Buscador
Ver el sitio sin publicidad Suscríbete a la revista
Cine

Pequeña gran vida (Downsizing) – Crítica

18-01-2018, 6:17:35 PM Por:
Pequeña gran vida (Downsizing) – Crítica

La primera película sci-fi de Alexander Payne tiene un concepto espectacular, que pierde su magia en la ejecución.

Cine PREMIERE: 2.5
Usuarios: 3
Votar ahora:

Pequeña gran vida (Downsizing) comenzó como una idea que el hermano de Jim Taylor (amigo y habitual colaborador del director Alexander Payne) le propuso a los cineastas: ¿qué pasaría si existiera una realidad alterna donde la gente tan solo midiera 12 cm? Pronto, desarrollar cómo se vería este mundo de gente pequeña se convirtió en un proyecto apasionante para Payne, quien, junto con Taylor, trabajó el guion de esta cinta durante más de una década. Finalmente, después de probar su éxito con proyectos independientes como Los descendientes y Entre copas, Payne recibió luz verde para llevar a cabo su primer proyecto con tintes sci-fi , así como su primer filme de alto presupuesto bajo los reflectores de Hollywood. Desafortunadamente, el resultado es como aquella primera fugaz conversación que tuvieron con el hermano de Jim Taylor: una premisa espectacular que carecía de cuerpo y que perdió parte de su magia en la ejecución.

Cuando un grupo de científicos noruegos revela que ha creado una solución para combatir el problema de la sobrepoblación y el cambio climático –al reducir el tamaño de las personas, se usan menos recursos–, una pareja de Omaha llamada Paul (Matt Damon) y Audrey (Kristen Wiig) Safranek comienza a preguntarse si esto podría ser la solución a sus problemas. Plagados de deudas y sumergidos en una vida monótona, los Safranek descubren que el poco dinero que tienen es equivalente a ser millonario en Leisureland, una de la ciudades que habita la gente pequeña. Decididos a cambiar su vida, Paul y Audrey deciden someterse al proceso de reducción y embarcarse en una nueva aventura.

Como el resto de su filmografía, el aspecto que el director decide resaltar en esta cinta es la sátira social y el dramedy, y no los elementos fantásticos de su universo. Al inicio, el filme nos introduce satisfactoriamente a este mundo al presentarnos todos los detalles del peculiar y fascinante proceso de reducción. En toda esta secuencia, el filme tiene a la audiencia en el bolsillo. Sin embargo, cuando la película nos ofrece su primer giro de tuerca, que involucra una pérdida para Paul, la narrativa empieza a ir en picada, perdiendo poco a poco esa expectativa que logra generar con su premisa.

El peso de Downsizing recae en Paul Safranek, quien resulta ser una de las grandes debilidades de la película. Se trata de un personaje aburrido, con el que es difícil empatizar. Ciertamente, la idea de Payne –más allá de su premisa de ciencia ficción– es introducirnos a este personaje precisamente de esta manera: un hombre de mediana edad frustrado con su vida y sin ningún deseo o ambición. Sin embargo,  la cinta se esfuerza en llevar a este personaje por una especie de viaje del héroe, uno que culmine en una evolución y transformación, tal y como la que atravesó físicamente. Mientras Paul intenta buscarle un significado a su solitaria vida pequeña, se topa con personajes como el playboy Dsuan Mirkovic (interpretado por un brillante Christoph Waltz) y su secuaz Konrad (Udo Kier), quienes intentan inyectarle color a la monocromática vida de Paul. Dsuan, en efecto, funciona como un catalizador. Sin embargo, la transformación de Safranek nunca se consolida, y a pesar de que Paul sí aprende a ver la vida con otros ojos, el personaje nunca abandona las áreas grises para convertirse en algo memorable.

En el otro lado de la balanza tenemos a Ngoc Lan Tran, el personaje interpretado por la actriz vietnamita Hong Chau , cuya actuación es la luz más brillante de toda la película. A pesar de caer en todos los estereotipos asiáticos que estamos acostumbrados a ver en la pantalla grande (como el acento exagerado), Ngoc es la que aporta ese elemento de ligereza y comicidad que le viene muy bien a la cinta. Tran es una refugiada vietnamita que nos muestra el otro lado de la moneda de lo que ocurre en Leisureland, en donde siguen existiendo la pobreza y las divisiones sociales y culturales. Ella ha dedicado la mayor parte de su vida a la labor humanitaria y a ayudar a los más necesitados, factor que genera un cambio en Paul Safranek y da inicio al segundo acto de la cinta. A partir de este momento, la temática social se convierte en el eje principal de la película.

Hacerse pequeño sin duda nos haría la vida más fácil, pero la gran moraleja de la historia es que, sin importar el tamaño y condición económica, grandes y chicos se siguen preocupando por las mismas cosas, cayendo en los mismos comportamientos destructivos. Esta dirección que la cinta decide tomar de forma abrupta puede resultar en una grata sorpresa para algunos,  pero aquellos que esperan más ciencia ficción dentro de esta realidad alterna se llevaran una gran decepción.

Aun así, el innovador concepto resulta suficiente para preguntarse: ¿si el downsizing fuera una realidad, lo harías?

¿Te interesa el mundo del emprendimiento?
Conoce Emprendedor.com el medio lider en contenido de Ideas de Negocio, Startups, Finanzas, Noticias para emprendedores, Franquicias, Marketing, Inspiración, síguenos y proyecta lo que eres.

autor Comunicóloga para quien el cine y la fotografía son las mejores maneras de ver la vida. Es fan de Sofia Coppola y la estética de Wes Anderson, añora décadas pasadas y piensa que todo el mundo debería irse en un road trip por lo menos una vez en la vida.
Comentarios