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Monika Revilla: Escribir el pasado, para enriquecer el presente

20-11-2020, 2:57:03 PM Por:
Monika Revilla: Escribir el pasado, para enriquecer el presente

Guionista de El baile de los 41 y de series como Alguien tiene que morir, Monika Revilla escribe las imágenes de nuestro pasado.

Monika Revilla llegó a pensar que la escritura profesional no era para ella. Aunque siempre sintió afinidad por la pluma y la palabra –y pasó su niñez montando obras de teatro y obligando a sus hermanos a participar en ellas–, el estigma de la inestabilidad del oficio y una personalidad más bien práctica la empujaron a otros caminos. “Viví en Madrid y en Berlín y trabajé en corporativos”, nos dice, “pero siempre estaba máximo un año y renunciaba, porque emocionalmente no podía. En las mañanas tenía crisis existenciales al pensar que tendría que hacer eso durante 40 años”.

Cierto día sucumbió a la verdad: algo no estaba funcionando. “Y entonces fue cuando decidí entrarle al guion”, nos confiesa, una actividad que a sus ojos reconciliaba su deseo de estructura con su alma de escritora. “Para sorpresa de todos, funcionó”.

Monika regresó a México, empezó a escribir documentales y poco a poco se abrieron las puertas. Hoy, su trayectoria como guionista incluye proyectos como La casa de las flores, la serie de Manolo Caro, o la esperada cinta histórica El baile de los 41, dirigida por David Pablos (Las elegidas). “Aprendí de forma autodidacta. No seguí el camino convencional de estudiar cine o guionismo”, nos dice, “pero creo que eso ayuda. Siento que a veces hay mucha competencia que se genera en las escuelas de cine y te puede llegar a cohibir. Creo que esa inocencia o ignorancia me ayudó muchísimo al inicio, porque no tenía miedo de llegar a tocar puertas ni a plantarme y entregar un texto pésimamente escrito”, dice riendo.

Esa valentía, que proviene de aprender sin el peso de los límites impuestos, la llevó eventualmente a escribir su primera miniserie para Canal Once, al lado de Patricia Arriaga-Jordán (Malinche). Juana Inés, el retrato ficcionado de Sor Juana Inés de la Cruz, protagonizado por Arcelia Ramírez, marcó la primera vez en que Monika se atrevió a llamarse a sí misma “guionista”. “Sí hay mucho síndrome del impostor, sobre todo cuando no tienes educación formal. Pero ésa fue la primera vez que gente que no conocía se me acercaba a decirme que un trabajo mío les había encantado”, revela.

Arcelia Ramírez en la serie Juana Inés.

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También escritora de las series Malinche y Alguien tiene que morir –la nueva producción de Manolo Caro para Netflix, ambientada en la España de los años 50–, el trabajo de Monika siempre ha estado íntimamente ligado al pasado, llenando con sensibilidad los puntos ciegos de la historia oficial y creando en papel imágenes poco vistas en el universo audiovisual mexicano. “Cuando empezamos a escribir Juana Inés me di cuenta de que nunca habíamos visto al México del siglo XVII”, reflexiona, “desde un punto de vista de identidad, me parece importantísimo que hagamos más contenido histórico, ver nuestro pasado desde varias perspectivas. Con El baile de los 41 fue lo mismo, también creo que hemos visto muy poco en cine y TV de nuestro siglo XIX, del Porfiriato”.

El baile de los 41 Monika Revilla
Monika Revilla dejó claro su interés por la diversidad de historias con su guion de El baile de los 41, de David Pablos.

El baile de los 41 retoma un episodio de la historia de México que el paso del tiempo ha convertido en un chiste: la redada policial ocurrida en un baile clandestino de homosexuales, en el que se encontraba el yerno de Porfirio Díaz. “Justo quería darle la vuelta a eso porque durante un siglo ha sido recordado como una broma, usada para burlarse de los gays. Nunca se le ha dado la seriedad que merece, pues lo que representó fue la salida del clóset de la homosexualidad en la sociedad mexicana. Es fundamental en la historia de la sexualidad de este país y quería subvertir eso para contar una experiencia humana”.

Diversidad y representación son dos conceptos que Monika considera claves para el oficio, y que ha tenido la oportunidad de explotar en series como La casa de las flores. “Estoy especialmente orgullosa del personaje de María José, porque fue nuevo en las pantallas chicas mexicanas. Antes había personajes trans, pero eran secundarios, mientras éste tenía todo un bagaje emocional”, nos confiesa la guionista, para quien escribir con perspectiva de género nada tiene que ver con limitar la creatividad.

“¡Al contrario! Te abre el universo. No se trata de que siempre tengas un personaje femenino y no es exclusivo de las mujeres. Se trata de escribir siendo consciente de que tenemos roles de género preconcebidos y que hay que romper con ellos. Es desaprender y eso te da para crear personajes con una combinación de características que no habías imaginado. La diversidad enriquece las historias, además de ser buen negocio”.

En medio del boom de productos audiovisuales, gracias a la aparición de plataformas de streaming como Netflix, Monika Revilla se muestra optimista con el futuro de su oficio. “Durante décadas, la sociedad mexicana cambió, pero su TV no lo hizo. Y entonces llegaron estas plataformas y abrieron el grifo de estas historias que se estaban acumulando, pero que nadie había contado. Ahorita hay mucha sed de relatos novedosos, que nunca se hayan contado antes. Sí hay mucha más oportunidad, aunque también mucha competencia de contenidos”.

Fotoarte: Viridiana Salazar (@un_astronauta)

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autor Periodista, editora en Cine PREMIERE y bailarina frustrada en sus ratos libres. Gustosa del cine, la literatura, el tango, los datos inútiles y de la oportunidad de desvelarse haciendo lo que sea.
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