París es una de las ciudades más hermosas del mundo, siendo Notre Dame uno de sus puntos más emblemáticos. Esto ha provocado que la catedral sea llevada al cine en incontables ocasiones, con tomas panorámicas a verdaderas apariciones estelares.
Recordamos la majestuosidad de Notre Dame en todas aquellas producciones que le han dado una mayor relevancia dentro de la historia, ya sea como un escenario importante, un testigo de sucesos notables o un auténtico personaje. Desde coproducciones mexicanas hasta los grandes clásicos, ¿cuál es su favorita?
Nota : Las películas se encuentran en orden cronológico.
Un americano en París (Dir. Vincente Minnelli, 1951)
Un americano en París no fue filmada en la capital francesa, sino en un set hollywoodense. Esto no evitó que el cine trasladara las acciones hasta la Ciudad de la Luz, lo que hizo posible uno de los números más aclamados en la historia del musical, con Gene Kelly y Leslie Caron interpretando “Our Love Is Here to Stay” en la parte del Sena más cercana a Notre Dame. La cinta fue galardonada con seis Premios de la Academia, incluyendo Mejor película.
Breathless (Dir. Jean-Luc Godard, 1960)
París juega un papel importante en el drama protagonizado por Jean-Paul Belmondo y Jean Seberg. Él interpreta a un criminal que se oculta en la capital francesa tras cometer un atraco en Marsella; ella es una estudiante de periodismo americana que le da cobijo tras ser seducida. Lejos de irse a un lugar remoto, la pareja comparte la habitación de un hotel ubicado en la inmediaciones de Notre Dame.
Charada (Dir. Stanley Donen, 1963)
Audrey Hepburn suele ser vinculada con las calles neoyorquinas por Desayuno con diamantes, pero la legendaria actriz también tuvo un paso importante por París con Charada (1961). El thriller cómico coprotagonizado por Cary Grant incluyó una destacada aparición de Notre Dame, cuando la dupla estelar se reúne al pie de la catedral para discutir quién fue el verdadero responsable del asesinato que detona la historia.
El sádico de Notre Dame (Dir. Jesús Franco, 1979)
No es el mejor trabajo de Jesús Franco, considerado uno de los principales referentes del gótico español, pero sí que tiene una de las apariciones cinematográficas más extrañas de Notre Dame. La cinta nos introduce con un antiguo sacerdote que se cree capaz de visualizar pecados y expulsar demonios, lo que le lleva a ejecutar torturas al más puro estilo de la inquisición contra aquellos que considera pecadores.
Antonieta (Dir. Carlos Saura, 1982)
La catedral de Notre Dame tuvo un breve paso por el cine mexicano con la coproducción española Antonieta, sobre una periodista documentándose para escribir un libro sobre el tema del suicidio. La fémina termina sintiendo un gran interés por la figura de Antonieta Rivas Mercado, actriz, activista y escritora, así como amante de José Vasconcelos, un romance tortuoso que le llevó a quitarse la vida con la pistola del intelectual mexicano al interior de la propia catedral.
Armageddon (Dir. Michael Bay, 1998)
París tiene una presencia mínima, pero muy importante en Armageddon, al ser uno de los territorios aquejados por los asteroides que anteceden al llamado asesino global que impactará con la Tierra. La catástrofe de la capital francesa no es tan detallada como la de Nueva York, pero es infinitamente más catastrófica, ya que Michael Bay se inclinó por una destrucción absoluta que es capturada desde lo alto de Notre Dame y con las gárgolas como los inamovibles testigos del caos.
Rugrats en Paris (Dir. Stig Bergqvist & Paul Demeyer, 2000)
¿Quién habría imaginado que Rugrats daría una de las postales cinematográficas más entrañables de Notre Dame? El momento sucede cuando Tommy, Carlitos y compañía llegan a la capital francesa y su avión es recibido por la emblemática catedral al atardecer. La estampa es complementada con la Torre Eiffel ubicada al fondo.
Amélie (Dir. Jean-Pierre Jeunet, 2001)
Amélie es una de las películas más queridas del cine francés, ya sea por su curiosa protagonista, su gusto por las cosas más sencillas o su peculiar historia. Esta última está directamente relacionada con Notre Dame, luego de que su madre muriera poco después de visitar la catedral, al ser golpeada por una turista suicida que se lanzó desde lo más alto y cayó justo encima de ella. Esta breve, pero vital aparición, convirtió al monumento en un punto fundamental para todos aquellos aficionados que realizan la “Ruta Amélie” durante sus visitas a la capital francesa y que también incluye lugares como la Plaza Saint Pierre, el Sagrado Corazón y distintas calles de Montmartre.
Van Helsing (Dir. Stephen Sommers, 2004)
Muchos años antes del controvertido Dark Universe, Stephen Sommers y Universal Pictures resucitaron a varios de sus monstruos más clásicos para Van Helsing, que reinventó al profesor creado por Bram Stoker para convertirlo en un emisario del Vaticano encargado de aniquilar toda clase de amenazas. Aunque buena parte de la historia se desarrolla en Transilvania, la introducción del héroe se lleva a cabo en París, específicamente en la catedral de Notre Dame, donde el personaje enfrenta al temible Sr. Hyde. El monstruo encuentra su muerte cuando cae desde lo alto, no sin antes destrozar algunos techos y el emblemático vitral de la parte frontal de la edificación.
Antes del atardecer (Dir. Richard Linklater, 2004)
Nueve años después de conocerse en Viena, Jesse y Céline se reencuentran en París y deciden emprender un nuevo recorrido para ponerse al corriente sobre sus respectivas vidas. El viaje incluye toda clase de reflexiones, destacando una sobre la belleza de Notre Dame, cuando el norteamericano recuerda que “una vez escuché una historia sobre cuando los alemanes ocuparon París y tuvieron que replegarse. Pusieron bombas en Notre Dame, pero tuvieron que dejar a un hombre a cargo de presionar el botón. Y este tipo, el soldado, no pudo hacerlo. Ya sabes, se quedó ahí, impactado por la belleza del lugar”. La francesa, lo regresa a la realidad al recordarle que “debes pensar que Notre Dame se irá algún día”.
Un gato en París (Dir. Alain Gagnol & Jean-Loup Felicioli, 2010)
Una de las grandes exponentes de la animación europea contemporánea al relatar la doble vida de Dino, un gato que pasa los días con hija de una comisaria de policía y las noches con un ladrón. Eventualmente, esta doble vida le pone en medio de un misterio que deberá resolver desde los tejados parisinos y pasando por las torres de Notre Dame.
Medianoche en París (Dir. Woody Allen, 2010)
Ni siquiera un eterno enamorado de Nueva York como Woody Allen podría resistirse a los encantos de la Ciudad de la Luz. La secuencia inicial de Medianoche en París nos lleva por varios puntos importantes, siendo Notre Dame uno de los más fácilmente reconocibles. Más que un simple escenario, la catedral atestigua el momento en que Gil pide a su guía interpretada por Carla Bruni que le traduzca el diario escrito por la amante de Pablo Picasso.
Los tres mosqueteros (Dir. Paul W.S. Anderson, 2011)
La catedral francesa suele ser recordada por El jorobado de Norte Dame, pero esto no evitó que director Paul W.S. Anderson la aprovechara para su adaptación de Los tres mosqueteros. La edificación gótica es impactada por un par de aeronaves, lo que marca el inicio del duelo climático entre d’Artagnan y Rochefort. No es la aparición cinematográfica más memorable de Notre Dame, pero suele ser considerada una de las más emocionantes.
Misión: Imposible – Repercusión (Dir. Christopher McQuarrie, 2018)
Ethan Hunt ha recorrido casi todo el mundo para resolver toda clases de crisis mundiales, siendo París uno de sus destinos más recientes en Repercusión. El agente enfrenta toda clase de adversidades en la capital francesa para poder encontrarse con Alanna Mitsopolis, traficante de armas que es mejor conocida como la Viuda Blanca. El encuentro se desarrolla a la orilla del Sena, con Notre Dame como único testigo.
El jorobado de Notre Dame (Varias)
La famosa novela de Víctor Hugo ha sido trasladada al cine y la televisión en varias ocasiones, siendo Notre Dame una pieza clave en todas ellas al ser el hogar del mítico Quasimodo. Sobre ella, el autor dice que “la catedral no era sólo su compañía, era su universo, era toda su naturaleza. No soñaba con otros setos que los vitrales siempre en flor, con otras umbrías que las de los follajes de piedra que se abrían, llenos de pájaros, en la enramada de los capiteles sajones, otras montañas que las colosales torres de la iglesia, otro océano que París rumoreando a sus pies”. Las versiones más famosas son la de 1923, protagonizada por el mítico Lon Chaney, que alguna vez fuera considerada parte de la franquicia Universal Monsters y que se hiciera famosa por sus costosos sets y su brillante trabajo de caracterización; la de 1939 estelarizada por Charles Laughton, cuya trágica escena del jorobado tocando las campanas fue filmada poco después de que comenzara la II Guerra Mundial; y la de 1996 de Disney, que a más de 20 años de su estreno, sigue teniendo una de las técnicas animadas más complejas en toda la historia del estudio. La lista crecerá dentro de poco, pues el ratón ha confirmado una nueva adaptación live-action que estrenará en un futuro cercano. Imposible separar la catedral de su eterno campanario, cuya última mención en el clásico literario alude al amor que sentía por Esmeralda, pero también refleja el que sentía por su catedral: “Cuando se le quiso separar del esqueleto que abrazaba, cayó convertido en polvo”.
Luis Miguel Cruz Algún día me uniré a los X-Men, la Alianza Rebelde o la Guardia de la Noche. Orgulloso integrante de Cine PREMIERE desde el 2008.