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Cine

Ready Player One: Comienza el juego – Crítica

30-03-2018, 3:03:42 PM Por:
Ready Player One: Comienza el juego – Crítica

Steven Spielberg regresa al cine de acción y aventuras con una titánica adaptación del libro de Ernest Cline y entrega una obra que será revisitada una y otra vez.

Cine PREMIERE: 4.5
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En su libro Ready Player One, Ernest Cline escribió una de las aventuras más complejas imaginables: en un mundo virtual infinito llamado OASIS, todos los jugadores del mundo buscan una serie de easter eggs escondidos entre acertijos, misiones secretas y cientos de referencias a la cultura popular de los 80 y 90. Una trama así de ambiciosa, sólo podía ser llevada a la pantalla por un director de la talla de Steven Spielberg.

Es una realidad que actualmente la nostalgia domina muchos de los productos que vemos en cine, televisión y videojuegos. Incluso, gracias al éxito de Stranger Things, lo fácil sería pensar que Ready Player One se está aprovechando de esta tendencia. Sin embargo, lo cierto es que Cline escribió la novela en su natal Austin, Texas hace casi diez años, en 2009, y logró venderla a la editorial Random House casi al mismo que en Warner Bros. Pictures le compraron los derechos cinematográficos en junio de 2010.

La compleja tarea a la que Steven Spielberg y su equipo se enfrentaron, no fue sólo a conseguir los derechos de un sinnúmero de licencias de propiedades intelectuales, sino lograr que la película no se sintiera como un mero pretexto para colocar referencias por doquier y para el gusto de los fans. Ready Player One funciona en diversas capas y niveles, y aunque no se conozcan cada uno de los elementos que aparecen en la pantalla, la complejidad en cada una de las secuencias de acción son razón suficiente para disfrutarla.

La trama sigue a Wade Watts (Tye Sheridan), un joven que vive en el año 2049 en una sociedad en la que la gente prefiere vivir una realidad virtual en el mundo de OASIS: un mundo que te permite ser quien quieras y en el que, conforme avances de niveles, tu avatar podrá tener desde un mejor look hasta poseer el vehículo de tus sueños o incluso el robot que siempre quisiste. Al morir el creador y dueño de OASIS, James Halladay (Mark Rylance), él deja tres easter eggs escondidos con el fin de que quien los encuentre sea el nuevo propietario de tan increíble mundo… o negocio, como lo ve la empresa IOI, el mayor competidor de Watts en esta carrera por ganar el máximo premio.

Si bien Ready Player One peca de algunos puntos débiles que también tenía el libro (como el repentino amor que siente Wade por la usuaria conocida como Artemis o uno que otro deus ex-machina), el guion de Ernest Cline y Zak Penn logra condensar el espíritu de la novela: un enorme juego virtual donde todo es posible y para pasar cada uno de los niveles no sólo se necesita conocimiento, sino también instinto y trabajo en equipo.

A lo largo de sus 140 minutos de duración, queda claro que el trabajo de posproducción en Ready Player One fue una tarea titánica. El diseño y la mezcla de audio explotan cada minuto de sus secuencias de acción y evidentemente estamos ante uno de los trabajos más complejos que ha entregado Industrial Light & Magic, pues incluso nos llegamos a olvidar que lo que estamos viendo en pantalla son avatares creados por computadora.

Mientras Spielberg se ha perfeccionado en su trabajo como director de dramas como Puente de espías, Lincoln y más recientemente The Post; su estilo como narrador de historias pop había ido a la baja (Indiana Jones y la calavera de cristal, Mi gran amigo gigante y Las aventuras de Tin-Tin). Sin embargo, con Ready Player One, y a sus 70 años, Spielberg demuestra que la edad no importa y entrega una obra de la misma dinámica, velocidad y brutalidad técnica que George Miller en Mad Max Furia en el camino.

El primer acto de la cinta nos atrapa con una de las mejores persecuciones en años recientes, y su segundo acto –o en este caso, reto– es más íntimo y se dirige a las entrañas del cine mismo. Steven Spielberg revoluciona el quehacer cinematográfico como cuando nos presentó a los dinosaurios de Jurassic Park o a la interfaz gráfica de Minority Report. Aquí estamos ante el mismo Spielberg a quien no le temblaron las piernas para terminar Inteligencia Artificial de Stanley Kubrick  y a quien él se da el lujo de homenajear. Ready Player One tiene la firma del Spielberg más juguetón y aventurero.

Mientras el libro de Ernest Cline explora cada rincón de la cultura pop en sus más de 400 páginas (o 15 horas si es el audiolibro leído por Wil Wheaton, el actor de Cuenta conmigo), la película tuvo que condensar todo en poco más de dos horas. Sobre esto los fans pueden estar tranquilos, pues aunque no vean todo la primera vez –como la hebilla de Thundercats de Parzival o el avatar del Doc Brown o el Ed 209 de Robocop–, Steven Spielberg declaró que se necesitaría ver la película unas cinco o seis veces para encontrar la mayor cantidad de referencias. De forma muy inteligente, el director incluyó todos estos guiños sin estorbar la tram: al final son sólo un plus dentro de una gran aventura.

Por el lado de los actores, desde Tye Sheridan, a Olivia Cooke y hasta el villano Ben Mendelsohn, y aunque a cada uno lo vemos muy poco tiempo a comparación del tiempo que vemos a sus avatares, todos logran emocionarnos y demuestran que el complejo trabajo de motion capture no estorba a la hora de hacernos empatizar con sus personajes. Mención aparte al redondo trabajo hecho por Mark Rylance, quien demuestra que la dupla con Spielberg es única.

Ready Player One de Ernest Cline no es un libro perfecto que haya ganado los más prestigiados premios de literatura. Se toma sus libertades y existen mínimos espacios argumentales y lo mismo sucede con su adaptación cinematográfica, la cual adolece de una falta profundidad dentro de sus personajes secundarios. Sin embargo, en las manos de Steven Spielberg la aventura es el viaje y el cineasta logra poner al público en los zapatos (virtuales) de Parzival, Artemis y Ache. Nos emociona cuando aprieta el acelerador del DeLorean, cuando escuchamos el tema de El resplandor y cuando el Gigante de Hierro defiende a los demás avatares (entre los cuales están He-Man, las Tortugas Ninja y hasta los Battletoads). Él logra hacernos sentir todo esto desde el asiento de una sala cinematográfica, el único y verdadero OASIS de Spielberg, y un OASIS que lo comparte con todos nosotros, así ha sido desde Tiburón y así sigue siendo con Ready Player One.

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autor Stanley Kubrick alguna vez dijo "Para tener una visión más amplia, no sólo vean cine bueno, también el malo" obvio le hice caso en lo segundo y es muy divertido.
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