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Cine

¿Quién diablos es papá? – Crítica

02-03-2018, 9:09:38 AM Por:
¿Quién diablos es papá? – Crítica

Una película de carretera predecible cuyo elenco sobrecalificado hace poco por esta endeble comedia.

Cine PREMIERE: 2
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El 2017 trajo películas sobre papás (Guera de papás 2) y mamás (La navidad de las madres rebeldes). Ahora, en esta misma línea, 2018 nos trae una comedia sobre hermanos liderada por un espectacular elenco. Desafortunadamente, el primer largometraje como director del cinematógrafo Lawrence Sher, que deambula entre ser un filme sobre el amor fraternal y una comedia obscena, está destinado a ser simplemente un comedia más del montón.

Cuando los gemelos Peter (Ed Helms) y Kyle Reynolds (Owen Wilson) descubren que su madre Helen (Glenn Close) les ha mentido toda su vida sobre quién es su verdadero padre, los hermanos se embarcan en un road trip para descubrir la verdad y encontrar a su padre biológico. Durante el recorrido, conocerán a una serie de hombres (y posibles padres) que salieron con su madre en los 70: el ex jugador de la NFL Terry Bradshaw, un criminal llamado Roland (J.K. Simmons) y al Dr. Walter Tinker (Christopher Walken), un excéntrico veterinario.

Al comienzo de la cinta, cuando nos presentan a los protagonistas, hay un aire de familiaridad en los personajes que da la sensación de déjà vu. Ed Helms interpreta a Pete, un aburrido proctólogo sin pasión o ambición alguna que odia su vida, mientras que Owen Wilson interpreta a un hippie relajado, que ama la vida, y que se ha vuelto millonario al ser la imagen de una salsa BBQ. En pocas palabras, los actores interpretan el estereotipo de roles en donde siempre estamos acostumbrados a verlos. Esto, aunado a la poca química en pantalla que tienen los histriones (y lo difícil que resulta creer que son gemelos), propicia un comienzo desalentador para la película.

Esta búsqueda por una figura paterna que lleva a los Reynolds por Miami, Nueva York y Massachusetts pronto se convierte en un recorrido para reconectarse como hermanos y reparar su relación. Este aspecto que aborda el amor fraternal es uno de los puntos fuertes de la cinta. Sin embargo, aunque la química de Helms y Wilson comienza a cuajar a través de escenas con una carga emocional más profunda, nunca llega a ser completamente convincente.

Las breves interacciones con el resto del elenco (y los posibles padres que se encuentran en el camino) se basan en situaciones exageradas –como quedarse varados en medio de la vías de un tren– para desatar la risas en la audiencia. Aunque son inverosímiles, estas secuencias logran entretener al público, particularmente en la escena con J.K. Simmons, quien interpreta a un temperamental criminal que todavía vive con su madre y obliga a sus «nuevos hijos» a ayudarlo en un robo.

¿Quién diablos es papá? es una comedia de trama reciclada que cumple su meta de entretener, pero en donde el estelar elenco conformado por ganadores y nominados al Oscar –que bien le podría haber brindado ese factor X a esta efímera cinta– pudo ser mucho mejor aprovechado.

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autor Comunicóloga para quien el cine y la fotografía son las mejores maneras de ver la vida. Es fan de Sofia Coppola y la estética de Wes Anderson, añora décadas pasadas y piensa que todo el mundo debería irse en un road trip por lo menos una vez en la vida.
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