¿Me amarás cuando despiertes? – Crítica

Nadie, en nuestra era, encarna los ideales del héroe romántico mejor que el despistado ingenuo, el niño adulto, el torpe sin redención. De Amélie a Mr. Bean, el Charlot de Chaplin o el Monsieur Hulot de Jacques Tati, las promesas y añoranzas de un mundo más puro o mejor parecen más reales a través de personajes incomprensiblemente heroicos: ingenuos destartalados, quijotes con dos pies izquierdos que, nos guste o no, son lo más edificante que nuestra época desabrida y egoísta tiene a la mano para recordar a un mosquetero, a los poetas adolescentes o a las heroínas de Jane Austen. Perrine (Isabelle Carré) y Fabrice (Phillippe Rebbot), los protagonistas solitarios de ¿Me amarás cuando despiertes? (Les chaises musicales, 2015), primera película como cineasta de la guionista Marie Belhomme, abonan a esa lista de tarugos entrañables, incluso si él se pasa toda la película en estado vegetativo –debido a un accidente provocado por ella– y ella, a su vez, pasa noches en vela dudando si es más sensato invadir la vida de un desconocido comatoso para curarse la culpa o, de plano, enamorarse de él y, finalmente, encontrar a la horma de su zapato. En caso de que éste despierte, claro.

Isabelle Carré, a quien conocemos en un amplio registro actoral que va de la Lolita enamorada de un hombre casado en La mujer desconocida (1997), la yonqui embarazada de El refugio (2009) o la confundida madre de una adolescente en Respira (2014), revela un talento natural para la comedia de enredos como Perrine, una belleza de personalidad grisácea que anima fiestas infantiles disfrazada de Darth Vader, se anuncia como “violinista casi profesional” y que, de un minuto al otro, se sospecha a sí misma como homicida de un desconocido.

Aunque apoyada en una premisa tan curiosa y un personaje original que inspira una ternura automática, ¿Me amarás cuando despiertes? tropieza con sus propias decisiones narrativas: suma personajes en exceso –no todos acertados–, lanza ideas que quedan sin desarrollo y agrupa gags hilarantes junto a otros que no funcionan –sospecho– ni siquiera en el marco regional del humeur français. Entre sus debilidades, la única a celebrar es el rol secundario de Carmen Maura como una española afincada en Francia, obsesionada por ayudar al prójimo y que habla en una mezcla inaudita de castellano madrileño y francés de provincia. Por dudosa que sea la utilidad del personaje, el buen hacer de Maura lo condimenta con malicia fina, digna de una chica Almodóvar.

Aunque esté lejos de competir como una de las comedias del año, ¿Me amarás cuando despiertes? permite una incursión amable, carismática y aceptablemente original en los sobados moldes y convenciones de la comedia romántica; quizá el encanto extravagante de su pareja protagónica es toda la subversión que se permite, pero es suficiente. Su público natural, el de los entusiastas del cine europeo light, aquel que permite excursiones multiculturales sin pisar nunca los territorios del cine de autor, tendrán razones suficientes para sonreír.

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Sergio Huidobro Periodista, cinéfilo y lector compulsivo, conductor en Mi cine tu cine (Once TV), locutor, jazzero y tragón. Miembro de la Semaine de la Critique de Cannes en 2014 y del Berlinale Talents Press. Estando antes en París, pasaba más tiempo dentro del cine que afuera, así que volví a la Ciudad de México en donde el cine es más barato y, digan lo que digan, se come mejor.