La popularidad y la calidad cinematográfica nunca han estado peleadas. Hubo un tiempo en que la Academia era muy consciente de ello, lo que le valió la nominación y en algunos casos el reconocimiento como Mejor película del año a filmes de altísimo calibre y que además contaron con una estupenda recepción del público. Hoy en día, parece que la posibilidad parece desechada con la nueva categoría a Mejor película popular .
¿Qué tan diferente sería la historia del Oscar en caso de que esta polémica terna hubiera existido en el pasado? Hacemos un recorrido por la ceremonia para recordar todos aquellos éxitos taquilleros que compitieron por el máximo galardón de Hollywood y que en algunos casos, incluso se alzaron con la victoria.
Lo que el viento se llevó (Dir. Victor Fleming, 1939)
La popularidad nunca ha estado peleada con la calidad, ¿y qué mejor forma de demostrarlo que un clásico como Lo que el viento se llevó? La cinta nunca ha sido considerada como un blockbuster –el término fue popularizado en 1975 con Tiburón- pero su presupuesto cercano a los $4 MDD prácticamente le permite entrar en la categoría. A esto sumemos su taquilla doméstica de $400 MDD, una cifra insignificante para los estándares actuales, pero que ajustada a la inflación se convierte en poco más de $1,800 MDD que la ubican como el mayor éxito financiero en la historia del cine norteamericano. ¿Y si la Academia hubiera considerado que estos éxitos financieros eran su mejor premio y simplemente le hubiera dado con un Oscar popular? Casi podemos garantizar que el cine sería muy diferente de lo que conocemos actualmente.
La novicia rebelde (Dir. Robert Wise, 1965)
Uno de los mayores éxitos musicales de todos los tiempos, que con un presupuesto de apenas $8.2 MDD logró recaudar la impresionante cifra de $158 MDD. ¡Y eso sólo en Estados Unidos! Esta recepción pudo provocar que la Academia ni siquiera la considerara para su máxima estatuilla, para relegarla a la terna de Mejor película popular. La mayor beneficiada habría sido Doctor Zhivago, que habría tenido el camino libre hacia la gloria hollywoodense.
Rocky (Dir. John G. Avildsen, 1976)
Rocky se ubica entre las mayores sorpresas en la historia de los Premios de la Academia, pues la entrañable historia del boxeador amateur superó dos pesos completos como Todos los hombres del presidente y Taxi Driver, convirtiéndose así en la gran ganadora de su ceremonia. Quizá la historia habría sido diferente con la categoría de Mejor película popular, pues los votantes habrían tenido una manera de nivelar la situación y reconocer dos de estas tres películas de altísimo calibre y no descartamos que el enviado a la controvertida terna hubiera sido Rocky. Lo más triste es que, al final, muchos habrían coincidido con la Academia y más cuando el Semental Italiano se convirtió en el protagonista de una jugosa franquicia que sigue extendiéndose hasta nuestros días con Creed. De hecho, hay quienes creen que esta misma popularidad privó a Sylvester Stallone del Oscar a Mejor actor de reparto por este mismo proyecto.
El exorcista (Dir. William Friedkin, 1973)
El terror no suele ser muy reconocido entre los votantes de la Academia, siendo El exorcista uno de los pocos exponentes en alcanzar la nominación a Mejor película. No se coronó como la gran ganadora de la noche, pero su simple presencia en la terna fue clave para elevar el estatus del género. Quizá esto nunca habría pasado con la categoría a Mejor película popular, que le habría valido un Oscar casi seguro ante sus $441 MDD en taquilla global y su altísimo impacto entre las audiencias, aunque probable la habría privado de la gran carrera final. ¿Que habría sido más importante a la larga? Nos quedamos con esa oportunidad de competir entre las auténticas mejores películas del año.
Star Wars (Dir. George Lucas, 1977)
Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana en que la Academia no parecía estar peleada con la popularidad de las películas, Star Wars fue nominada al Oscar en diez categorías, entre las que destacó Mejor película. No ganó, pero al menos fue superada en la terna por otra grande en la historia del cine como Annie Hall de Woody Allen. Pero eso sí, la ópera espacial fue reconocida con seis estatuillas, convirtiéndose así en una de las cintas más galardonadas de la noche. Unos años después se pensó que El Imperio contraataca no sólo repetiría la hazaña, sino que tendría altísimas probabilidades de superarla. El veredicto no se cumplió, pues la secuela ni siquiera fue considerada para los votantes. Un buen tiempo después, se rumoró que La venganza de los Sith lograría la proeza, pero más por nostalgia que por auténtica calidad. El sueño tampoco se cumplió. Más recientemente, se pensó que El despertar de la Fuerza regresaría la saga a sus viejas glorias tras ser contemplada por algunos certámenes durante la temporada de premios, pero nuevamente, la Academia desechó cualquier posibilidad. Más allá de la tibia calidad de algunos Episodios, existe la teoría de que la galaxia creada por George Lucas se ha visto afectada por el hecho de ser la franquicia cinematográfica más rentable de toda la historia. Bajo esta premisa, sólo nos queda preguntarnos si el filme original habría recibido la oportunidad de competir por la máxima gloria de Hollywood con la existencia de una categoría como Mejor Película Popular.
La Bella y la Bestia (Dir. Gary Trousdale & Kirk Wise, 1991)
El clásico animado de Walt Disney se ubica entre los mayores parteaguas en toda la historia de la Academia, al ser la primera –y por casi 20 años, la única– animación en ser nominada a Mejor película. La historia pudo ser muy diferente con una categoría como Mejor película popular, pues probablemente los votantes la habrían posicionado ahí para darle un reconocimiento más allá de la nominación. Esto habría iniciado una reacción en cadena que seguramente habría frenado las respectivas nominaciones a Mejor película para Up y Toy Story 3. No conforme con ello, quizás habría entorpecido el surgimiento de la categoría que reconoce la Mejor película animada del año, que dicho sea de paso, a veces parece elegir uno que otro contendiente por su popularidad más que por su calidad. Finalmente, la situación de estos filmes abre camino a una importante interrogante: ¿una cinta animada podrá ser nominada a Mejor película, película animada y película popular o habrá alguna limitante en este sentido?
Titanic (Dir. James Cameron, 1977)
¿Existe alguna cinta más exitosa que Titanic? Estadísticamente es poco probable, pues se trata de un filme que ha cosechado toda clase de glorias: el gusto del público que con más de $2,187 MDD la convirtió en la cinta más taquillera de la historia por más de diez años; la aprobación de la crítica con un 88% de frescura que avala su frescura; y de la Academia con sus once estatuillas entre las que destaca Mejor Película. En el papel, parece virtualmente imposible encontrar un mejor ejemplo de un filme que conjunte lo mejor de estos tres mundos y que como tal, pudiera generar tanta polémica con una categoría como Mejor película popular. La pregunta es ¿quién habría ganado en su lugar? Nos inclinamos por Mejor imposible ante la buena inercia de su reparto.
Saga El Señor de los Anillos (Dir. Peter Jackson, 2001-2003)
La trilogía inspirada en la obra de JRR Tolkien y dirigida por Peter Jackson fue el último gran blockbuster en alcanzar la máxima gloria Hollywoodense. En total, la saga de Frodo Baggins cosechó 30 nominaciones al Premio de la Academia, de las que se alzó con 17 estatuillas. La más importante de todas fue el Oscar a Mejor Película obtenida por El retorno del rey, que coronó el esfuerzo conjunto de toda la saga. Este dominio pudo verse comprometido por la popularidad de la historia original con generaciones de aficionados desde 1937, lo que le ayudó a sus adaptaciones a conseguir una taquilla acumulada superior a los $2,962 MDD. En este mismo sentido, destaca que tanto Las dos torres como El retorno del rey fueron las cintas más taquilleras del mundo en sus respectivos años, mientras que La comunidad del anillo estuvo cerca de repetir la hazaña al quedar en segunda posición, siendo sólo superada por Harry Potter y la piedra filosofal. Al final, se trata de una franquicia dotada de una altísima calidad, pero también de una enorme popularidad.
Avatar (Dir. James Cameron, 2009)
Fueron muchos los que internaron arrebatar el título de película más taquillera a Titanic, pero al final, el Rey del Mundo fue el único capaz de superar sus propios éxitos. Más de $2,787 MDD a nivel mundial avalaron la gloria comercial de Avatar y sólo quedaba el veredicto de la Academia para sellar su victoria absoluta. La premisa no se cumplió sólo por el estupendo trabajo de Kathleen Kennedy en Zona de miedo, lo que eventualmente abrió el camino a la polémica: ¿tenía Avatar los argumentos suficientes para ser reconocida como la mejor película del año? Técnicamente es impecable, pero su historia sigue siendo criticada por sus similitudes con muchos otros títulos. Quizá el Oscar a Mejor película popular habría evitado tantos años de debate, con una estatuilla innegable que sin embargo, no habría sido muy bien recibida por un cineasta que siempre aspira a lo más alto.
LaLaLand (Dir. Damien Chazelle, 2016)
Si la categoría de Mejor Película Popular hubiera surgido sólo un par de años antes, es muy probable que La La Land hubiera estado entre las nominadas junto con Rogue One, Animales fantásticos, Civil War y Batman vs. Superman. En cualquiera de los casos, esto habría supuesto una enorme controversia para la Academia: una victoria habría sido un amargo premio de consolación tras ser superada por Moonlight; una derrota la habría dejado con las manos vacías frente a títulos de mayor popularidad, pero menor calibre. ¿Cómo actuar ante una película que ocupó el lugar 17º de taquilla mundial de su año, y que si bien conquistó el corazón de muchos aficionados, parece no tener nada que hacer frente a los grandes blockbusters? Una pregunta que a la larga podría repetirse y generar muchos dolores de cabeza entre los votantes.
Luis Miguel Cruz Algún día me uniré a los X-Men, la Alianza Rebelde o la Guardia de la Noche. Orgulloso integrante de Cine PREMIERE desde el 2008.