Quentin Tarantino cuenta una «humillante» anécdota sobre Death Proof
Un cine prácticamente vacío.
Es de todos sabido que Death Proof (2007) es la cinta menos celebrada del chico malo de Hollywood, y el mismo Quentin Tarantino la llegó a definir como su peor filme. Además de devenir un fracaso taquillero a nivel local, su desempeño no fue mejor fuera de EE.UU. En una entrevista recientemente publicada, el cineasta de 57 años rememoró una situación «humillante» al asistir a una función inaugural de aquella película en Londres, Inglaterra.
A través de Empire, Tarantino narra que estaba en la capital británica, haciendo tour de prensa para Death Proof, cuando se le ocurrió invitar a varios colegas —incluido su colaborador Edgar Wright— a una de las primeras funciones del filme. Y fue apenas entrando a la sala cuando se llevó un mal sabor de boca.
«Me acerco a Edgar Wright y le digo ‘Hola, vamos tú y yo y tus amigos a verla [la película] el viernes por la noche en Piccadilly’», recuerda el ganador del Óscar en aquella entrevista. «Entonces con Nira [Park], su productor, Joe Cornish y todo el grupo de Edgar nos dirigimos al corazón de Piccadilly Circus para ver Death Proof en el día de su estreno. Nos metimos al teatro y [descubrimos que] había alrededor de 13 personas allí. En el show inaugural de las 20:30, ¿de acuerdo? Esa fue una experiencia bastante humillante. Pero nos sentamos, la vimos y la pasamos bien.»
Aunque no fueran ni veinte los asistentes a aquella proyección, Tarantino cree que (en general) los ingleses dieron un visto bueno a la película, muy contrario al público norteamericano.
Cabe recordar que hace casi quince años, cuando Death Proof llegó a cines en Estados Unidos, lo hizo mediante una función doble que incluía Planet Terror, dirigida por Robert Rodriguez. De esta manera, ambos realizadores anhelaban rendir homenaje al grindhouse, un tipo de teatros del siglo XX que únicamente exhibía cintas violentas, aberrantes o eróticas de bajo presupuesto.
Según la misma conversación con Empire, Tarantino confiesa haber sobrestimado los conocimientos del público estadounidense en materia de historia cinematográfica. Sin el trasfondo de lo que fue el grindhouse, la audiencia no pudo atajar las intenciones de aquella función doble.
«Creo que Robert [Rodriguez] y yo sentimos que la gente tenía un poco más de concepto sobre la historia de las funciones dobles y del cine de explotación. No, no lo tenían. En absoluto», dijo el cineasta detrás de Pulp Fiction. «No tenían ni idea de qué diablos estaban mirando. No significaba nada para ellos lo que nosotros estábamos haciendo. Así que fue un caso de ser demasiado genial para la escuela.»
¿Ustedes también sienten cierta animadversión hacia Death Proof o creen que es una película injustamente infravalorada?
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Antonio G. Spíndola Tengo muy mala memoria. Por solidaridad con mis recuerdos, opto por perderme también. De preferencia, en una sala de cine.
