Contracorriente
En suma, una telenovela llevada al cine que entretiene con cierto morbo.
Bien se sabe que en nuestro país, trabajar en televisión significa, para muchos, un próximo salto al cine. La mayoría de nuestros actores primero se “entrenan” para después abarcar otros terrenos que se supone, son más artísticos. Pero en esta ocasión, les toca a los directores Elisa Salinas y Rafael Gutiérrez (expertos en melodramas televisivos) hacer su salto con un proyecto independiente basado en el libro Mujer Alabastrina del autor chihuahuense Victor Bartoli Herrera.
Se entiende su decisión, ya que, sin haber leído la obra, contemplamos en pantalla una completa telenovela: la vida de tres jóvenes, Chuya, Cata y La Güera, se entrelazan en el sórdido mundo de Ciudad Juárez. Aunque no son típicas víctimas de los asesinos seriales que ahí andan sueltos; sí lo son de la educación sumisa que han recibido y de sus circunstancias familiares. Talancón interpreta a la más humilde, que busca ir subiendo como mesera y que se termina fugando con un hombre mayor (Héctor Suárez), que en realidad la controla con violencia. Navarro, es la mujer más fuerte, pues está dentro de una banda de “cholos”, pero sufre el acoso de su tío y el abandono de su novio. Y por último, Dolores Heredia trabaja en las fábricas y es pretendida por su jefe, lo que la ilusiona falsamente.
El mensaje que se pretende dar es como de Mujer, casos de la Vida real; o más bien, de Lo que callamos las mujeres (para estar acorde con la televisora). Bien podrían ser tres capítulos de alguna de estas series, y así, alientan a que la mujer tome sus propias decisiones, sea fuerte, valiente, no se deje, aprenda y suba su autoestima. Todo esto, estaría muy bien, de no ser por el tono del que sus realizadores no se pueden desprender. Las actuaciones están también a nivel telenovela (Talancón y Navarro por ahí pasaron), y las escenas son muy repetitivas y largas como para recalcar los problemas de las tres. El final, se disfraza de “realista” cuando es demasiado iluso y dulce (volviendo a su género); e intenta ser alentador, aunque cae en lo risible. Eso sí, la cinta entretiene con cierto morbo, como si prendiéramos la televisión en una tarde de “nada que hacer”.
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Mary Carmen Albarrán Mary Carmen siempre ha sido una ñoña... incluso antes de que se considerara cool. Fue editora de Cine Premiere 5 años y posteriormente saltó a las compañías de tecnología pasando por Comunicación en Google, siendo el Tío Netflix en Netflix y ahora ayudando a los famosos a usar Instagram, Facebook y Threads en Meta.
