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Cine

Nosotros los nobles – Crítica

21-03-2013, 1:46:08 PM Por:
Nosotros los nobles – Crítica

Aunque no es el hilo negro de la comedia, la película de Gary Alazraki es atinada y cumple lo que promete.

Cine PREMIERE: 3
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La ópera prima de Gary Alazraki es una comedia simple, a la que se le agradece primero que nada su sencillez, claridad y ligereza. Desde el inicio, cuando presenta uno a uno a los jóvenes herederos de la muy distinguida familia Noble, la historia deja muy claro que su misión no es la de encontrar el hilo negro del cine de arte festivalero, ni la de lograr juicios profundos. Más bien, cumple con hacer pasar a los espectadores un buen rato y, de paso, burlarse –y al mismo tiempo compadecerse- de los juniors y mirreyes buenos para nada que andan sueltos por ahí.

Después de comprobar que sus hijos no son más que niños consentidos, el empresario Germán Noble (Gonzalo Vega) decide fingir la bancarrota familiar para obligarlos a salir adelante con sus propios medios. Sin coches último modelo ni tarjetas de crédito, Javi (Luis Gerardo Méndez), Bárbara (Karla Souza) y Charlie (Juan Pablo Gil) se ven obligados por primera vez a trabajar y a sobrellevar un estilo de vida muy distinto, que ahora incluye una casa en ruinas, peseros y viajes regulares a la central de abastos.

Nosotros los nobles película

La comicidad en Nosotros los nobles nace sobre todo de los estereotipos, tanto del mundo de los ricos como del de “los pobres”. En su mayor parte, la historia cuenta situaciones algo exageradas, que no molestan demasiado por aquello de que mantiene siempre un tono no pretencioso, en el que se vuelve fácil no tomarse las cosas muy en serio. Lo más importantes es que logra poner en la vitrina a los pintorescos arquetipos de ambas clases sociales, para reírse de ellos sin ser juiciosa o clasista.

Otro de los éxitos del filme, sin el cuál nada habría funcionado, es que sus personajes principales logran  “caer bien”. La niña fresa, el universitario hipster, el junior pedante establecen sus distintas personalidades insoportables y terminan por levantar ternuras. Aunque es cierto que quizá les falta un poco de profundidad para hacerse completamente memorables, es inevitable no sentir simpatía por ellos. Lo que tienen en común es lo que los hace entrañables: esa frecuente ingenuidad en los jóvenes acomodados (y que hoy ni siquiera tienen que ser de las clases altas), ajenos a las dificultades de la vida en sí.

En suma, se trata de una película de humor inocente pero atinado, con personajes simpáticos y que marca un digno regreso de Gonzalo Vega a la pantalla grande. Es poco probable que cambie vidas, pero hace sonreír y pensar lo suficiente como para salir de la sala sin la sensación de haber gastado el dinero en balde.

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autor Periodista, editora en Cine PREMIERE y bailarina frustrada en sus ratos libres. Gustosa del cine, la literatura, el tango, los datos inútiles y de la oportunidad de desvelarse haciendo lo que sea.
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