Proyecto Power – Crítica de la película

El 2020 fue un año sólido para Netflix. Varias de sus series se posicionaron en el gusto del público, como Élite, Dark o The Umbrella Academy. Por su parte, las producciones cinematográficas de este año lograron mantener entretenida a una audiencia a la que los gobiernos de todo el mundo les pedían que se mantuvieran en casa. Desde Misión de rescate hasta Da 5 Boods, Hollywood llegó al streaming para mantenerse vigente y ahora le tocó el turno a Jamie Foxx con la película Proyecto Power.

La premisa de Proyecto Power es sumamente llamativa y da pie para un sinfín de aventuras que podrían derivar a partir de ahí: existe una píldora capaz de darte cinco minutos (no más, no menos), de un superpoder y hacerte una amenaza o salvador para tu comunidad. El único ‘pero’ dentro de esto es que no sabrás qué poder obtendrás hasta tomarla. Ese superpoder podría ser cualquier cosa: desde hacer tu piel resistente, hasta controlar el fuego, bajar las temperaturas o incluso algo tan grande que serías incapaz de controlar y por ende terminarías muerto. ¿Te atreverías entonces a probarla?

Naturalmente la píldora es manejada como una droga ilegal y mucha gente abusa de ella. Proyecto Power está situada en la ciudad de Nueva Orleans y Joseph Gordon Levitt interpreta a un policía que quiere derrocar esta red de narcotráfico; para ello se vale de la ayuda de la joven Robin (interpretada por Dominique Fishback), quien domina las calles de Nueva Orleans como pocas personas. Pero al mismo tiempo tenemos a Art (Jamie Foxx) un ex-militar en busca de su hija, y que llega a Robin a través de una investigación previa, pero a quien le pide ayuda para llegar a la droga por lo que terminan haciendo un singular equipo.

Es en este punto en donde la premisa de Proyecto Power se desdibuja en una historia que está más enfocada hacia el género del crimen policial y de investigación –todo bajo la analogía de la píldora como una droga ilegal–, que a una aventura del género de superhéroes. Los poderes pasan a segundo plano, y con una premisa tan llamativa, esto se percibe como una pérdida más que una ganancia.

Naturalmente tenemos llamativas secuencias de acción, como el robo a un banco que termina en las calles del centro de Nueva Orleans y con un Joseph Gordon Levitt demostrando su poder. O una peculiar balacera dentro de un bar que vemos a manera de plano secuencia desde la perspectiva de un solo personaje. Pero fuera de eso y de algunos efectos visuales llamativos, la película se queda a medias.

El trío de protagonistas está a un nivel esperado, Jamie Foxx y Joseph Gordon Levitt se perciben cómodos y naturales en su interpretación y papel, mientras que Dominique Fishback nunca se encoge a la hora de compartir pantalla con estos dos actores.

Para cuando inicia el último acto es cuando la verdadera aventura y acción de este equipo debería empezar a desarrollarse. Sin embargo, cuando termina la película Proyecto Power, nos queda la sensación de estar viendo el primer episodio de una serie de televisión que nos promete, ahora sí, que en su segundo episodio vendrá la verdadera acción. Esto es paradójico porque la película está en Netflix y lamentablemente no existe el botón de «siguiente episodio» para ver qué sigue.

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Sergio López Aguirre Stanley Kubrick alguna vez dijo "Para tener una visión más amplia, no sólo vean cine bueno, también el malo" obvio le hice caso en lo segundo y es muy divertido.