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Cine

La favorita – Crítica

01-02-2019, 12:31:36 AM Por:
La favorita – Crítica

Un juego de poder inaudito.

Cine PREMIERE: 4
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 La favorita se anuncia como la sexta película de Yorgos Lanthimos, pero decir eso es una formalidad: la cinta le pertenece, por decreto imperial, a Olivia Colman, quien ha adoptado al director de La langosta como un ministro que dirige la ceremonia mientras ella, desde el centro de la corte, se roba el espectáculo como la reina Ana, madre de 17 conejos y amante de dos jovencitas. Metida en la piel de la última monarca de la casa Estuardo, la actriz elegida para suceder a Claire Foy en The Crown parece haber desdoblado el reverso de su rol televisivo en este otro personaje, más parecido a las rubias freak de David Lynch que a los retratos victorianos que uno ve en el Palacio de Windsor.

En su tercer proyecto en inglés, el cineasta griego, radicado en Londres desde la crisis financiera, parece haber encontrado un método eficaz para camuflarse en la solemne flema del cine británico y dinamitarla desde dentro con una mezcla de humor cáustico, filosofía hiriente y erotismo reprimido. Todo ello, mezclado en un coctel que sabe a Kubrick: si El sacrificio del ciervo sagrado estaba poseída por las herencias de El resplandor, La favorita es un juego en clave cuya palabra secreta es Barry Lyndon.

La favorita narra el triángulo pasional entre una reina que ha perdido 17 hijos en labor de parto (los conejos los sustituyen) y sus dos ayudantes más cercanas, una noble con miedo de descender en el organigrama de la corte (Rachel Weisz, serpiente silenciosa) y una plebeya con ansias de subir en el escalafón (Emma Stone, estratega sibilina). Sin mucha preocupación por su incapacidad para engendrar un sucesor que asegure la continuidad de la casa real, la reina Ana vive encerrada en una personalidad infantil, caprichosa y plena de apetitos lésbicos, que sus subalternas, empujadas cada una por ambiciones distintas, se encargan de satisfacer en una competencia tan pérfida que hace que House of Cards parezca novela de Jane Austen.

Lanthimos trabaja por primera vez con un guion que él no escribió; al mismo tiempo, la fotografía, llena de cuadros filmados de abajo a arriba, perspectivas enrarecidas, planos secuencia y una agresiva luz natural, no está a cargo de su camarógrafo habitual sino del irlandés Robby Ryan, conocido por trabajos tan sobrios como Filomena o Yo, Daniel Blake. El director ha delegado decisiones creativas a un crew compuesto por compatriotas de la historia que quiso contar, británica hasta los huesos. Lo interesante es que, a pesar de ello, La favorita siga siendo una experiencia Lanthimos pura, imposible de imaginar en manos de alguien más.

Su mérito más disfrutable, además del abrasador duelo entre actrices, es su habilidad para torcer nuestras expectativas constantemente, haciéndonos partícipes de un juego de poder que se libra a puerta cerrada: en las mentes, en la noche, entre las sábanas. Mezcla inaudita de Juego de tronos, Wolf Hall y el Marqués de Sade, La favorita marca un rumbo inesperado en la filmografía de un autor cada vez más libre, maduro y con un pulso más firme para incomodar. 

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autor Periodista, cinéfilo y lector compulsivo, conductor en Mi cine tu cine (Once TV), locutor, jazzero y tragón. Miembro de la Semaine de la Critique de Cannes en 2014 y del Berlinale Talents Press. Estando antes en París, pasaba más tiempo dentro del cine que afuera, así que volví a la Ciudad de México en donde el cine es más barato y, digan lo que digan, se come mejor.
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