Agentes secretos
Un ejercicio de estilo ideal para los aficionados al cine de acción, pero en última instancia intrascendente.
Al cabo de una muy estimable trayectoria que lo ha llevado de audaz ícono del cine independiente a consentido de Hollywood, Steven Soderbergh parece aún lejos del retiro tan anunciado y se encuentra de regreso con una historia más de traiciones y venganzas, a unos meses apenas del estreno de Contagio y que aparece un poco como de la nada, precedida acaso por la reputación de su director.
En el caso se Soderbergh, claro, esto significa que se puede esperar cualquier cosa. El director no es ajeno a la acción, como no lo es tampoco al espectáculo ni al mero entretenimiento; en sus manos, lo que a todas luces es un filme de acción genérico no deja de traicionar ese ánimo experimental, convirtiéndose en un trepidante thriller cuya trama salta de un punto a otro de la historia como brinca también de un punto a otro del globo, de manera no muy distinta a como lo hiciera en la ya mencionada Contagio.
La trama lo demanda: una ex-Marine convertida en agente de operaciones encubiertas, Mallory Kane, hace su aparición en la película a la mitad de un escape que la lleva de Barcelona a Dublín, de ahí a Nueva York y México y luego de vuelta a España, en un periplo puntuado por los golpes, patadas y llaves que parecieran constituir la razón de ser del filme. Y es que Mallory es interpretada por Gina Carano, campeona mundial de artes marciales mixtas y quien es mejor conocida por sus apariciones en American Gladiators y otros programas del estilo. No será precisamente una gran actriz, pero sin duda alguna una heroína a la altura de las interpretadas por Milla Jovovich o la Jolie en cuanto a testosterona se refiere.
Y hablando de testosterona, el resto del reparto está constituido por un desfile de actores que sólo Soderbergh podría reunir en un mismo filme: ahí están Ewan McGregor como el jefe de Mallory, Kenneth; están Michael Douglas y Antonio Banderas, el ya ubicuo Michael Fassbender como un agente británico apenas a la altura de Kane y… ¿es ése Bill Paxton? Aquellos que no se convierten en blanco de la venganza de nuestra heroína, sirven tan sólo para comunicar exposición, sin embargo, y la película resulta así —aún a pesar de Soderbergh, o acaso gracias a él— en un ejercicio de estilo ideal quizás para los aficionados al cine de acción, vistoso y excitante pero en última instancia intrascendente, apenas digno de aquellas películas serie B de los setentas y ochentas a las que refiere el soundtrack compuesto por David Holmes… y apenas digno de Steven Soderbergh.
Ve el trailer de Agentes secretos.
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Staff Cine PREMIERE Este texto fue ideado, creado y desarrollado al mismo tiempo por un equipo de expertos trabajando en armonía. Todos juntos. Una letra cada uno.
