Max von Sydow nunca fue galardonado con un Premio de la Academia, un Globo de Oro o un Emmy. Ni siquiera estas omisiones de los principales certámenes hollywoodenses evitaron que fuera considerado como uno de los actores más completos de los últimos tiempos. Esto le permitió trabajar con varios de los cineastas más talentosos de la historia como Ingmar Bergman, Sydney Pollack, Woody Allen y Steven Spielberg , además de encarnar una amplia gama de personajes fascinantes que fueron de Antonius Block en El séptimo sello (1957) al Cuervo de Tres Ojos en Game of Thrones .
A continuación las mejores películas de Max von Sydow .
Flash Gordon (Dir. Mike Hodges, 1980)
Max von Sydow participó en toda clase de películas: desde grandes dramas a cargo de Ingmar Bergman hasta las más excéntricas óperas espaciales. Tal es el caso de Flash Gordon, donde el sueco interpretó a un malévolo Emperador Ming obsesionado con la destrucción terrestre y cuyos planes sólo pueden ser detenidos por el valiente héroe titular. No es su papel más desafiante, lo que no le impidió cosechar algunos reconocimientos menores, como su nominación a Mejor actor secundario por la Academia de ciencia ficción, fantasía y terror. Más destacado aún es que se trata de uno de sus personajes más populares gracias al estatus de culto que alcanzó el filme y que se viera renovado tras la aparición de Sam Jones en Ted (2012).
Hannah y sus hermanas (Dir. Woody Allen, 1986)
Woody Allen siempre ha admitido su afición por Ingmar Bergman, lo que eventualmente le llevó a trabajar con uno de sus actores más icónicos: Max von Sydow. Como ya es una tradición en la obra del neoyorquino, la cinta aborda la complejidad de las relaciones humanas a partir de la tragicomedia, siendo el sueco una pieza clave para lograrlo al interpretar a un veterano artista inmerso en una relación decadente con una antigua estudiante que se plantea abandonarlo. Las cualidades del actor resultan en uno de los personajes más brillantes de su carrera, con un lado intelectual que busca racionalizar el dolor de la pérdida y una completamente emocional con la que manifiesta el sentir de un hombre que sufre por su inminente vejez.
Minority Report: Sentencia previa (Dir. Steven Spielberg, 2002)
La obra de Philip K. Dick ha inspirado numerosas adaptaciones, siendo Minority Report una de las más populares gracias al talento realizador de Steven Spielberg y la explosividad histriónica de Tom Cruise. Sin embargo, la compleja historia sobre penalización de crímenes que no han sido realizados no habría quedado completa sin la presencia de Max von Sydow como el último eslabón de un sistema tan corrupto como inoperante. Su grandeza radica en que, lejos de ser un villano físico para nuestro héroe, se trata de un adversario intelectual cuya fuerza aumenta por los vínculos emocionales con el personaje central. Su labor fue clave para la que hoy es considerada una de las grandes películas de ciencia ficción en lo que va del siglo XXI.
Los emigrantes (Dir. Jan Troell, 1971)
Max von Sydow fue un actor recurrente en la filmografía de Ingmar Bergman, pero también en la de Jan Troell, con quien colaboró en siete ocasiones, siendo Los emigrantes la más importante de todas. En ella, el actor interpreta al padre de una familia empobrecida de inicios de siglo XIX y que debe emprender un tortuoso viaje a los Estados Unidos para garantizar la subsistencia. Fue nominada al Oscar Mejor película extranjera en 1972, mientras que las condiciones de la Academia permitieron que un año después compitiera en ternas generales, donde cosechó cuatro nominaciones entre las que destacaron Mejor película y director. Al final no ganó una sola estatuilla, convirtiéndose así en la única cinta internacional que no se lleva la terna extranjera tras haber competido por el máximo galardón de la noche. Eso sí, su buena respuesta hizo posible la secuela The New Land (1972), protagonizada por el propio von Sydow.
Hawai (Dir. George Roy Hill, 1966)
Los procesos de colonización religiosa han sido explorados en numerosas películas, pero pocas con la complejidad psicológica de Hawai. La cinta muestra a Max von Sydow como un religioso de inicios del siglo XIX que es encomendado con la misión de llevar la cristiandad a Maui, labor que se complicará por la falta de humanidad que manifiesta con los nativos, pero también con su propia esposa interpretada por Julie Andrews. La película cosechó siete nominaciones al Premio de la Academia, pero casi todas en categorías técnicas. Por ello, se le recuerda como el primer gran éxito hollywoodense del sueco, quien consiguiera su primera nominación norteamericana importante al ser considerado por el Globo de Oro en la categoría de Mejor actor dramático.
Vergüenza (Dir. Ingmar Bergman, 1968)
No es la película más emblemática en la obra de Ingmar Bergman, pero sí una de las más poderosas gracias a una potente narrativa con la que capturó los horrores de la guerra y la naturaleza violenta del ser humano. Para ello, el cineasta nos introduce con una pareja de violinistas retirados que habitan en el campo durante una guerra civil que eventualmente termina por alcanzarles, lo que les obligará a tomar decisiones imposibles para garantizar la supervivencia. Estas alteraciones son especialmente evidentes en el personaje de Max von Sydow, cuya impresionante transición del nerviosismo a la brutalidad resultó en una de las interpretaciones más brillantes de toda su carrera.
Pelle el conquistador (Dir. Bille August, 1987)
Max von Sydow abordó la migración en muchas de las películas, siendo Pelle el conquistador la más emotiva de todas. El histrión interpreta a un inmigrante sueco de mediados de siglo XIX que viaja rumbo a territorio danés en busca de una vida mejor, pero que antes deberá superar toda clase de obstáculos que van de la falta de oportunidades al rechazo de los habitantes locales. La cinta fue reconocida con la Palma de Oro de Cannes, así como con el Globo de Oro y el Oscar a Mejor película extranjera. No menos importante fue que representó la primera nominación al Oscar para el propio von Sydow, quien perdió la categoría de Mejor actor ante un titánico Dustin Hoffman en Cuando los hermanos se encuentran.
Los tres días del cóndor (Dir. Sydney Pollack, 1975)
La incertidumbre producida por el escándalo de Watergate desató una ola de thrillers hollywoodenses de gran calidad, siendo Los tres días del cóndor uno de los más memorables, sobre un investigador de la CIA que debe incursionar en el campo para descubrir al asesino de todos sus compañeros de trabajo. Aunque protagonizada por Robert Redford, la cinta suele ser recordada por la gran interpretación de Max von Sydow como el responsable de la matanza, un personaje pasivo pero implacable, además de inconfundible con su eterno fedora que aumentaba el misterio alrededor de su persona.
El exorcista (Dir. William Friedkin, 1973)
Considerada por muchos como la obra cumbre del terror cinematográfico, El exorcista suele ser recordada por la brillante interpretación y caracterización de Linda Blair en el papel de Regan. Sin embargo, su éxito nunca habría sido el mismo sin el estupendo trabajo del resto del elenco, destacando el rol de Max von Sydow como el padre Merrin: un viejo sacerdote cuya experiencia le lleva a ser reclutado por la iglesia para erradicar al demonio que habita en la chica, proeza que termina pagando con su propia vida. El personaje se convirtió en todo un emblema del filme cuando su siluete fue elegida para engalanar el póster, que a la larga se convertiría en uno de los más icónicos en toda la historia del celuloide.
El séptimo sello (Dir. Ingmar Bergman, 1957)
La Muerte ha jugado un rol fundamental en numerosas películas, siendo El séptimo sello una de las más memorables, donde aparece jugando una partida de ajedrez con un caballero aquejado al descubrir que su tierra ha sido arrasada por la plaga y que se muestra ansioso por conocer los secretos de la vida y el más allá. El resultado es una obra sumamente poderosa, cargada con una serie de enigmáticos mensajes religiosos para un mundo oscurecido por los horrores del Holocausto y la Guerra Fría. Buena parte de su éxito se debió a la impresionante interpretación de Max von Sydow como el caballero en cuestión, en la que terminaría convirtiéndose en su colaboración más importante con el mítico Ingmar Bergman.
Luis Miguel Cruz Algún día me uniré a los X-Men, la Alianza Rebelde o la Guardia de la Noche. Orgulloso integrante de Cine PREMIERE desde el 2008.