Premios que arruinan carreras /II

Retomando la lista de actores y actrices que han visto extraviada su carrera tras hacerse con el Oscar, he aquí los 5 primeros lugares del top ten:

Actor todoterreno en el medio escénico (actualmente ejerce de Profesor de Arte Dramático en la Universidad de Nueva York), pese a contar con fugaces apariciones en películas como Serpico o Todos los hombres del Presidente, su consagración se produjo con Amadeus en la que llegaba a eclipsar a su compañero de reparto y auténtico protagonista del film Tom Hulce (que interpretaba a Mozart). Ambos estuvieron nominados al Oscar, finalmente se lo llevó F. Murray Abraham, pero sus carreras posteriores fueron de lo más anodinas. Tras competir con el mismísimo Sean Connery en el nombre de la rosa (1985), Murria Abraham desapareció del mapa, diez años después participó en Mighty Aphrodite de Woody Allen y desde entonces alguna que otra vez asoma su rostro en co-producciones de época rodadas en países exóticos buscando dotar al producto de un cierto prestigio.

 

Sin apenas capacidad auditiva desde los 18 meses, Marlee Matlin se convirtió en la actriz más joven en ganar la estatuilla como protagonista por su interpretación de una joven sordomuda en Hijos de un Dios menor, uno de esos premios que la Academia se reserva para promover discursos acerca de la superación y generar momentos lacrimógenos y emotivos en su entrega de Premios. Como era lógico, toda vez que los papeles de sordomuda no abundan, la carrera posterior de Marlee Matlin fue inexistente, aunque actualmente y gracias a la televisión, goza de un cierto prestigio, llegando a ganar el Emmy en 2004 por su papel en Ley y orden.

 

Aunque parece un tanto arriesgado afirmar que el Oscar que recibió por heredar el papel que Vittorio Gassman había representado en Profumo di donna (1974), finiquitase la carrera de Al Pacino, lo cierto es que ninguna de sus películas posteriores (con la excepción de Carlito’s Way (1994) de Brian De Palma y Heat (1995) de Michael Mann) están a la altura de su reputación anterior. Pacino acumulaba 6 nominaciones previas y dos años antes había sido objeto de polémica el no considerarle para las nominaciones al Mejor Protagónico por El Padrino III. Así las cosas, la Academia terminó por reconocer su trabajo en una película mediocre y parece que el actor dio por bueno el Premio que durante décadas estuvo persiguiendo al no volver a embarcarse en ninguna producción de altura.

 

Casi siempre que reconocen los méritos de uno por un film mediocre, la carrera posterior del actor premiado suele verse afectada. Cuba Gooding Jr. recibió el Oscar por una frase “Show me the money” que se convirtió en un grito de guerra en la capitalizada Norteamérica de finales de los 90. Fue tanta la popularidad de su personaje que éste terminó por vampirizar al actor hasta frustrarle el camino a una carrera meritoria. Aún recuerdo un Festival de San Sebastián de hace cuatro años donde una agente de prensa británica se dirigió con insistencia a todos los periodistas acreditados para ofrecerles una entrevista con Cuba Gooding Jr. quien había acudido al Festival para presentar Shadowboxer, donde compartía créditos con Helen Miren, en una de las secciones más secundarias del certamen. Dudo que muchos se enterasen de la presencia del oscarizado actor en la ciudad, por donde se paseó de manera anónima.

 

La anécdota de convertirse en la primera actriz negra en ganar el Oscar aplastó sus méritos interpretativos. Desde entonces ha sido chica Bond, prolongó su presencia en la franquicia X-men (con lo raro que resulta ver a un intérprete oscarizado en este tipo de producciones) e impuso su nombre al de otras ilustres candidatas para interpretar a Gatubela, papel que le valió el Razzzie a la peor actriz y que la intérprete acudió a recoger con idéntico entusiasmo al que mostró al obtener el Oscar. Actriz simpática e injustamente infravalorada, los derroteros que ha adquirido su carrera no anuncian nada bueno aunque este pasado año pudimos verla junto a Benicio Del Toro en una interpretación maravillosa en Cosas que perdimos con el fuego. Esperemos que esos papeles se conviertan en tónica general.

 

Hasta aquí este top ten, si a ustedes se les ocurre algún nombre más que pudiera figurar en él, no duden en ayudarnos a completar la lista.