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Cine

Operación Red Sparrow – Crítica

02-03-2018, 8:54:45 AM Por:
Operación Red Sparrow – Crítica

Operación Red Sparrow palidece en cuestiones de profundidad emotiva y narrativa, pero Jennifer Lawrence brilla como el epítome del arquetipo de la femme fatale/espía.

Cine PREMIERE: 3.5
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«Todos los seres humanos son un rompecabezas de necesidad. Deben convertirse en la pieza faltante…y les dirán lo que sea».

Esta frase de la cinta, basada en el libro del mismo nombre del ex agente de la CIA Jason Matthews, condensa la premisa de Operación Red Sparrow: todos los personajes se encuentran en esta búsqueda (tan humana) por encontrar la pieza faltante, por este sentido de compleción que nunca se llega a concretar, y lo cual desencadena todos los conflictos de la cinta. Este tema es el móvil que mueve toda la trama de la película dirigida por Francis Lawrence, pero, al final del día, la película se deja llevar por el aspecto más llamativo y glamoroso de esta historia: el mundo de espías y las agentes de la seducción que habitan en él.

Cuando Dominika Egorova (Jennifer Lawrence), primera bailarina del Bolshoi, sufre un accidente en el escenario que acaba con su carrera, la joven artista se ve obligada a pedirle ayuda a su tío Ivan (Matthias Schoenaerts) para encontrar una nueva ocupación que le permita cuidar a su madre enferma Nina (Joely Richardson). Ivan, quien es el subdirector del Servicio de Inteligencia Extranjera de Rusia, le da una única opción: ingresar al instituto Red Sparrow y convertirse en una agente experta en el arte de la seducción y la manipulación. Después de un arduo entrenamiento emocional y físico a cargo de la «matrona» (Charlotte Rampling), su primera misión es seducir al agente de la CIA Nate Nash (Joel Edgerton), quien tiene a un «topo» infiltrado en el gobierno ruso, y descubrir el nombre del traidor.

Jennifer Lawrence ya ha comprobado su talento actoral en un gran número de películas como en Los juegos del destino Joy. A pesar de que ella nos ha brindado interpretaciones más memorables y con más sustento, Operación Red Sparrow es el clímax del magnetismo en pantalla de la joven actriz. La ganadora del Oscar, que logra un acento ruso convincente, se ve espectacular en pantalla al convertirse en el epítome del arquetipo de la femme fatale / espía experta en el arte de la seducción a través de la pura intuición femenina.

Otro aspecto favorable de la cinta es el visual y cinematográfico. La estética que ofrece elementos del cine negro coloca a la protagonista en suntuosas locaciones en Hungría, Viena y Londres, con vestuarios que van acorde al impecable estilo y dirección de arte.

Uno de los lugares en donde la cinta cojea es a la hora de establecer un lazo emocional entre Dominika y Nate. Esto es un bache dentro de la trama ya que supuestamente la lealtad de Dominika se ve influenciada (en parte) por los sentimientos que desarrolla por el agente de la CIA. Sin embargo, este lazo se percibe simplemente como una atracción física. Aún así, es importante destacar que esto funciona en el sentido de que deja a la audiencia en la oscuridad acerca de las verdaderas intenciones de la protagonista (¿le es fiel a Nate, a Ivan, a la misión o a ella misma?), incrementando este velo de misterio comúnmente adjudicado a la femme fatale.

Otro aspecto que puede resultar decepcionante para algunos, es que la cinta cuenta con escasas escenas de acción, colocándose al otro lado del espectro de cintas como la reciente Atómica. La tensión y el suspenso es trabajada satisfactoriamente durante toda la película, pero el peso de la cinta es otorgado al diálogo que se concentra en temáticas de abuso de poder, el sexo y los atributos femeninos como herramientas de manipulación y la psicología detrás del comportamiento humano–teniendo precaución de no ofrecer una opinión política sobre la relación entre Estados Unidos y Rusia.

Esta faceta de thriller psicológico es expandida con fuertes y perturbadoras escenas de tortura y violencia, lo cual le han otorgado a la cinta una clasificación R en los Estados Unidos. Al dedicarle tanto tiempo a esta temática, la cinta pierde profundidad narrativa: el caso que Dominika es comisionada a resolver es poco satisfactorio, sobre todo cuando la duración de la cinta es de 2 horas 20 minutos y Egorova salta de subtrama en subtrama para confundir a la audiencia, sin sumergirse de lleno en ninguna.

Operación Red Sparrow es exitosa a la hora de presentarnos un filme de espías diferente, que le da más peso al aspecto psicológico que a la acción. Sin embargo, esta transformación se vio truncada cuando el estilo le ganó a la sustancia. Aun así, Operación Red Sparrow es un digno representante del género de cintas de espías, y el primer filme de la que podría convertirse en una trilogía.

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autor Comunicóloga para quien el cine y la fotografía son las mejores maneras de ver la vida. Es fan de Sofia Coppola y la estética de Wes Anderson, añora décadas pasadas y piensa que todo el mundo debería irse en un road trip por lo menos una vez en la vida.
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