Delirios siniestros

Flaco favor el que le hacen las palabras “De los productores de…” a películas como ésta, aún otro filme de género manufacturado en España que intenta salpicarse –por decirlo de alguna manera– del ya ni tan reciente éxito de cintas como El orfanato o El laberinto del fauno, dos de los más acabados ejemplos de una cinematografía que, si bien se ha venido a convertir en referente del cine de terror actual, también ha heredado del horror Hollywoodense algunas de sus peores mañas. Y es que esa manía de meter a cintas tan diversas en el mismo saco tan sólo acaba por crear falsas expectativas en un público desprevenido.

Así, una cinta como Delirios siniestros –también conocida como Hierro, su título original– merecería ser juzgada por sus propios méritos, que los tiene. Dirigida por el debutante Gabe Ibáñez, la película da cuenta de la tragedia de María, joven madre que, tras quedarse dormida en el ferry que los transporta, pierde a su pequeño hijo Diego durante un viaje a la isla de El Hierro; es cuando María regresa a este lugar para identificar el cadáver de un niño que ha aparecido en el mar, y ella convencida de que Diego continúa con vida, comienza a experimentar esos desvaríos a que hace referencia el título, extrañas alucinaciones que nos llevan, tanto a ella como a nosotros los espectadores, a cuestionar si de veras es víctima de una conspiración… o si ésta se encuentra sólo en su cabeza.

A diferencia de Los ojos de Julia –otro ejemplo de una película en la que las comparaciones no venían al caso–, la cinta se asume desde un principio como un thriller psicológico en el que los ya mentados delirios se entienden como producto del dolor de una madre, no como presencias sobrenaturales, y es de hecho la interpretación de Anaya en el papel de María la que constituye el principal atractivo de una historia que puede resultar simple, incluso derivativa.

La resolución de la historia se antoja así satisfactoria, aunque quizás obvia. Y sin embargo, es en la factura donde Ibáñez –animador de formación y colaborador en algunas películas de Alex de la Iglesia– se luce, demostrando tener gran ojo para la fotografía y la composición de sus cuadros, así como indiscutible talento para la creación de atmósferas y de una angustia en verdad palpable y que, en el caso de la isla que da título a la cinta, resulta en el perfecto reflejo de la desolación, el miedo y el aislamiento de su protagonista.

–Antonio Camarillo

Ve el trailer de Delirios siniestros.

¿Quieres ser un emprendedor o emprendedora?
Conoce Emprendedor.com el mejor contenido de Ideas de Negocio, Startups, Franquicias, e Inspiración, síguenos y proyecta lo que eres.

Clara Itzel Hernández Valladares Clara Itzel es una comunicóloga junkie de los animales, TV, cine, libros, tatuajes, pop culture, té & café. La pueden seguir en instagram (@MissClaraItzel) y leer en ElMoodRandom.com