Q&A: Billy Crudup y Matthew Goode

Blilly Crudup:¿se parece a Dr. Manhattan?

Por Vera Anderson / Corresponsal Hollywood
Fotos: Vera Anderson

Acostumbrados a papeles dramáticos en cintas más bien de corte independiente, estos dos actores dan el gran brinco al blockbuster con Watchmen. Ahí, intepretan a un científico convertido en semidios (Crudup), y al hombre más inteligente del mundo, poseedor de una fortuna inconmensurable (Goode). Aquí, sus impresiones:

Es interesante que vengan ustedes dos juntos, porque uno de sus personajes siente que es un dios y el otro tiene cualidades casi de un dios. ¿Sintieron eso durante la filmación?
BC: No hubo un segundo en que no sintiera absoluta humillación –ríe–. Me hubiera gustado sentir aunque sea un poquito del poder que tiene Dr. Manhatan porque se ve que estaría divertido interpretar eso. Pero desafortunadamente nunca pude, debido al atuendo que tenía que usar y el hecho de que se supone que él mide 1.80 (lo cual me forzó a siempre estar parado en cajas), y el traer unos 140 puntos negros en mi cara. Así que tuve que pasar mucho tiempo en mi propia imaginación para tener el sentimiento de que tenía algún tipo de habilidad… y eso de ninguna forma es ser como un dios.
MG: Estoy de acuerdo, fue un poco como un ejercicio de humillación. Estaba interpretando al hombre más inteligente del mundo y el mejor espécimen físico y luego iba a comer y tenía que decirle a la gente: “Por favor no pisen mi capa”.

Para interpretar a Dr. Manhattan, Crudup tuvo que actuar con más de 100 sensores en el rostro.

Toda una nueva versión del género conocido como “drama de vestuarios” –o de época–…
MG: Definitivamente está muy lejos de Brideshead Revisited, en la que actué. Después de leer la novela gráfica tuve un poco de reservas sobre cómo me vería al final, considerando mi físico. Yo no soy tan grande y no tenía tiempo de meterme al gimnasio porque empezamos una semana después de que terminé Brideshead… Me dio gusto que lo hicieran lucir como si Bowie hubiera tomado prestado el look de Ozymandias y el hecho de que lo imaginaran un poco más romántico y delgado, en lugar de que se viera como un quarterback.
BC: Yo estoy habituado a usar los vestuarios de mis personajes y no me había dado cuenta de lo acostumbrado que estaba a ellos, hasta que me empecé a probar estas pijamas raras que tenía que utilizar para crear a Dr. Manhattan en la computadora. Y fue un obstáculo más grande de lo que imaginaba, no sólo para mí sino para los actores que tenían que estar conmigo, porque evidentemente no me tomaban muy en serio en ese atuendo.
MG: Es muy cierto.

Matthew Goode:¿Tiene cara de ser el hombre más inteligente del mundo?

Una parte de la mitología de los comics es una verdadera exploración del poder, y en ese contexto ustedes interpretan imágenes casi reflejadas el uno con el otro, uno deriva sus poderes de su intelecto y el otro de sus fortalezas físicas.
BC: Y creo que esa es una de las cosas interesantes que Alan Moore explora en la novela gráfica. Porque estamos acostumbrados a que las películas de superhéroes siempre traten del bien contra el mal, y que si tienen un poder, siempre lo van a usar para el bien o como una fuerza del mal. Pero él le da el poder más grande a alguien que no tiene el menor interés en la cuestión moral. Es completamente amoral. Su humanidad está casi desaparecida, creo que el mismo libro y la película sirven como una provocación hacia la cuestión del poder. Y francamente, prefiero ser parte de la provocación que parte de la respuesta, así que yo le dejo al público el contestarlas.

Matthew Goode interpreta a Ozymandias, obsesionado con la figura de Alejandro Magno.

¿Alguno de los dos alguna vez ha probado el poder?
MG: Ocasionalmente en la cama… ¡No puedo creer que acabo de decir eso!
BC: Yo sólo desearía haberlo dicho yo.
MG: De hecho, no. Tal vez en diez años lo discutamos. Yo realmente no tengo mucho poder. Dejo que alguien más lleve los pantalones.
BC: Sí, yo no sé cuándo me sentía más poderoso, si cuando medía 30 metros y quemé a todo el Viet Cong o cuando hice añicos un tanque con la mano. No, pero en serio, ¿he probado el poder? Esto ahorita se siente como que tengo bastante poder. Estamos aquí sentados, tú nos estás haciendo preguntas, nuestra opinión sobre las cosas. No sé bien por qué yo estaría más calificado para contestar cualquier cosa, que otra persona, ¿me explico? Es extraño aceptar que estás en un negocio que te da una especie de voz cultural sólo porque te pusiste un disfraz y haces un acento. Yo diría que estoy luchando con esa pregunta más que haberla resuelto de alguna forma.

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César Albarrán Torres Es investigador del Programa de Culturas Digitales de la Universidad de Sydney. Es el editor fundador de cinepremiere.com.mx y escribe sobre cine, televisión y tecnología en diversos medios nacionales e internacionales.