¿Cuál fue su película favorita hace diez años? ¿Y de hace veinte, treinta u ochenta? El cine nos deleita con incontables estrenos cada año, pero sólo unos cuantos logran superar las barreras del tiempo para seguir conquistando al público por generaciones. Ha llegado la hora de celebrarlos en su respectivos aniversarios. Aquí podrán ver películas que cumplen 10 años o más en 2019.
Si quieren recordar los filmes que han hecho historia, los invitamos a recordar algunas de las películas que celebran aniversarios importantes en este 2019 . Algunas brillan entre lo mejor de la historia, otras destacaron en su moment o y algunas más quedaron a deber, pero todas han dado muchísimo de qué hablar hasta nuestros días.
¿Cuál es el aniversario cinematográfico que más les emociona este año?
10 años: Avatar (Dir. James Cameron, 2009)
Avatar siempre será recordado como el proyecto con el que James Cameron revolucionó el cine para siempre con una impactante tecnología visual y con el que cosechó una impresionante taquilla global de $2,700 mdd que le ubicaron como la mayor recaudación de todos los tiempos, pero también como el éxito monetario que nunca terminó de enamorar al público. Luego de diez años, el filme sigue siendo objeto de polémica: la simplicidad de su historia central, sus similitudes con Pocahontas y su aparentemente inmerecida nominación al Oscar, que finalmente perdió frente a Zona de miedo. Actualmente, resulta muy difícil posicionar a Avatar entre los clásicos de la última década, pero esto podría cambiar ante la tanda de secuelas que comenzarán a llegar a partir de 2020 y con las que Cameron intentará refrendar su posición como Rey del Mundo.
10 años: Watchmen (Dir. Zack Snyder, 2009)
El caballero de la noche inició el debate de los superhéroes en el Oscar, pues muchos piensan que debió ser nominada a Mejor guion adaptado, director e incluso película. Sólo un año después, Watchmen acentuó el debate con una estupenda adaptación a la obra maestra de Alan Moore y Dave Gibbons, catalogada por muchos como la mejor novela gráfica de todos los tiempos y con una historia que lucía virtualmente inadaptable. A pesar de su doloroso ninguneo en los Premios de la Academia, la cinta refrendó a Zack Snyder entre los realizadores más prometedores de su generación y como un auténtico especialista en el cine basado en comics. Unos años después, estos calificativos le llevaron al frente del DCEU, con el que nunca logró la aceptación general del público. Curiosamente, este 10º aniversario coincide con el retorno de los Vigilantes para una nueva misión, no en pantalla grande, sino en una enigmática serie creada por Damon Lindelof y producida por HBO.
20 años: Star Wars: La amenaza fantasma (Dir. George Lucas, 1999)
George Lucas siempre manifestó su deseo de expandir Star Wars tras El retorno del Jedi, pero la posibilidad parecía perder fuerza con el paso de los años. El sueño se cumplió en 1999 con La amenaza fantasma, que marcó el inicio de las muy controvertidas precuelas con las que el creativo reveló la caída de Anakin Skywalker al Lado Oscuro de la Fuerza. En su momento, la película fue despreciada por numerosos warsies que criticaron su excesivo CGI, la comicidad de Jar Jar y la interpretación de Jake Lloyd de Anakin al ser uno de los personajes más importantes del celuloide. Sin embargo, la cinta ha ganado cada vez más simpatizantes con el paso del tiempo, que hoy prefieren concentrarse en aspectos más positivos como la impactante carrera de pods, los grandes adelantos de la tecnología mocap y el espectacular duelo final que sentó las bases de futuros enfrentamientos. La saga sigue creciendo hasta nuestros días con spinoffs, series live-action y muy especialmente con la trama central cuya nueva trilogía que termina este mismo año con el estreno del Episodio IX bajo las órdenes de JJ Abrams.
20 años: El gigante de hierro (Dir. Brad Bird, 1999)
La animación tradicional estadounidense siempre fue dominada por los estudios Disney, pero esto no impidió que algunos proyectos aislados quedaran grabados por siempre en el corazón de las audiencias. Tal fue el caso de El gigante de hierro, catalogado por muchos como el mayor éxito de Warner Bros. Feature Animation, no tanto por su taquilla, sino por su impacto emocional al relatar la historia de un robot bélico que aprende a soñar en la compañía de un niño solitario. El ambicioso proyecto representó la ópera prima de Brad Bird, quien no tardó en ser incorporado a las filas de Pixar e incluso al mundo del live-action, para convertirse en uno de los directores más talentosos de su generación. A la fecha, son muchos los que le preguntan por una secuela y aunque nunca ha descartado la posibilidad, suele asegurar que no hará nada hasta no tener una historia que haga plena justicia al legado. Los Increíbles le tomó 14 años, El gigante de hierro acumula 20 y contando. Al menos pudimos verlo brevemente de vuelta en Ready Player One.
20 años: Matrix (Dir. Lana & Lilly Wachowski, 1999)
¿Qué es la Matrix? Han pasado 20 años desde que los hermanos –hoy hermanas– Wachowski se formularon esta pregunta y la respuesta sigue apuntando al mayor clásico de ciencia ficción de los últimos años. La cinta es recordada por el buen trabajo de Keanu Reeves en el papel de Neo y la jugosa taquilla que permitió la expansión de la franquicia con dos polémicas secuelas y la innovadora colección Animatrix, pero también por sus efectos visuales imitados hasta el cansancio, la polémica por su aparente influencia en la masacre de Columbine y por alcanzar un estatus de culto casi inmediato al desatar toda clase de dudas existenciales en torno al humano en una era cada vez más tecnológica. ¿Vivimos en la realidad o en una mera simulación? La duda sigue generando nerviosismo ante nuestros días, fomentado por grandes teóricos y tecnócratas que no descartan ninguna posibilidad. Por ello no sorprende que en los últimos meses hayamos escuchado tantas noticias en torno a una nueva entrega, ya sea para continuar la saga del Elegido o para explorar los orígenes de Morfeo. Seguimos esperando para descubrir si la producción se decide por la pastilla roja o azul...
20 años: Ojos bien cerrados (Dir. Stanley Kubrck, 1999)
El año de 1999 marcó el adiós de Stanley Kubrick, uno de los mejores directores de todos los tiempos y quien falleciera en marzo, pero no sin antes dejarnos una última película. Ojos bien cerrados contó con una buena aceptación de la crítica, pero como ya era costumbre en su obra, también generó una gran controversia al mostrar una sociedad que sólo gira alrededor del erotismo y la sexualidad. No menos polémico fue el debate sobre el corte final, pues aunque Warner siempre aseguró que la película estaba prácticamente terminada al momento del deceso y sólo requería pequeños detalles técnicos, aquellos que trabajaron de cerca con el cineasta aseguraban que su perfeccionismo extremo le hacía corregir detalles mínimos hasta unos días antes de los estrenos. El propio Tom Cruise vivió esta minuciosidad en carne propia, al tener que repetir una escena en 95 ocasiones hasta que el realizador estuviera satisfecho. A 20 años de distancia, la película todavía no tiene el reconocimiento que merece, aun cuando la gente cercana al cineasta asegura que fue una de las obras que más le enorgulleció.
20 años: El club de la pelea (Dir. David Fincher, 1999)
¿Quién habría imaginado que David Fincher, responsable de la fallida y duramente criticada Alien 3, terminaría convirtiéndose en uno de los mejores directores de su época? La redención comenzó en 1995 con Se7en, mientras que la consolidación absoluta llegó cuatro años después con El club de la pelea, una brillante adaptación a la obra de Chuck Palahniuk que criticaba diferentes aspectos de la sociedad contemporánea, como el capitalismo, la masculinidad y la violencia como clave para erradicar todos los males que aquejan. Para ello, el realizador se apoyó en el talento histriónico de Edward Norton y la popularidad de Brad Pitt, con quien estableció una productiva alianza que sigue rindiendo frutos y muchos reconocimientos hasta nuestros días. La cinta generó opiniones tan encontradas que le valieron ser comparada con La naranja mecánica de Stanley Kubrick, pero no tardó en alcanzar el estatus de culto e incluso motivar la creación de clubes reales de pelea. Las reglas dicen que “uno no habla del club de la pelea”, pero luego de 20 años, es imposible permanecer en silencio ante una joya de este calibre.
20 años: Belleza americana (Dir. Sam Mendes, 1999)
Kevin Spacey ya había demostrado su capacidad histriónica en filmes con Sospechosos comunes, Los Ángeles al desnudo e incluso Se7en. Pero su real afianzamiento llegó en 1999 con la brillante interpretación de Lester Burnham en Belleza americana, un hombre atormentado por su vida y que decide dejarlo todo para intentar recuperar el control de la misma con la evasión de responsabilidades, el rescate de las alegrías banales y la conquista de la amiga de su hija adolescente. La película también catapultó la carrera de Sam Mendes –no cualquiera puede presumir un Oscar a Mejor director con su ópera prima–, quien seguiría explorando la tragedia humana con Soldado anónimo y Sólo un sueño, para luego saltar al mundo del blockbuster con Skyfall y Spectre. La cinta también nos entregó algunas de las secuencias más hermosas de los últimos años, como las reflexiones de Ricky Fitts (Wes Bentley) ante una bolsa movida por el viento, los últimos recuerdos del propio Lester tras su deceso o la imagen de Angela Hayes, encarnada por Mena Suvari, rodeada de millares de pétalos de rosas durante los sueños más eróticos del personaje central.
20 años: El proyecto de la Bruja de Blair (Dir. Daniel Myrick & Eduardo Sánchez, 1999)
El proyecto de la Bruja de Blair no fue la mejor película de terror de su época, ni inició una franquicia verdaderamente exitosa. A pesar de ello, la cinta pasó a la historia por su impresionante campaña publicitaria en el naciente internet, que aunada a un estupendo uso de la cámara subjetiva resultó en el falso documental más efectivo de todos los tiempos. Una auténtica metaficción que nunca habría funcionado sin la colaboración de un público convencido que el falso mito era una realidad que se había cobrado la vida de tres jóvenes. Una creencia que, por extraño que parezca, se mantuvo para algunos hasta el reciente estreno de la tercera entrega en 2016. Finalmente, no podemos olvidar la enorme influencia del filme en toda clase de títulos: desde la modesta Actividad paranormal que generó un nerviosismo similar hasta Cloverfield cuya franquicia sigue creciendo hasta nuestros días.
30 años: Batman (Dir. Tim Burton, 1989)
Superman de Richard Donner fue la primera gran película de superhéroes, pero Batman representó una mayor influencia para el subgénero que conocemos en la actualidad. Buena parte del crédito va para Tim Burton, quien dejó atrás al simpático murciélago de la televisión sesentera y se basó en los impresos de la época para entregar un vigilante tan serio, oscuro y temible como la ciudad que juró proteger. Una decisión atinada según los estándares actuales, pero que generó tanta polémica en su momento que incluso le costó el puesto tras Batman regresa. No menos controvertida fue la elección de Michael Keaton como el encapotado, cuya capacidad para encarnar un Bruce Wayne atormentado le ganó el rol a actores de mayor perfil como Mel Gibson, Kevin Costner o Harrison Ford. Mención aparte para Jack Nicholson, cuyo Joker parecía destinado a ser el mejor villano en toda la historia de estas adaptaciones, hasta que Heath Ledger lo superó con el propio payaso. Un filme redondo, que fue clave para la trilogía de Nolan y que brillará por siempre entre las máximas joyas de las adaptaciones de comics.
30 años: La sirenita (Dir. Ron Clements & John Musker, 1989)
Se dice que Bernardo y Bianca inició en la segunda era dorada de Disney, pero fue La sirenita la que refrendó la buena racha. La producción del filme comenzó en los 30 y por un tiempo estuvo destinado a convertirse en el segundo largometraje animado de toda la historia, pero el proyecto sufrió toda clase de retrasos. La espera valió la pena, no sólo por la conmovedora historia de Ariel, sino porque representó la brillante culminación de años de esfuerzo, sentó las bases técnicas y visuales que las princesas Disney siguen empleando hasta nuestros días, rescató la tradición musical que se perdió en buena parte de los 70 y 80, y reposicionó al estudio como el gran gigante de la técnica. Los retos con La sirenita no terminan, pues ahora es el live-action el que parece batallar por encontrar el camino a la superficie. Confiamos en que de nueva cuenta, el ratón sólo aprobará el proyecto cuando todos los detalles sean virtualmente perfectos, pues de lo contrario representaría un grave riesgo y una injusticia a una de las películas animadas más queridas por las audiencias.
30 años: Indiana Jones y la última cruzada (Dir. Steven Spielberg, 1989)
Steven Spielberg y George Lucas siempre estarán unidos por una gran amistad, pero también por su trabajo conjunto en una de las franquicias más queridas de todos los tiempos. Indiana Jones y la última cruzada marcó el retorno del héroe a sus bases iniciales tras la oscura El templo de la perdición, lo que implicó retomar la batalla contra los Nazis en busca del Santo Grial con el poder necesario para cambiar el rumbo de la guerra. El enfrentamiento requirió toda la osadía del héroe titular, pero también la vasta experiencia de su padre, un teórico distante, ajeno a cualquier tipo de proeza y que fuera magistralmente interpretado por Sean Connery. La franquicia fue retomada casi 20 años después con El reino de la calavera de cristal y en un par de años tendrá una nueva expansión con una búsqueda que no ha sido develada. Hay quienes piensan que la auténtica aventura terminó con La última cruzada al ser la entrega final de la saga que realmente capturó la esencia del personaje. Ya lo descubriremos en 2021.
40 años: Alien (Dir. Ridley Scott, 1979)
La infinidad del espacio ha inspirado toda clase de temores, pero fue Ridley Scott el que los agudizó con la perturbadora entrega original de Alien, pues como dijera el tagline del filme, “en el espacio nadie puede oírte gritar”. El director no se conformó con la fusión de elementos propios del terror y el sci-fi, sino que los renovó para la creación de una atmósfera sumamente hostil en la que nadie está a salvo. Entre los más destacados se encuentran el diseño de producción y del propio monstruo, inspirados en la obra del artista HR Giger para la creación de un entorno futurista frío y mecanizado. Mención especial para el elenco encabezado por Harry Dean Stanton, John Hurt, Ian Holm y Sigourney Weaver como la final girl espacial, cuyo enorme talento se vio incrementado por tortuosas sorpresas durante la filmación. La más famosa siempre será la secuencia del chestburster que casi produjo el desmayo de Veronica Cartwright. Luego de muchas secuelas y spinoffs de menor calidad, todo apuntaba a que la franquicia retomaría el rumbo con la serie de precuelas comandadas por el propio Scott, pero los resultados en crítica y taquilla no han sido los más favorecedores. El futuro de la saga pende de un hilo, pero nada reduce el gran legado de la película original.
40 años: Apocalipsis ahora (Dir. Francis Ford Coppola, 1979)
Francis Ford Coppola suele ser recordado por su trabajo al frente de El padrino, considerada por muchos como la mejor trilogía en toda la historia del celuloide. Sin embargo, el mítico cineasta es responsable de otro enorme clásico: Apocalipsis ahora. La brillante adaptación de El corazón de las tinieblas de Joseph Conrad requirió trasladar la historia a la Guerra de Vietnam para introducirnos con un militar norteamericano que se ha posicionado como un dios entre los lugareños. Además de su impresionante reparto encabezado por Marlon Brando, la película suele ser recordada por su tortuosa producción que incluyó falta de preparación de su estelar, destrucción de escenarios y un ataque cardiaco que casi termina con la vida de Martin Sheen. Todas estas peripecias fueron inmortalizadas en el documental Hearts of Darkness: A Filmmaker’s Apocalypse. Se pensaba que estas complicaciones, aunadas al exitoso historial de su director, serían de gran ayuda en los Premios de la Academia, pero la cinta sólo fue galardonada con dos estatuillas técnicas. A pesar de ello, su trama sigue generando escalofríos por la visión del conflicto bélico y por la exploración de un líder tiránico convencido de que su poder asciende a niveles divinos.
40 años: Kramer vs. Kramer (Dir. Robert Benton, 1979)
Quizá Kramer vs. Kramer no tenga el impacto visual de otras producciones, pero poco importa ante su fortísima carga dramática, que combinada con las impresionantes interpretaciones de Dustin Hoffman y Meryl Streep, resultó en uno de los filmes más aclamados de todos los tiempos. La cinta, que relata la batalla legal de una pareja por la custodia de su hijo tras el abandono inicial de la madre, fue reconocida con cuatro de los llamados Cinco Grandes Premios de la Academia: Mejor película, director, guion y actor. Se dice que habría ganado el quinteto entero si Meryl Streep no hubiera sido inscrita en la terna de reparto, que eventualmente le valió la primera estatuilla de toda su carrera. Poco importan los galardones para una cinta cuyo mayor mérito fue el enorme debate que suscitó, al invertir los roles tradicionales del padre ausente y la madre abandonada, y así servir como el mejor reflejo de una sociedad ochentera que daba síntomas de ser cada vez más igualitaria, aunque no menos imperfecta.
40 años: Manhattan (Dir. Woody Allen, 1979)
Woody Allen ha protagonizado diversas controversias personales, pero esto nunca mermará la grandiosidad de su filmografía que alcanzó su punto más alto con Manhattan. La película no obtuvo grandes premios, pero esto no le impidió superar lo hecho por la laureada Annie Hall al perfeccionar la llamada “Fórmula Woody”, que implica una exquisita combinación de drama, comedia y romance que resulta en historias tan divertidas como dolorosas. En el caso particular de Manhattan, la nostalgia incrementa con la fotografía en blanco y negro, el uso de ‘Rhapsody in Blue’ de George Gershwin y una historia de amor que se desarrolla en algunos de los escenarios más representativos de Nueva York, uno de los sellos más reconocidos del cineasta. Todavía suspiramos con la memorable escena del puente de Queensboro, catalogada por muchos como el momento más icónico en toda su carrera.
60 años: Ben-Hur (Dir. William Wyler, 1959)
Ben-Hur, adaptación a la novela homónima de Lew Wallace, es una de las mayores épicas en toda la historia del celuloide, con un presupuesto superior a los $15 mdd con el que se convirtió en el proyecto más costoso de su época. Más allá de los majestuosos escenarios y la brutal carrera de carrozas –una de las secuencias más memorables y desafiantes del viejo Hollywood–, el filme suele ser recordado por el estupendo trabajo de Charlton Heston como el príncipe judío convertido en esclavo, en la que fuera su mejor actuación junto con Moisés de Los diez mandamientos. Esta misma grandiosidad fue bien recompensada por la Academia, que le convirtió en la película más ganadora del Oscar con once estatuillas, una marca que mantendría en solitario por 38 años, hasta que fuera igualada por Titanic y luego por El Señor de los Anillos: El retorno del Rey. Este mismo legado ha hecho olvidar que se trata de un remake del filme silente de 1925, en uno de los pocos casos en que la reinvención supera al original. Lamentablemente no pudimos decir lo mismo de la nueva versión estrenada en 2016 y que quedó muy lejos de sus brillantes antecesoras.
60 años: La bella durmiente (Dir. Clyde Geronimi, 1959)
Blanca Nieves y Cenicienta sentaron las bases de las princesas Disney, pero fue La bella durmiente la que revolucionó el concepto con una historia mucho más compleja. Para lograrlo, la producción acompañó a su damisela de personajes secundarios más sólidos como Felipe, el primero de sus príncipes dotado de nombre y personalidad, las hadas Flora, Fauna y Primavera, cuya bondad y fantásticas habilidades resultan vitales para el triunfo del bien, y muy especialmente Maléfica que se mantiene firme como la mejor villana en toda la historia del estudio. A esto sumemos el atinado uso de la música compuesta por Pyotr Ilyich Tchaikovsky, en el mejor uso animado de una banda sonora clásica junto con Fantasía. Aunque hay quienes la critican por su aparente machismo –la mujer como damisela en desgracia y el beso como símbolo de violación–, nada podrá arrebatarle su estatus entre los grandes clásicos animados del ratón y cuya esencia se sigue palpando en los live-action centrados en Maléfica, cuya secuela estrenará en 2020.
80 años: El Mago de Oz (Dir. Victor Fleming, 1939)
La obra de L Frank Baum y WW Denslow ha inspirado toda clase de películas, series, puestas teatrales y reinvenciones literarias. Ninguna ha superado la adaptación de Victor Fleming, que pasaría a la historia como el primer gran éxito del fantástico familiar y uno de los mayores clásicos en toda la historia del celuloide. La cinta ha conquistado a las audiencias por 80 años con el mítico trabajo de Judy Garland en el papel de Dorothy, quien acompañada de su perro Toto y su singular grupo de amigos, toma el camino amarillo con la esperanza de encontrar al Mago de Oz que le ayude a regresar a casa. A esto sumemos sus memorables temas musicales, entre los que destaca ‘Over the Rainbow’, inmortalizada en sepia para reflejar la nula magia del mundo real y brillantemente dirigida por King Vidor en apenas su primer día de rodaje tras la controvertida partida de Fleming. La película habría ganado el máximo Oscar, de no haber sido superada –justamente, eso sí– por otro clásico inmortal. Esto poco importa a ocho décadas de distancia, pues el filme sigue gozando del cariño de las audiencias y sirviendo como fuente de inspiración para toda clase de historias fantásticas. Con un poco de suerte, el camino amarillo será retomado en poco tiempo con la largamente postergada adaptación de Wicked que reinventó el mito de la Bruja del Oeste.
80 años: Lo que el viento se llevó (Dir. Victor Fleming, 1939)
Nadie tuvo un 1939 tan glorioso como Victor Fleming, quien aprovechó el año para grabar su nombre con letras de oro en la historia hollywoodense con la dirección de dos clásicos: el ya mencionado El mago de Oz, que abandonó antes de su conclusión en beneficio de Lo que el viento se llevó. Han pasado ocho décadas y la adaptación a la novela homónima de Margaret Mitchell sigue ocupando una posición de honor en el cine. Muchos la recuerdan por el tortuoso romance entre Scarlett O’Hara y Rhett Butler, por las impresionantes interpretaciones de Vivien Leigh y Clark Gable, las míticas frases “as God is my witness, I'll never be hungry again” y “frankly, my dear, I don't give a damn”, y por su brutal taquilla que ajustada a la inflación acumula más de $3,700 mdd, que la ubican como la mayor recaudación en toda la historia del cine, superando a Avatar por $500 mdd, así como a Star Wars y Titanic por $700 mdd. Más interesante aún es el trasfondo de su historia: una unión americana dividida por el odio, la intolerancia y el racismo que eventualmente desencadenaron la Guerra Civil y los esfuerzos de una joven acomodada por sacar adelante a su familia a cualquier costo. Quizá por ello, resulta especialmente irónico que celebre ocho décadas en este preciso momento, con una nación tan fragmentada por su controvertido mandatario. Una de las mejores películas en toda la historia y cuyo 80º aniversario es la excusa perfecta para revisitarla o en algunos casos, disfrutarla por primera vez.
Luis Miguel Cruz Algún día me uniré a los X-Men, la Alianza Rebelde o la Guardia de la Noche. Orgulloso integrante de Cine PREMIERE desde el 2008.