos muy emocional, es una fascinante interpretación de la línea entre lo místico y lo psicótico. Otros se ahogan entre tantos recursos narrativos, Mandy nada.

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autor Apasionado de la animación y el cine de romance. Mi director favorito es David Fincher. Y me gusta el rap.
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