Mi ex es un espía – Crítica

A Audrey (Mila Kunis) la acaba de cortar su novio Drew (Justin Theroux) por mensaje de texto. Audrey intenta contactarlo desesperadamente, pero su ex parece haber desaparecido de la faz de la tierra. Mientras Audrey trata de sanar su corazón roto con la ayuda de su mejor amiga Morgan (Kate McKinnon), Drew se aparece en el departamento de las chicas para revelarles que es un espía, y se encuentra en grave peligro. Después de una emboscada, Drew es asesinado y las chicas no tienen otra opción más que completar su misión. Las amigas viajan a Europa y se embarcan en la aventura de sus vidas. Pero no están solas, y Sebastian (Sam Heughan), un agente de la CIA, está siguiendo cada uno de sus pasos.

Al estilo de películas como Spy: una espía despistada de Paul Feig y la franquicia de Austin Powers, Mi ex es un espía pretende ser una sátira a los filmes clásicos de espías como James Bond y Misión Imposible. Sin embargo, el pilar del filme resulta ser la acción –tal y como este tipo de cintas de las que se trata de burlar– y no la comedia. Desde la primera escena, la película dirigida por Susanna Fogel (Life Partners) sorprende con sus estilizadas escenas de acción. Esto mismo sucede con la misión que las amigas tienen que completar y que las lleva a participar en una épica persecución en auto por las calles de Viena y escapar de una sanguinaria gimnasta rusa en Praga.

Este aspecto del filme es un arma de doble filo para la audiencia: por un lado, las intricadas secuencias de acción resultan ser una grata sorpresa, pero si lo que estabas esperando era una buena dosis de carcajadas y risas, es  posible que salgas decepcionado. A pesar de que Kunis y McKinnon transmiten buena química en pantalla, el peso de la comedia cae completamente sobre los hombros de McKinnon. La veterana actriz de SNL está a la altura de esta tarea, y se roba el protagonismo de la película. Sin embargo, el factor cómico no se siente como un intercambio entre los personajes principales ni fluye de manera natural con la narrativa. Los chistes se sienten aislados y mecánicos hasta cierto punto, como si hubieran sido incluidos en el guion a la fuerza una vez que la trama principal hubiera estado decidida. La película también nos queda a deber en el tema de la complicidad femenina. Al final del día, el largometraje narra una historia sobre dos amigas que se embarcan en la aventura de sus vidas, enfrentan sus miedos, y salen victoriosas porque lo hicieron juntas. La directora intenta evocar este girl power con varias escenas emotivas, pero este factor nunca logra cuajar al 100%.

Cabe destacar la participación del actor escocés Sam Heughan, quien saltó a la fama en la serie Outlander. En el otro lado del espectro de su papel como Jamie Fraser en la exitosa serie dramática, Heughan explora su vena cómica en esta cinta de manera satisfactoria

Mi ex es un espía es un cinta de verano que cumple con ser entretenida, que decepciona como una cinta cómica pero sorprende como filme de acción. El final sugiere la posibilidad de una secuela, así que tal vez veamos más de estas dos mujeres temerarias en un futuro próximo…

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Amanda Adame Comunicóloga para quien el cine y la fotografía son las mejores maneras de ver la vida. Es fan de Sofia Coppola y la estética de Wes Anderson, añora décadas pasadas y piensa que todo el mundo debería irse en un road trip por lo menos una vez en la vida.