Mel Gibson: sus mejores películas

Hablar de la trayectoria de un histrión con más de treinta filmes en su haber y poco más de cuarenta años de trayectoria, sin duda resulta en una tarea complicada. Repasar lo mejor de Mel Gibson, sólo puede resuelto al tomar en cuenta películas de todos sus periodos y sobre todo, al observar los diferentes matices histriónicos que evolucionaron a lo largo de los años en su método como actor.

Todo lo anterior viene como una suerte de advertencia. Hacer una lista de las mejores películas de Mel Gibson requiere dejar fuera muchas grandes, con el afán de poder reunir un grupo de cintas que ejemplifiquen por qué Gibson es un actor que se ha mantenido como relevante a lo largo de sus muchos años de experiencia.

Aunque más tarde también se ganó también el reconocimiento como un gran director, el nacido neoyorquino ha aportado más a la cultura cinematográfica como una gran estrella al centro de la pantalla y por ello aquí reunimos 10 películas imprescindibles para conocer el legado de Mel Gibson como actor.

Mad Max saga (1979-1985)

A estas alturas, las nuevas generaciones ya conocen el significado de Mad Max, gracias a Fury Road, pero durante la década de los 80, la saga automovilística situada en un mundo posapocalíptico, significó además la presentación de Mel Gibson para el mundo. A pesar de que la película fue vista como «muy australiana» por los productores hollywoodenses, quienes decidieron reemplazar las voces del cast con actores de doblaje estadounidenses, público de todas partes del mundo pudo conocer el rostro de Gibson para comenzar a situarlo como el próximo gran ejemplar del cine de acción.

Gallipoli (1981)

La primera vez que Mel Gibson llegó a trabajar con el director Peter Weir, también fue la primera vez que el público conoció la verdadera voz del actor en la pantalla. Esta película apreciada por la crítica se sitúa durante la Primera Guerra Mundial, específicamente en la batalla que se libró en la península turca que le da nombre a la cinta. Más que tratarse de un filme de acción o bélico en toda regla, en realidad el enfoque de Gallipoli, era narrar la profunda amistad entre dos jóvenes soldados australianos en medio del sombrío conflicto, lo que permitió que Gibson demostrara sus dotes actorales para el drama.

El año que vivimos peligrosamente (1982)

Gibson hizo dupla una vez más con el cineasta Peter Weir en un drama romántico situado en medio de un conflicto político. Aquí el actor da vida a Guy Hamilton, un periodista australiano que en 1965 es enviado a Indonesia durante las tensiones que conllevaron a un golpe de Estado. Su único amigo es Billy Kwan (Linda Hunt) un colega fotógrafo que le introducirá en dichas tierras. Allí Hamilton conocerá pronto a una funcionara de la embajada británica (Sigourney Weaver) con quien comenzará un amorío que será puesto a prueba por el conflicto de fondo. Una vez más Gibson probó su valía en algo diferente a la acción.

Saga de Arma mortal (1987-1998)

Sin importar que Mel Gibson ya se había probado al mundo como interprete de rango para otras cosas distintas a la ya por entonces exitosa saga de Mad Max, su siguiente gran hit llegó de la mano de una nueva saga de acción y comedia. Arma mortal supuso, sin embargo, el posicionamiento definitivo de Gibson en la industria de Hollywood. Si bien para las películas de Peter Weir, todavía era visto como un talento emergente a tener en la mira, gracias a Arma mortal, de pronto fue toda una estrella. Esta saga de acción comenzada por Richard Donner cuenta las aventuras de una pareja de detectives con los rostros de Gibson y Danny Glover. Después de ésta hubo cuatro películas más.

El hombre sin rostro (1993)

Después de poco más de una década de carrera como actor, Gibson decidió aventurarse en la dirección. Para inicios de los noventa ya era una figura reconocida dentro de la industria, por lo que su debut como cineasta llegó sin mayor dificultad y el apoyo de sus colegas. El hombre sin rostro fue un drama de un hombre deformado tanto al exterior, como el interior, que se convierte inesperadamente en el mentor de un chiquillo. Su ópera prima fue aclamada por la crítica, quien la consideró un debut mas que sólido para un actor asociado generalmente con las cintas de acción taquilleras.

Corazón Valiente (1995)

Aunque Gibson ya había realizado su debut como director, fue con Corazón Valiente con la que tomó a la crítica por sorpresa. La ferocidad que demostró en el papel protagónico de William Wallace, y sobre todo tras la cámara, se tradujo en múltiples premios de la industria y diez nominaciones al Óscar de los cuales consiguió llevarse cinco, incluidos Mejor película y Mejor director. Aquí se cuenta la historia del guerrero escocés que lideró a su pueblo para liberarse del yugo de Inglaterra, durante la Primera Independencia de Escocia.

El patriota (2000)

Esta película representa otra de las aportaciones fílmicas en periodos históricos del actor. Dirigida por Roland Emmerich, El patriota, podría llamarse como una de las películas más inusuales de sus director. No ajena a la acción, el drama fácil y la larga duración, sin embargo, la historia de este veterano soldado durante la Guerra de Independencia de Estados Unidos, es una de las mejores aportaciones de su filmografía. Gibson es Benjamin Martin, un padre de familia que se debe hacer cargo de siete hijos tras la muerte de su esposa, razón de que busque mantenerse apartado del conflicto bélico y la guerra civil que se desarrolla en su país. No obstante, a pesar de sus intentos la guerra llega hasta su puerta. En esta película Mel Gibson actúa junto a Heath Ledger.

Lo que ellas quieren (2000)

En el mismo año, Gibson consiguió llevar a cabo un papel diametralmente opuesto al que hiciera en El patriota. Mientras que en aquella su Benjamin Martin es un hombre interesado por los demás, que constantemente está dispuesto al último sacrificio por sus hijos, aquí interpreta a Nick Marshall un mujeriego egocéntrico y narcisista que cree poseer el mundo. Se trata de una comedia romántica que protagonizó junto a Helen Hunt y Marisa Tomei, dirigida por Nancy Meyers. Un filme que reflexiona sobre los peligros del machismo y la forma en la que muchos hombres observan a las mujeres sin comprenderlas del todo.

Señales (2002)

Se trata probablemente de la única cinta de terror o suspenso que tiene Mel Gibson en su currículo. Tras El sexto sentido, el director M. Night Shyamalan se aventuró con un drama al medio camino del thriller sobre lo que sucedería si de pronto el planeta se enfrentara a una invasión alienígena. Lejos de contar el cataclismo desde un punto de vista global y trágico, el filme se enfoca únicamente en los sucesos desde el punto de vista de una familia que reside en el campo y vive en desconcierto cuando señales extrañas aparecen en su sembradío. Gibson explora aquí a un cura retirado que sufre una crisis de fe y debe ser el sostén para sus hijos pequeños y su hermano (Joaquin Phoenix) en medio del aparente fin del mundo.

Entre la razón y la locura (2019)

Uno de sus proyectos más recientes, en donde hizo una dupla interpretativa con Sean Penn para contar la historia real del profesor James Murray, a quien se le debe la creación de un diccionario inglés. Su labor fue compilar todas y cada una de las palabras conocidas en la lengua inglesa para crear la primera edición del Oxford English Dictionary. El filme dirigido por Farhad Safinia está colocado en esta lista porque que tanto la cinta como su actuación fueron bien recibidas por la crítica, pero además, porque Entre la razón y la locura es quizás una de las pocas biopics que tiene el actor entre su colección de filmes. Junto Penn, el filme también tiene entre el reparto a Natalie Dormer y Stephen Dillane, ambos conocidos por Game of Thrones.

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Luis Angel H Mora Mi relación más estable es con el cine, la fiesta y la música. Me encanta escribir sobre cine, conocer gente nueva y compartir ideas. Idealista en todo sentido, supongo que es mi rasgo acuariano de ascendente.