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Cine

Condenados a la libertad: entrevista con Nuria Giménez, directora de My Mexican Bretzel

21-09-2020, 11:02:18 AM Por:
Condenados a la libertad: entrevista con Nuria Giménez, directora de My Mexican Bretzel

La directora de My Mexican Bretzel habla de las propiedades metanarrativas de su desafiante ópera prima.

«Las mentiras son solo otra forma de decir la verdad», una premisa funge como un perfecto punto de partida para My Mexican Bretzel. La ópera prima de Nuria Giménez combina una serie de cintas familiares con un guion construido a forma de diario para dar un filme experimental que deambula entre la intimidad de la realizadora y la universalidad de sus temas.

Cine PREMIERE aprovechó la edición 2020 del Guanajuato International Film Festival para hablar en exclusiva con la realizadora sobre la concepción de una película tan fascinante como inclasificable por su mezcla de realidad y ficción.

El cine lleva años creando toda clase de técnicas para generar una sensación de realismo, pero tú lo haces de una manera tan orgánica que parece sencillo, ¿lo fue?

No. Realmente fue durante el proceso cuando fui descubriendo hacia donde iba. En ese sentido, creo que la película iba por delante de mí de alguna forma y luego empecé a darme cuenta de varias cosas. Es verdad que yo no tenía ninguna intención de ser verosímil. Ninguna. Me parecía todo completamente disparatado, toda la historia. Y luego cuando la empezó a ver la gente, me empezó a preguntar [si era real] y pues me sorprendí muchísimo porque pensé “¡ostras!, ahora resulta que esto es creíble”. Creo que si hubiese intentado ser verosímil probablemente no lo hubiese conseguido porque esa no era para nada la intención. Fue una cosa muy lúdica, disfruté mucho de la libertad que tenía. Como esta película no me la había encargado nadie y nadie la estaba esperando, pues hice lo que me apetecía y tenía tiempo por delante, entonces experimenté mucho, la parte de encajar el texto con las imágenes fue muy divertida, muy enriquecedora muy interesante y bueno, siempre hay cosas que son producto del azar que son maravillosas, sorpresas que aparecen. Ese fue un poquito el proceso, pero yo no pretendía ser verosímil.

Resulta curioso que la historia sea ficción, pero las imágenes sean auténticas y personales al tratarse de tus abuelos, ¿te resultó difícil compartir algo tan tuyo?

Es que en realidad es parte de mi vida –ríe–, pero no es parte de mi vida porque es un mundo que realmente me cae tan lejos como le puede caer a cualquier otra persona que vea las imágenes. Eso me permitió marcar distancia porque es un mundo que no he vivido y me es muy ajeno y lejano. Sí, es verdad que con mi abuelo, que es Leon Barrett hubo una relación hasta que murió en 2010, pero por lo demás todo lo otro me permitía tener mucha distancia. Obviamente antes de meterme en todo esto le pedí permiso a mi madre porque era la persona más involucrada y me lo dio. Si hubiese dicho que no, tampoco hubiese tenido ningún problema. Ha sido interesante a nivel familiar, porque al final construyes esos personajes a raíz de lo que estás viendo y es interesante a lo que llegas después de tantos visionados. Primero lo mas obvio, luego te fijas más en el fondo de la imagen y al final acabas viendo pequeñas muecas, gestos, expresiones, miradas, lenguaje corporal… Cosas más sutiles pero que te dan muchísima información, por lo que también hay muchísima verosimilitud.

My Mexican Bretzel

¿En algún momento pensaste en ‘corregir’ las vidas de tus abuelos para bien? Algo similar a lo visto en el desenlace de Expiación, deseo y pecado (2007).

No es una decisión mía a priopri consciente, pero sí es verdad que tiene mucho que ver con la forma en la que veo la vida y las cosas. El que sean fragmentos me ayudó y sirvió para poder decir en poco tiempo cómo es Vivian Barret y lo que pasa en su vida. Creo que en cualquier vida hay partes maravillosas, bellas, estupendas y también una parte dura, difícil y dentro de todo, tampoco es que tuvieran grandes dificultades. Por eso digo que quizá era, no sé si para compensar inconscientemente, la verdad no lo sé. No fue una decisión consciente, pero sí te puedo decir que tiene que ver bastante con la forma que veo la vida.

Sobre el guion, ¿en algún momento contemplaste atribuirlo a tu abuela para continuar con la metaficción? Algo similar a lo visto en El ladrón de orquídeas (2002)…

No, porque forma parte de todo lo que habla la película. Es decir, dentro de la película hay unas capas que se desmontan y es el desmontaje final. Creo que formaba parte de toda la película. Me parecía el remate de que todo se cae.

La cinta menciona la obsesión por filmar del personaje masculino, ¿dirías que es una característica que heredaste de tu abuelo?

Tengo muchas obsesiones, lo que significa que no debo tener ninguna –ríe–, porque si tienes una obsesión te metes mucho en ella y yo voy cambiando continuamente. Esta película ha sido una obsesión absoluta durante siete años. Y es verdad que digo que Leon Barrett está todo el día filmando, pero en realidad mi abuelo vivió 97 años y lo que tengo son 29 horas [en video], así que en proporción no podemos decir que fuera una persona obsesionada. Lo que pasa es que a mí me venía muy bien para hablar sobre el filmar porque hay una reflexión que me parece muy contemporánea, pero la gente ha creído que Leon Barrett realmente se obsesionaba con filmar.

My Mexican Bretzel

En tu película se habla de la libertad del olvido contra la esclavitud de la memoria, ¿crees que con esta película condenas a tus abuelos a la inmortalidad o la ficción de la historia les concede una libertad eterna?

¡Qué bonito! La palabra inmortalidad es un poco fuerte, pero me gustaría, si es que hay que condenarlos a algo, que sea a la libertad. Es muy bonito que te condenen a una libertad inmortal, aunque lo veo complicado. De alguna forma, sí que creo que en las imágenes de archivo en general hay algo que me parece un poquito claustrofóbico: estar atrapado ahí dentro, para toda la vida aunque hayas muerto y sigas ahí siempre. Quizás es darles otra vida, poder tomar otros derroteros aunque sean ficticios, es una forma bonita de verlo. Condenados a la libertad.

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autor Algún día me uniré a los X-Men, la Alianza Rebelde o la Guardia de la Noche. Orgulloso integrante de Cine PREMIERE desde el 2008.
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