Zombis, cámara, ¡acción! – Crítica de la película

Desde hace varios años, el público parece estar de acuerdo en una cosa: actualmente, el cine carece de originalidad. Si bien es cierto que cada día se vuelve más complicado refutar tal afirmación –sobre todo tomando en cuenta el crecimiento exponencial de la oleada de reboots, remakes y secuelas–, la realidad es que aún no es momento para darse por vencidos, ya que cada cierto tiempo, cual fenómeno astronómico, aparece algún proyecto que no depende del sistema de manufactura fílmica ya establecido, pero que logra sorprender y llamar la atención gracias a la pasión que se le pone, así como también por su habilidad para salirse del molde. Ahora, desde Japón, llega la película Zombis, cámara, ¡acción!, la cual encaja a la perfección dentro del patrón descrito anteriormente, dotando de bienvenida frescura al ya sobresaturado subgénero de los no muertos.

Al decir que la cinta se sale del molde, no se exagera. Después de todo, lo que se ve en pantalla es producto de un apretado presupuesto (3 millones de yenes, equivalentes a 25,000 dólares, aproximadamente) y también de microfinanciamiento colectivo, además de una filmación de únicamente ocho días. Claro que ya se conocen casos de filmes que se pudieron completar a pesar de sus evidentes limitaciones, convirtiéndose en referentes de sus respectivos campos. No obstante, lo que diferencia a este conjunto de otras ofertas similares es su soltura y rebeldía, en el sentido de que en cada fotograma se percibe total renuencia a replicar los tropos de los largometrajes serie B más famosos. Sí, los homenajes están presentes, pero eso no significa que la producción esté atada a las reglas de siempre.

Así pues, se podría decir que el realizador Shin’ichirō Ueda nos presenta nada menos que un gran engaño, un ejercicio experimental que juega con la audiencia y sus expectativas, rompiendo con las estructuras narrativas usuales. Es importante señalar que la paciencia es sumamente importante para poder entrar bien en el juego que se ha preparado. De primera instancia, la película Zombis, cámara ¡acción! no es fácil de asimilar e incluso podría parecer tediosa y desconcertante, pero si se le da total atención, la experiencia resultará gratificante.

Sin duda alguna la efectividad de esta arriesgada aventura se le puede atribuir principalmente a tres cosas: el elenco, la creatividad de la historia y el humor, y es este último elemento el que predomina, ya que está tan bien colocado que es seguro atreverse a decir que el proyecto merece un lugar en los listados de mejores comedias internacionales. Hilarante a más no poder, las carcajadas están aseguradas.

Quizá la mejor decisión que se pudo haber tomado al construir la narrativa fue delinearnos desde el inicio las personalidades de los protagonistas, pues justamente otro aspecto que destaca es que simplemente con el carisma y timing cómico que tienen Harumi Shuhama, Takayuki Hamatsu y Manabu Hosoi, la propuesta sería igual de interesante.

Por último, pero no menos importante, está el guion de la autoría del propio Ueda. El creativo no se conforma sólo con contar la historia de un grupo de actrices, actores y cineastas que participan en el rodaje de un ficticio plano secuencia apocaliptico, sino que configura una charada de proporciones épicas que funciona gracias a una mezcla de situaciones extrañas, diálogos meta y acciones que rayan en el absurdo más absurdo que se pueda imaginar. Con economía de recursos, la cinta incluso se permite a ratos hacer una crítica incisiva, y demasiado directa, a los extremos cuestionables e innecesarios a los que se puede llegar con tal de entregar un producto audiovisual decente a tiempo. No se dice demasiado al inicio, pero poco a poco, las capas comienzan a caer, revelando múltiples intenciones y lecturas en medio del caos.

Subversiva, divertida y desfachatada, pero hecha con mucho corazón y pasión, la película Zombis, cámara, ¡acción! demuestra que con inteligencia y trabajo en equipo se le puede sacar la vuelta a una infinidad de problemas en el set, aún si muchas veces el resultado no es el esperado. A veces, aunque todo esté en nuestra contra, el show debe continuar.

Debido a la crisis sanitaria por COVID-19, en Cine PREMIERE te recomendamos revisar con las autoridades de salud las medidas sanitarias necesarias (especialmente el Lineamiento general para la mitigación y prevención de COVID-19 en espacios públicos cerrados) antes de acudir al cine a ver una película.

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José Roberto Landaverde Me fascina escribir, escuchar, leer y comentar todo lo relacionado con el cine. Me encanta la música y soy fan de The Beatles, Fleetwood Mac y Paramore. Mis películas favoritas son Rocky y Back to the Future y obvio algún día subiré los "Philly Steps" y conduciré un DeLorean. Fiel creyente de que el cine es la mejor máquina teletransportadora, y también de que en la pantalla grande todos nos podemos ver representados.